Modelo de Trabajo, Psicología Institucional UBA
Enviado por Fernando Mendler • 17 de Julio de 2019 • Trabajo • 2.729 Palabras (11 Páginas) • 105 Visitas
Introducción
El presente informe de devolución diagnóstica se desprende de la investigación llevada a cabo por un grupo de trabajo de la Facultad de Psicología, en el servicio de consultorios externos del turno tarde de un hospital público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se centra en el tratamiento de la urgencia en salud mental. El equipo de trabajo de dicho servicio fue tomado como la organización que conforma nuestro objeto de estudio, a fines de alcanzar una mayor comprensión del funcionamiento organizacional y los atravesamientos institucionales.
Se llevaron a cabo tres entrevistas entre abril y mayo del corriente año. Cada entrevista se realizó de manera individual a diferentes profesionales que integran el servicio: una psiquiatra, una terapista ocupacional y una psicóloga concurrente. A partir de la información recabada en estas instancias se ponen en evidencia algunos aspectos que insisten en los distintos discursos, que conformarán los ejes del análisis presentado.
Por cuestiones de confidencialidad y para respetar la identidad de las personas entrevistadas, no aparecerán en el informe datos reales de la organización.
La fragmentación como producto del individualismo
La realización de las entrevistas en el hospital tuvo lugar en un período positivo para el servicio de consultorios externos. A diferencia de otros servicios dentro del mismo hospital, este fue trasladado a un edificio nuevo donde las condiciones laborales mejoraron sustancialmente. Una de las entrevistadas nombró ese traslado como “ascender de clase social”. Por lo que pudimos escuchar en las entrevistas realizadas, los trabajadores del hospital se habían acostumbrado a trabajar en condiciones muy precarias. Atendían en consultorios hacinados en donde no circulaba el aire y los espacios estaban muy sucios. Las trabajadoras con las que conversamos señalaron no poder creer cómo es que trabajaron tantos años así.
Nos interesa en este apartado proponer un abordaje del contexto político-social para pensar la naturalización de las magras condiciones laborales con las que trataba el servicio de consultorios externos del turno tarde del hospital, como la fragmentación institucional en todo el hospital.[a]
El gobierno de Mauricio Macri iniciado en 2015 llevó a cabo medidas que afectaron sensiblemente el ámbito de la salud pública. Partiendo de medidas como el decreto en contra de la ley de salud mental (2017) y la disolución del ministerio de salud, se puede ubicar un modo de intervención política que tiende a reconfigurar el modo de abordaje de la salud pública, en aras de un modelo más próximo a las políticas manicomiales, fortaleciendo el rol del saber de la psiquiatría en los tratamientos, que vulnera el espíritu de la ley de salud mental.
A meses del año 2020 (ubicado como meta para la sustitución de los hospitales psiquiátricos por hospitales generales propuesta por la ley N°448) y en un contexto en donde la voz de las y los psicólogos pierde cada vez más incidencia en los tratamientos, pensar a un hospital público de emergencias psiquiátricas no puede hacerse sin tener en cuenta las políticas de recorte que sufre hace ya cuatro años el sistema público.
Pensamos que articular las problemáticas de la institución con el contexto político es necesario para problematizar la naturalización de las condiciones de precarización experimentada por los trabajadores del hospital.
Que se haya llegado al punto de naturalizar semejantes condiciones laborales habla de lo poco prioritario que parece ser el cuidado del hospital público de salud mental en nuestro país. Esto nos hace preguntarnos qué efectos tiene en la sociedad que el Estado no se preocupe por estas instituciones, y cómo repercute esto en los pacientes y en los trabajadores de las mismas.
Por otro lado, ubicamos que así como nacen movilizaciones en contra de las medidas que van derrumbando poco a poco hospitales enteros a modo de resistencia, la idea de “meritocracia” tan presente en nuestra sociedad también afecta la dinámica institucional.
Ser un trabajador/a en el hospital implica luchar contra las consecuencias que supone el abandono del sistema sanitario estatal. Encontramos en el discurso de las entrevistadas que esto motivaba los reclamos que exigían un cambio edilicio, siendo esta lucha comprendida a su vez por las y los trabajadores del servicio de hospital de día.
Si bien no tuvimos la posibilidad de indagar sobre cómo fue el proceso de mudanza del servicio de consultorios externos, ni cómo se ha logrado, ubicamos en este progreso edilicio una notoria fractura con sus compañeros. Pareciera que el discurso meritócrata del “sálvese quien pueda” ha atravesado las paredes del hospital, y con ello ha modificado los vínculos institucionales que mantenían estos dos servicios (hospital de día y consultorios externos del turno tarde). En este sentido podemos señalar que en un escenario de tanta inestabilidad laboral, se produce una tendencia al individualismo muy fuerte que limita la posibilidad de articular y trabajar con otros. Con esto podemos leer el distanciamiento y el presunto desinterés que advertimos respecto de los trabajadores del servicio de hospital de día, quienes continúan realizando su tarea diaria en el edificio viejo.
La fragmentación en relación al trabajo con padecimientos psíquicos graves
Consideramos pertinente señalar una especificidad propia del Hospital, que tiene relación con el modo en que la institución aloja el padecimiento y se organiza.
De las entrevistas se desprende que el trabajo con sujetos que presentan padecimientos psíquicos propios de patologías graves supone necesariamente una proximidad cotidiana con el sufrimiento. Alojar el padecimiento, intervenir sobre lo que se presenta muchas veces bajo la forma extrema del modo psicótico de la angustia, implica elaborar estrategias que permitan a los profesionales cierto grado de contención y protección frente a lo arrasador del padecimiento.
Queremos decir que, en los comentarios de los profesionales entrevistados, insiste el problema de cómo trabajar con el sufrimiento, sin verse anulados por eso mismo con lo que trabajan.
En este sentido, las distintas formas de organización pueden tender a aminorar los efectos mortificantes de dicha tarea, o propiciar grados de exposición que vuelvan difícil soportar el trabajo. Como refería una concurrente, la fragmentación de la esquizofrenia lleva, muchas veces, a la fragmentación del modo de funcionamiento del Hospital, como si hubiera una lógica de “contagio” frente a la cual se debieran inventar modos de compensación, articulación y alivio. Una de las respuestas que surgen desde el servicio es la de una fuerte articulación entre los trabajadores, una promoción (facilitada por un recorrido común de muchos años) del sentimiento de pertenencia, en definitiva: el sostenimiento persistente de cierta idea de grupalidad que vincula, hace lazo, permite un acompañamiento que vuelve soportable el trabajo y habilita que circulen experiencias gratificantes.
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