Mi Felicidad

FELICIDAD, palabra tan amplia, muchísimas veces usada pero pocas veces aplicada sabiendo su concepto, de donde viene o que quiere expresar. No sabemos si es una palabra suelta, si es un sentimiento, si es un estado de ánimo, si es un deseo. Es una explosión de emociones que te empuja hacia el vacío, que te hace volar, desde dentro. Es una sonrisa eterna, unos ojos vidriosos y luminosidad en el rostro. Lo que sí sé que lo que a mí me hace feliz a los demás a lo mejor no y viceversa; en la antigua Grecia, Platón la definió la felicidad como “lograr el equilibrio entre las partes del alma; esto es vivir de acuerdo al orden natural,” Sócrates sostiene que es la “imperturbabilidad.” mientras que Santo Tomás de Aquino la identifica con “la contemplación beatífica de Dios, y la vida de un santo.” Ahora bien en la actualidad el concepto de felicidad ha cambiado. Por definición de diccionario sabemos que es un “estado de ánimo que se complace con la posesión de un bien,” sin embargo muchos sostienen que los bienes materiales no son necesarios para alcanzarla, y hasta otros la definen como un estado de ánimo que se alcanza mediante el despego de los bienes, tanto materiales como morales, o espirituales.

La felicidad se compone de momentos, buenos, agradables, divertidos, en definitiva, felices. Momentos que, unidos, forman ese concepto; el que todos buscamos y el que, todos, encontramos alguna vez en la vida. Quizá a veces no sepamos que está ahí, a la vuelta de la esquina, y que existe, en cada sorbo de café, en cada bocado de alegría. Quizá a veces, no sepamos valorarla, porque la felicidad no se entiende sin tristeza. Es el contrapunto amargo de la tristeza, de la amargura o la desdicha el que nos lleva a añorarla primero, y a valorarla después.

La felicidad no entiende de condiciones, pues algunos son felices con muy poco y otros la buscan eternamente. Saber reconocerla es ser afortunado, pues no todo el mundo lo consigue. Pero está ahí, muy cerca, mucho más de lo que crees, a tu lado, todos los días y empieza con una simple sonrisa, con un simple abrazo.

Personalmente considero que la felicidad depende de cada persona, solo de nosotros, de que creemos que nos hace feliz y cuanto vamos a hacer para ser felices. Aquí creo que esta la disputa que se debate tanto ¿algún día alcanzaremos la felicidad plena o total? ¿Porque la discusión? porque yo soy feliz con la familia que forme, con la llegada de mi hija, por tener salud y por poder estudiar una carrera que me gusta, pero esta felicidad o bienestar se opaca porque no puedo trabajar en aquello que me recibí, ahí el dilema.

Si hago el análisis, felicidad y carrera de Psicopedagogía puedo decir que el día que me reciba y pueda ejercer dicha profesión voy a ser feliz, pero más aun cuando desde mi lugar pueda colaborar, pueda aportar, pueda ser el puente, pueda ser la mirada o los ojos de y para aquellos sujetos que

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