Los fundamentos del psicoanálisis de Freud
Enviado por AndreaBazan • 1 de Marzo de 2013 • Trabajo • 3.288 Palabras (14 Páginas) • 406 Visitas
Ensayo final. Freud.
Desde antes de comenzar a estudiar esta carrera, las ideas de Freud han estado en mi cabeza, y han regido incluso mi forma de ser. Pero a pesar de eso, y a pesar de que sus teorías hayan sido desacreditadas por las otras escuelas, yo creo fielmente que la sexualidad rodea todo lo que somos.
Ahora, no me fue muy difícil escoger este tema, ya que, realmente, me encanta el señor Segismundo, a pesar de verme terriblemente atraída por la psicología clínica, cabe mencionar que los clínicos desacreditan las teorías de Freud como si fueran chistes, no lo toman para nada en serio, ya que no trabajan con algo que sea comprobable ¿pero qué en la psicología lo es? A decir verdad, la psicología trabaja con lo intangible, ni siquiera los patrones son ciertos, las etapas que se usan como guía para el desarrollo del ser humano tampoco son exactas; es más, un simple psicodiagnóstico depende mucho del que diagnostica. No por nada, aquí en esta carrera, lo que dicta nuestra teoría son eso, teorías. Son conductas que pueden o no repetirse, conductas que no siempre siguen un mismo patrón, ni siquiera una misma base.
Ahora, entremos en lo que refiere a las teorías de Freud, que es la razón por la cual comencé este discurso. Para empezar, de menor a mas, hay que dejar el claro que para Freud, venimos del sexo, y nos vamos con el sexo. Nuestras conductas se rigen por el mismo, en todo lo que vemos, podemos encontrarlo. Por ejemplo, las adicciones; una explicación, de tantas que existen, para la adicción al cigarro es el hecho de no haber sido amamantado correctamente por la madre de pequeños, así que tenemos la necesidad de “mamar” algo para calmar la ansiedad, en este caso una colilla de cigarro, que, aparte de los efectos de la nicotina en el sistema nervioso, el hecho de tener algo en la boca nos da un sentimiento de tranquilidad.
Sigmund Freud desarrollo una teoría del desarrollo psicosexual a comienzos del siglo XX, la cual postula que existe una sexualidad infantil, que se desarrolla en fases, cada una de las cuales se caracteriza por una zona erógena, un área clave que es la fuente de la líbido durante respectiva etapa. Son en total cinco: oral, anal, fálica, de latencia y genital. Como menciono en el párrafo anterior, su durante cualquiera de esas etapas, el infante sufre de ansiedad con respecto a la misma, es decir, se le reprime, apresura o simplemente no se lleva de manera adecuada, en la adultez puede presentar neurosis con respecto al área específica relacionada con dicha etapa.
Para poder entender cualquier teoría desarrollada o creada por Sigmund Freud, es necesario entender los conceptos básicos del padre del Psicoanálisis: Ello, Yo y Superyó. Para empezar, estos conceptos fueron desarrollados en su segunda teoría acerca de la estructura del aparato psíquico:
• Ello: El contenido de éste es inconsciente y consiste en la expresión de las pulsiones y deseos, de los instintos animales, por decirlo de una manera más comprensible. Las necesidades básicas caben en esta categoría. Mayormente entra en conflicto con el Yo y el Superyó, y son más marcados en dado caso de que en alguna de las etapas del desarrollo psicosexual se haya tenido algún tropiezo.
• Yo: es la instancia psíquica predominante y que actúa como mediadora entre las otras dos. Esta trata de conciliar las exigencias que regulan y castigan del Superyó, y también las demandas reales de los intereses y complacencias inconscientes del Ello. Es la parte encargada de desarrollar las estrategias que hagan posible el obtener el mayor placer, pero siendo regulada dentro de los marcos que la sociedad permita. Igualmente es el encargado de los mecanismo psicológicos de defensa.
• Superyó: es la instancia psíquica y moral, es la que pone en jaque la actividad del Yo. Para Freud esta parte de la mente surge como resultado de la resolución del complejo de Edipo y constituye la internalización de las normas, reglas y prohibiciones parentales que regulan las actividades diarias del individuo. En pocas palabras, las normas sociales, lo aceptado, lo “normal” se encuentra en esta parte del inconsciente.
Cabe mencionar también, formando el marco para comprender completamente las etapas del desarrollo psicosexual, que la teoría psicoanalítica fue construida sobre la base de los deseos inconscientes, en especial los que representan las necesidades biológicas y sexuales, que, para Freud, son centro de la motivación y la personalidad humana. Igualmente postuló que los trastornos neuróticos, junto con algunos otros, tienen una raíz psíquica, fundamentada en un retorno reprimido en forma de sintomatología.
Esta teoría la desarrolló después de haber trabajado con mujeres histéricas, descubriendo que las neurosis adultas nacen en la infancia. En sus palabras, afirmaba que los niños en su primera infancia son perversos polimorfos, refiriéndose a que los niños pueden sentir placer sexual en cualquier parte de su cuerpo, y que sólo socializando pueden reprimir estas necesidades, derivando en una heterosexualidad adulta (recordemos que a principios de 1900, se pensaba en la homosexualidad como una patología de la mente, que se podía evitar o causar con cualquier detonante, por más mínimo u casual que fuera).
Fue así, observando a los niños, como Freud pudo predecir una línea de tiempo con cada etapa, y así desarrollo un modelo a través del cual el niño podría desarrollarse de una manera “normal”, pero esta normalidad puede obstaculizársele al niño a través de fracasos y regaños por parte de los padres son aquellos encargados de su cuidado, causándole angustia, por lo cual el niño comienza a demostrar más preocupación por los temas relacionados con aquella área característica de esa etapa. Esta fijación persiste aun cuando crece, subsistiendo en la personalidad y derivando en psicopatologías, tales como neurosis, histeria y desórdenes de la personalidad; desarrollando infantilismo psicosexual. A esta Teoría, Freud la llamó propiamente Desarrollo Libidinal; desarrollando las cinco fases psicosexuales:
• Oral: es la primera etapa del desarrollo psicosexual, su duración consta desde el nacimiento hasta el primer año de vida. En esta, el foco de satisfacción se encuentra en la boca, y el placer mismo se obtiene de los cuidados y a través de la exploración del entorno, es por esta misma razón por lo que los pequeños tienen a meter todo a su boca. Es en esta misma etapa en la que el Ello domina al bebé, ya que no el Yo ni el Superyó está desarrollados, por esto, el infante no tiene noción de sí mismo, o los demás, y todo lo que hace tiene un fin hedonista. Mientras el Ello predomina,
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