Metodologia De Investigacion.
Enviado por l.rod21 • 30 de Agosto de 2014 • 700 Palabras (3 Páginas) • 193 Visitas
Las personas, instituciones, empresas, organizaciones o grupos presentarán una actividad o un proyecto realizado en Colombia a favor de los Derechos Humanos.
Los candidatos deberán enviar el expediente completo antes del 17 de octubre de 2014, fecha límite de presentación, por correo postal o certificado, a la Embajada de Francia (Carrera.11 N°. 93-12) o a la Embajada de Alemania (Edifício Torre Empresarial Pacífic, P.H., Calle 110 No. 9-25, piso 11), o por correo electrónico a: (charlotte.lyne@diplomatie.gouv.fr o pol-hosp3@bogo.diplo.de)
La convocatoria a candidaturas y el reglamento del premio se pueden consultar en las páginas web: www.ambafrance-co.org o www.bogota.diplo.de.
Leo Castillo
Me hallo plenamente convencido de que, por muy enjundioso y acabado que en los breves días de nuestra existencia llegare a ser el conocimiento y aun la observancia de la varia tradición religiosa, filosófica, esotérica o la así llamada metafísica, si hacemos olímpica abstracción de la precariedad esencial de la endeble condición humana, apenas no habremos alcanzado sino una visión arquetípica en el más rígido sentido de este término y nuestra interioridad no consumaría cosa distinta de un rígido bloque de mármol, bien que intervenga en su pulimento el arte supremo y refinamiento sutilísimo de los mismos Fidias y Michelangelo de toda doctrina escatológica.
A la mala pasta sin desbastar del espíritu, la excelencia suprema de la industria de nuestros mejores ingenios no conseguirá más que maquillar y revestir de infatuación al individuo, propiciando que se pavonee ante la grey de la civilización descaminada como un semidiós ostentando un enigmático y nunca demostrado grado de superioridad o de iluminación trascendente: un robot de Dios, en el mejor de los casos.
Duro, cosificado y frío autómata de toda doctrina, en el extremo opuesto a la dignidad del ser humano: su libertad de pensar, de actuar e imaginar, su libre albedrío. Juez, inquisidor y verdugo de nuestras debilidades, el robot de Dios pisotea la delicada flor de la existencia con su arrogante marcha rectilínea hacia su proclamada redención de la especie. Es por ello que en un íntimo reducto de nuestro corazón algo reacciona y se revuelve ante sus profetas y mesías, maestros y apóstoles de toda laya, contra latroupe cuya oriflama es la perfección ilusoria y jactanciosa del “bípedo implume” platónico de que se hiciera mofa Diógenes el Perro. Son el miedo, la superstición y la esperanza su oriflama y sambenito, el santo y seña que los identifica y congrega. Estos optimistas censores no ven en nosotros más que lodo, plastilina, chicuelos que ellos, nuestros “mayores” tienen el deber (la “misión”, según declaran) de moldear a su disposición, a fin de hacer de nosotros verdadera gente de provecho trasmundano.
Igual desde que el satanismo incurre en logia, rito y doctrina,
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