Metáforas Platónicas

Metáforas Platónicas

La línea: En esta metáfora, Platón nos plantea que hagamos una “línea” y que esta sea divida en partes desiguales. Al hacerlo, se dividen en segmentos que serán clasificados en grados de conocimiento, que son: imaginación, creencia, pensamiento e inteligencia. Viendo más específicamente como se entrelazan unas con otras, podemos darnos cuentas que el que más relación tiene con los demás mundos, es la inteligencia. Si nos ponemos a analizar un poco el por qué, nos damos cuenta que es la inteligencia un fundamento base para todos los seres humanos y que es lo que más nos sirve. Sin inteligencia no tenemos nada. Y si ya sabemos, no hay que quedarnos solo con lo que tenemos, sino ir por aún más, para así tener un mayor grado de inteligencia. (Olleta, 2014)

El Sol: Platón, aquí nos muestra algo que dice, es superior a las virtudes, pues habla del bien. Se debate entre la gente que el bien es algún placer, y otras personas opinan que es el conocimiento. El sol viene siendo una fuente de luz, la visión, lo más alto del conocimiento. Esta idea atrapa la verdad y hace posible el conocimiento inteligible. Sin embargo, también es fuente que da vida con el calor que emana. Es como la mayor de las ideas, estando por encima de ella.  (Olleta, Torre de Babel, 2014)

Del amor: Podemos ver que en esta metáfora, él nos plantea algo más bien como el amor platónico. Dice que el amor verdadero es el que se le tiene al conocimiento, al saber más de algo, porque amas lo que haces. Sin embargo, aclara que el amor platónico no es el amor a una persona, sino es el amor de conocerla y saber de ella. Actualmente esta definición la tenemos como “inalcanzable” y no como en su concepto que el mismo Platón había planteado. Nos dice que la belleza exterior viene del alma, por lo que nos deja en claro, que en lo que debemos fijarnos más es en los sentimientos de la persona.  (Anónimo, 2008)

Mito de la caverna: Nos lo plantea de la siguiente manera, dentro de una cueva hay muchos hombres, se encuentran solos, sin poder verse el uno al otro, más que sólo las simples sombras que se reflejaban en el suelo. No se podía ver el sol y ellos luchaban por salir de ahí algún día para así disfrutar de la luz que brindaba. Viéndolo de una forma “actual” nos damos cuenta que los hombres seguimos siendo nosotros, más la caverna es el gobierno, que nos tiene atrapados y atados sin hacer algo, mientras que día con día cada uno tratamos de alzar la voz para que se nos sea escuchados por todos y ocurra un gran cambio.  (Anónimo, Filosofía Fácil, 2014)

El carruaje halado y los dos caballos: La metáfora nos habla de dos caballos, uno bueno y uno malo, y su conductor. Viéndolo de un punto de vista, el conductor somos nosotros, o más bien nuestra alma, por así decirlo, el caballo bueno, es como si fuera nuestro lado “positivo” que tiene valor, coraje, fuerza de voluntad y que jamás se rinde. Del otro lado, está el caballo malo, que pertenece al lado “negativo” y no es más que alguien rebelde y sobre todo difícil de manejar. Está más que claro esto, si sabemos tomar una buena decisión, entonces llegaremos con más facilidad a nuestros objetivos ya planteados. (Olleta, Torre de Babel, 2014)

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