Mentira, Goffman
Enviado por brittany0389 • 30 de Mayo de 2014 • 1.597 Palabras (7 Páginas) • 455 Visitas
La mentira siempre ha sido parte de nuestra vida, todos hemos tenido la necesidad de mentir, a través de ella podemos reservar para nosotros mismos ciertos elementos que podrían revelar piezas que nos hacen vulnerables ante los demás, pensamientos que pueden herir a las personas a nuestro alrededor, o simplemente guardamos esas verdades para no ser mal vistos por la sociedad. La mentira está presente todos los días en nuestro entorno social y estará presente siempre, a diario nos enfrentamos a tener que mentir y a no saber si las demás personas son del todo sinceras con nosotros, y tenemos que aceptarlo y aprender a vivir con ello.
¿Qué es la mentira?... dirá mentira quien teniendo una cosa en la mete, manifieste otra distinta con palabras u otros signo cualquiera. Y así se dice que el mentiroso tiene un corazón doble, es decir, tiene doble pensamiento: uno, el que sabe u opina que es verdad y se calla; el que dice algo pensando o sabiendo que es falso (Agustín de Hipona, I954: 472- 473).
A pesar de la constante presencia de la mentira en nuestras vidas siempre ha sido vista como una calamidad, un elemento prohibido, injustificable. Desde la antigüedad, era considerada como una de las peores acciones realizadas por el hombre, ya que se pensaba que mentir era atentar contra los dioses y toda repercusión se vería reflejada no solo en la persona que realiza la acción , si no en toda la comunidad. En la actualidad, con el paso del tiempo, la manera de ver la mentira fue cambiando, y es considerada como una forma de sobrellevar nuestro entorno social pero es y seguirá siendo un elemento dañino, reprobable, que atenta contra la confianza, y lo moral.
Por lo antes dicho observamos que siempre se nos ha enseñado a buscar la verdad, ser sinceros con nosotros y los demás, sin embargo ha existido en nuestra enseñanza la mentira, por ejemplo la mentira piadosa, que es una afirmación falsa que no afecta a nadie y se practica para no herir o enojar a la persona a la que va dirigida la acción, también se utiliza para evitar fricciones innecesarias con otros individuos. De esta manera la sociedad utiliza este tipo de términos para disminuir la importancia de estar actuando con deshonestidad y faltar a la moral, ya que mentir sin dañar o no a los demás sigue siendo una mentira. Como se menciona en el texto mendacium, San Agustín afirmaba “que toda mentira, sin importar sus circunstancias de elaboración, es pecaminosa”.
En ocasiones también nos encontramos en el acto de no decir la verdad, sin ser consientes de ello, pero no es desaprobado como la mentira misma; podemos afirmar algo creyendo que es verdadero porque así nos lo hicieron creer.
Haciendo referencia a lo que se menciona en, Mentira y Confianza: una mirada desde la dramaturgia de Erving Goffman, Alejandro Cruz Atienza:
Podemos enunciar la dualidad certeza/error como un plano cognitivo de la acción en donde la certeza denota la situación en la que el actor enuncia algo que revela estar en lo cierto, y error en la que enuncia algo que revela estar equivocado; y en segundo la dualidad verdad (sinceridad)/mentira como dualidad deóntica de la acción, en la que verdad(sinceridad) hace referencia al hecho moral de anunciar algo que se cree correcto y/o fundado, y mentira al hecho contrario de manipular el discurso ( Castillo del Pino,I989: I5I).
Con lo mencionado anteriormente se reafirma que siempre estamos y estaremos expuestos a la mentira. La mentira va entrelazada con la confianza, para que nuestro entorno continúe con su orden, y en paz tenemos que confiar en el entorno social, ya que de lo contrario jamás podríamos desenvolvernos con tranquilidad, si siempre estuviéramos pensando si los demás actúan con sinceridad o no y no sabríamos de que manera actuar. Y es aquí donde interviene el criterio de verdad, donde nosotros decidimos si creer o no, confiar en lo que dicen o en cómo actúan lo demás.
De igual manera para poder efectuar una mentira tenemos que conocer todas las acciones y comportamientos cotidianos y así poder actuar con normalidad al momento de llevarla a cabo, es así como sabemos que no dudaran de nosotros, ya que la sociedad confía en las acciones y comportamientos que comúnmente realizamos.
Paradójicamente, la mentira alimenta la confianza al tiempo que atenta contra ella: el mentir ayuda, en muchas situaciones, a normalizar la interacción que se lleva a cabo, pero una vez descubierta, la situación misma puede verse violentada y el portados del discurso mendaz desacreditado (Mentira y Confianza: una mirada desde la dramaturgia de Erving Goffman, Alejandro Cruz Atienza)
Existen diferentes tipos de mentiras, las licitas y las ilícitas. Las mentiras licitas son de las que estamos consientes las dos partes, sabemos que mentimos y la otra parte sabe que es probable
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