Límites y posibilidades de la educación de los padres
Enviado por Roka771 • 20 de Octubre de 2015 • Ensayo • 877 Palabras (4 Páginas) • 202 Visitas
Ensayo: Sobre los límites y posibilidades de la educación para padres de familia
Introducción
La persona humana es, por su naturaleza, el único ser susceptible de ser educado. Su capacidad intelectual, su voluntad como también su capacidad de amar, cualidades que lo caracterizan en su humanidad, necesitan ser desarrolladas, potenciadas. El proceso educativo será el medio por excelencia que lo permite.
No obstante, la educación como tal posee ciertos límites y ciertas posibilidades, cuestión importante a tener en cuenta a la hora de aventurarse en la tarea de educar, principalmente cuando de nuestros hijos se trata.
Desarrollo
Las posibilidades de la educación respecto de las cuales se hace mención se relacionan, por una parte, con aquello que la misma persona posee, es decir aquello que tiene que ver con lo innato, lo que en ella puede desplegarse, desarrollarse, madurarse. Dada la cercanía física, pero principalmente afectivo - emocional con los hijos, los padres somos quienes podemos prestar, desde el inicio, esta ayuda con una influencia constante y efectiva que transcurre desde el instante mismo del nacimiento.
Por otra parte, es esta misma cercanía la que constituye en sí una posibilidad, es decir una oportunidad, que de ningún modo poseen otros educadores o adultos significativos.
Tanto mamá como papá debemos, y ello es en realidad de fundamental importancia, actuar de forma conjunta puesto que la coherencia y el discurso único evita la confusión y la inestabilidad en los niños. A su vez esto nos dá la posibilidad de llegar con la verdad, desde el respeto al paulatino crecimiento de los hijos y lo que le permite presentar la verdad dosificada, comprensible y de una manera continua, porque se pueden captar las ocasiones más adecuadas y aprovecharlas.
Muchas son las posibilidades que nos permite el proceso educativo, de las cuales sólo se han mencionado algunas. Pero todas estas posibilidades son viables porque a diferencia de otros, los padres contamos con un “plus”: el amor desinteresado e incondicional por nuestros hijos.
Por otra parte, al referirnos a los límites, se puede considerar en primera instancia el propio niño, quien es educado. Su libertad constituye un límite por encima del cual no se puede pasar, que marcará lo posible. No obstante es fundamental que desde el amor, desde el deseo de bien al otro y apelando a la posibilidad de superación y crecimiento, de que siempre puede ser mejor y más pleno, se busque develar lo mejor del hijo, esa humanidad que busca ser desplegada.
Se trata de acompañar, contener, mostrar, impulsar, motivar, sabiendo que aún buscando y proponiendo lo mejor, es el otro quien pondrá en juego su libertad a la hora de hacer una elección, tomar una decisión o actuar. Nuestra confianza debe descansar en intentar incansablemente hacer nuestro papel de la mejor manera posible.
Otro de los límites que podríamos considerar son aquellos inherentes a los propios padres, quienes “no lo saben ni lo pueden todo”, ya sea porque no se lo ha recibido en la propia educación, porque no se han cultivado algunos conocimientos o capacidades, cuando no se es coherente entre lo que se piensa, se dice o se hace, desconociendo la fuerza educativa de los gestos y actitudes que ampliamente superan las palabras y lecciones, o simplemente porque se pertenece a una generación diferente, lo cual en algunas etapas evolutivas de los hijos se manifiesta verdaderamente como un límite.
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