MONOGRAFIA DE COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico se refiere a dos temas importantes que forman parte del Comportamiento Organizacional, que son el Estudio de Valores y las Emociones y Estados de Ánimo. Por ello la presente monografía estará dividida en dos partes que se dedicaran a definir y explicar sus características y funciones dentro de la organización, todo ello con el fin de obtener beneficios tanto a todos los stakeholders de una organización.

        Para analizar esto se tendrá que conceptualizar algunos términos importantes como solo en si los valores, emociones y estado de ánimo, aprendiendo a diferenciar unos de otros para así poder tener una perspectiva de cómo cada uno de estos ayudaran y complementarán para cumplir los objetivos de lo que es el Comportamiento Organizacional.

        La metodología a usar es el leer y citar a varios autores que dan sus definiciones de los temas ya mencionados, hacer un análisis basado en las similitudes y diferencias de cada autor; en base a eso llegar a un resumen y a la vez dar implicaciones a los gerentes que es sobre ellos quien cae la responsabilidad de aplicar el Estudio de Valores y las Emociones y Estado de Ánimo con el fin de lograr los objetivos de la organización.

        Contraste en lo anterior se procederá a nuestras conclusiones sobre el Estudio de Valores y las Emociones y Estado de Animo dentro de todo lo que es el Comportamiento Organizacional.

PRIMERA PARTE: EMOCIONES Y ESTADOS DE ÁNIMO

GENERALIDADES:

-Definido coloquialmente como el amplio rango de sentimientos que experimentan las personas. Las emociones y el estado de ánimo surgen del afecto.

-Son de naturaleza cognitiva y son más generales que los sentimientos.

-Por lo general no están indicadas con expresiones distintivas. ( Monroy Iñiguez & Alfaro Quezada, -)

CONCEPTOS:

Como muestra la parte de generalidades ambos términos surgen del afecto, así que empezaremos a conceptualizar que es el afecto.

• AFECTO: Guiándonos de la filosofía de Henri Bergson con relación a la metafísica, el afecto pone énfasis en las experimentaciones corpóreas, es decir que se basa hacía algo que tiene un cuerpo y volumen.

Pasando a un concepto más genérico, el afecto es el amplio rango de sentimientos que experimentan las personas. El afecto se puede manifestar en dos formas, las emociones y los estados de ánimo. (Robbins & Judge, 2009)

• EMOCIONES: Son reacciones psicofisiológicas que la persona manifiesta ante eventos específicos, poseen una duración breve. Según Charles Darwin estas se evidencian es gestos del rostro y son de naturaleza específica, es decir hay muchas emociones (ira, alegría, miedo, etc.).
• ESTADOS DE ÁNIMO: Según Robert E. Thayer el estado de ánimo es un sentimiento de fondo que persiste en el tiempo. Con frecuencia su causa es poco clara y se dividen en dos, afecto positivo y afecto negativo. A diferencia con las emociones estas no se evidencian con gestos y su naturaleza es cognitiva.

Al tener claro los conceptos y las diferencias de cada uno de los términos, pasemos a ver la función de estos en la personas.

FUNCIÓN DE LAS EMOCIONES:

Las funciones que desempeñan son nada más que de naturaleza común, basándonos de nuevo en Charles Darwin nos plantea que las emociones ayudan al ser humano y a los animales a tomar decisiones para la supervivencia del mismo; como los casos de preservar su herencia (celos), mantenerte fuera del peligro (miedo), etc. (Darwin, 1873)

FUENTES DE LAS EMOCIONES Y ESTADOS DE ÁNIMO:

Personalidad.

Todo esto se basa en el término de Intensidad de Afecto, derivada de los trabajos de Yerkes y Dodson (1908) sobre las relaciones entre activación y rendimiento, postula la existencia de diversos mecanismos para compensar diferencias en niveles basales de arousal y conseguir un óptimo nivel de activación que permita un correcto funcionamiento global del sistema. El área psicobiología sostiene fundamentalmente en el estudio de diferencias hormonales y en la actividad de determinados neurotransmisores para explicar la Intensidad de Afecto. Y por último la sociología interpreta las diferencias en Intensidad de Afecto como el fruto del impacto diferencial de las presiones sociales que ejercen un control sobre las expresiones de las respuestas emocionales. (Ortiz Soria, 1997)

Días de la semana y hora del día.

Según D. Watson y su artículo “Mood and Temperament” las personas tienden a estar de peor humor a principios de semana y de mejor humor al final de la semana, esto porque la mayoría vincula su humor a su horario de trabajo.

Así también nos muestra que los niveles de afecto positivo tienden a tener su máximo alrededor del punto medio entre la hora de levantarse y la de dormir, sin importar las horas en que estos dos eventos ocurran. No obstante, el afecto negativo muestra pocas fluctuaciones durante el día. Este patrón básico se cumple ya sea que las personas se describan como matutinas o vespertinas.

Estrés:

Es común imaginar que el estrés afecta las emociones y los estados de ánimo, aunque más asociado a este último. En el trabajo, los acontecimientos de un día de tensiones afectan de manera negativa el estado de ánimo de los empleados. Asimismo, los efectos del estrés se acumulan con el tiempo generando un nivel de afecto negativo.

Actividades sociales.

Para mucha gente, las actividades sociales incrementan el estado de ánimo positivo y tienen poco efecto en el negativo. Esto por supuesto debe tener relación en que la actividad sea agradable  y en compañía de personas igual de agradables. Las investigaciones sugieren que las actividades físicas, informales o se asocian con más intensidad a los aumentos de humor positivo que los eventos formales o sedentarios. Se podría concluir en que si la actividad es lo más alejada de la responsabilidad de uno genera más afecto positivo.

Género.

Las evidencias confirman que las mujeres muestran mayor expresividad emocional que los hombres; experimentan las emociones con más intensidad y expresan con mayor frecuencia sus emociones, tanto negativas como positivas, excepto la ira. Si bien los estudios recientes asocian a esto con el trato que reciben desde pequeños por la sociedad.

En conclusión la fuente de las emociones y los estados de ánimo son uno mismo tanto en aspectos fisiológicos y psicológicos; así como en el entorno que rodea a uno a nivel social, ambos forjan con el tiempo con qué intensidad se darán los estados de ánimo tanto positivos como negativos y como repercutirán en nuestra vida.

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