Los Hijos De La Calle

La película explica en un inicio la forma como un criminal se hace, a base, en un primer momento, de la socialización primaria, donde los chicos conciben sus primeras ideas para delinquir. Aunado a esto, la historia de agresión, el estado de necesidad (la pobreza), personas de mala influencia y el factor antropológico juegan un papel trascendental en la trama. Al respecto de éste último factor recalcó que según la Teoría Ecléctica de la Criminalidad, el medio ambiente, la densidad de población (vivir en una zona urbana) son fundamentales en la formación de criminales de la calidad de Jhon y Tommy.

Posteriormente, nuevamente el ambiente, pero desde otro enfoque: el reformatorio, culmina siendo una escuela de la vida, donde se introyecta el odio y la venganza, convirtiéndolos en el sentimiento motivador en la persecución del sueño de los cuatro chicos envueltos en ésta trama, hacer sentir a sus victimarios lo que ellos sintieron. A defensa de lo anterior, Ferry opina que las cárceles forman delincuentes y no hay una resocialización debida.

Así mismo, en el interior de éste reformatorio, se encuentran con las leyes que imponen los policías, quienes convierten a Thomas, Jhon, Lorenzo y Michael en víctimas de sus abusos físicos y psicológicos. No obstante, para éste momento, los chicos no sólo han sido víctimas de estos hombres, sino de sus padres; como por ejemplo: cuando el padrastro de Jhon lo golpea tanto que requiere de hospitalización. Así mismo, la pobreza los toma como presa fácil de las necesidades biológicas como lo es el hambre, reflejado en la escena donde los chicos roban los hot dogs. Además, la forma de vida delictiva presente en el barrio donde habitan estos niños, los utiliza para sus fines, la realización de delitos.

A raíz de una consecuencia de victimizaciones, en las cuales se encuentran implícitas características bio-psico-sociales (matar, robar, drogas, fumar, alcohol, personalidades volátiles), similar a lo que comenta Ferry, de la Escuela Positivista, nos encontramos a unos adultos con caminos distintos, pero promovidos por un común sentir, la sed de venganza, misma que impulsa el afán de destruir uno a uno a sus victimarios.

Según la tipología de Garófalo, tanto Tommy y Jhon cumplen con tres de las cuatro categorías que ofrece para ser un asesino nato; tomando en cuenta las características que éste describe con los hombres culpables de asesinar violentamente, sin sentimiento de piedad ni altruismo al individuo que una vez fue su victimario dentro de la cárcel. Así mismos, estos chicos según lo plantea la escuela clásica son delincuentes dotados de libre albedrío que violan de forma espontánea la ley (asesinan a Nouz rápidamente, sin mediar pensamiento).

Por otro lado, un personaje trascendental en dicha trama, el padre Bobby, quien luego de ser un chico de la calle y haber estado recluido, decide

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