Los Jovenes Universitarios Entre La Modernidad Y La Posmodernidad
Enviado por 041216 • 26 de Abril de 2013 • 7.461 Palabras (30 Páginas) • 614 Visitas
ENSAYO
LOS JOVENES UNIVERSITARIOS ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD
Autor: Maestra Elena Cortés Navarro
Lic. En Filología y Letras, Maestría en Educación, formación docente.
1.1 Entre la Modernidad y la Posmodernidad
Para entender el medio sociocultural en que los universitarios se desenvuelven es necesario estudiar el cambio histórico, cultural y psicosocial que estos jóvenes ya manifiestan en sus estilos de vida, sus preferencias y opiniones, para una mejor comprensión del tema existe una necesidad de la ubicación de los conceptos principales que manejan, los estudiosos sobre la definición de la modernidad y la posmodernidad.
En la modernidad, el hombre comenzó a rescatar su bien merecida libertad; ganó su subjetividad; pero perdió aprecio por la objetividad: ya no creyó que podía llegar a las cosas mismas, a los objetos y que el pensamiento podía regirse por ellos. Se ha desencantado de “la realidad en sí misma”. La realidad terminó siendo un constructo: producida con la tecnología, a su semejanza, fue perdiendo sentido. Se convirtió en un medio o utilidad sin que quedara claro para qué fin (utilitarismo). Los fines no podían ser otros que la inmediatez del gozo (sensato, sensual y cómodo) de la vida, logrado con el ahorro, el trabajo y la previsión. El surgimiento de una nueva época ha supuesto cambios profundos en la visión religiosa del mundo (catolicismo-protestantismo), en la concepción física (geocentrismo-heliocentrismo), en la concepción geográfico-cultural (descubrimiento de América y del acceso a Oriente), y en la consecuente reubicación del hombre en esos nuevos mundos.
Ante tales desafíos, que hacían tambalear los principios seguros en que descansaba la Antigua y Edad Media, no es de extrañar que la filosofía moderna fuese una filosofía de la duda (Descartes), del repensamiento de la naturaleza física del mundo (Copérnico, Kepler, Galileo, Newton); sino, además, de reconsideración de lo que era la sociedad política (Hobbes), del entendimiento humano (Locke), de la misma naturaleza humana (Holbach, Rousseau) y de la moral humana (Hume). Por su propia lógica, la visión de la filosofía se volvió crítica (Kant), fantaseó una nueva interpretación de la historia humana (Hegel) y del proyecto socialista (Marx).
Con la posmodernidad, las grandes ideas (o imaginario social estructurante de la modernidad) como “realidad”, “verdad”, “objetividad”, “justicia”, valiosas en sí mismas, han muerto: están aún presentes como residuos de la modernidad, pero están muertas; no pocos las desean aún, pero no influyen para vitalizar la vida social posmoderna de las personas. La realidad se ha “virtualizado”; se hizo imagen, pantalla, fachada. La verdad es un recuerdo; la objetividad (el conocimiento de los objetos o acontecimientos, como ellos son en sí mismos), se ha convertido en una ilusión o -a lo más- en un deseo; la justicia solo cabe recordarla ante la corrupción mafiosa creciente y desvergonzada.
Si esas grandes ideas -verdad, realidad, justicia, objetividad- significaban a Dios, entonces Dios ha muerto en nuestra cultura masiva vivida, aunque lata en las cenizas del corazón de todo hombre crítico, superador de los parámetros que le ofrece esta misma cultura en la que nace. Porque no se puede hablar, en la posmodernidad, de “ilusión”, de “falsedad”, de “subjetividad”, de “injusticia o “corrupción”, sin tener presente a la modernidad.
MODERNIDAD POSMODERNIDAD
Indicadores conceptuales de la Modernidad
Se estimó entonces valioso:
a) La confianza en la razón, ante la oscuridad de las creencias que llevaron a crueles guerras de religión. Surgió la necesidad de esclarecer las creencias con la razón. Dios, sin embargo, siguió siendo en la época moderna la razón de toda verdad y justicia. La época moderna no es atea sino deísta.
b) El inicio de una manifestación creciente de concepción material de la vida
(Materialismo), ante -según algunos pensadores modernos- la aparente ineficacia de las anteriores visiones religiosas e espirituales.
c) El rechazo del pensamiento mítico, injustificado ante la razón, y las búsqueda
de leyes o constantes en el obrar de la naturaleza (Naturalismo).
d) La necesidad del libre examen de las cuestiones sobre ser del hombre, de
la sociedad, de su organización política.
e) La visión secular e histórica de la vida (Secularismo e Historicismo): ante
las luchas interpretativas de una visión teológica, la razón debía asumir la mayoría de edad (Iluminisno) y crear sus propias normas autónomas de vida.
f) La visión empírica del conocimiento (rechazo de las hipótesis teóricas, neta
distinción entre fantasía y realidad, cuantificación de los datos), y de la vida
(Positivismo). Pero, aún en este contexto, por influjo del pensamiento cristiano,
tuvo valor buscar la verdad, realizar la justicia, racionalizar y dominar el mundo.
g) La visión optimista del accionar del hombre en el mundo, lo que generó una
confianza en el hombre, desprecio del pasado y apuesta por el futuro con
aprecio por la sensación de poder y por la novedad (idea del Progreso social, moral, material- indefinido y creciente).
h) La visión generalizadora centrada en el libre intercambio (comercial, producción de bienes de cambio) de las naciones y en el aumento de capital considerado herramienta indispensable del bienestar y progreso humano.
i) Lo esencial e importante es el espíritu de empresa: El hombre es tal por ser
conquistador, organizador, negociador, ahorrador de tiempo y de bienes
(capitalizador), templado y frugal, honesto en sus relaciones, con una sensata
economicidad (racionalización de la administración), agudo, perspicaz, ingenioso, laborioso, previsor y calculador (con perspectiva de futuro).
j) Un Estado-nación pensado en forma acorde a estas exigencias humanas y
sociales, basado primeramente en los territorios y bien común.
Indicadores conceptuales de la Posmodernidad. Vista desde el punto de vista de la Modernidad
:
1) el relativismo (las cosas, el hombre, la sociedad, son con relación a quien las observa, o aprecia);
2) el nominalismo que estaba en embrión al inicio de la Modernidad (las cosas son lo que el hombre hace de ellas y lo menos que hace es ponerle un nombre);
3) el inmanentismo (las cosas, el
hombre, la sociedad, tienen sentido en relación con este mundo: no hay forma
objetiva de probar la creencia en una vida eterna o trascendencia);
4) el escepticismo (nada se puede conocer con verdad);
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