Musicoterapia La influencia del sonido en el Aprendizaje, la Educación y en el comportamiento humano

Musicoterapia

La influencia del sonido en el Aprendizaje, la Educación y en el comportamiento humano

Jaime Adolfo Vargas Espinoza

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2a Edición

Libros Groppe, Guadalajara, Jalisco, México

Musicoterapia: La influencia del sonido en el Aprendizaje

Gracias a nuestra naturaleza espiritual, podemos comprobar que la música, como una de las manifestaciones superiores del espíritu humano constituye, por sus características, una vía de acceso a nuestro desarrollo transpersonal, es decir, a ese ámbito de la superconciencia en la que se produce una transformación y sublimación de nuestras energías instintivas, impulsos, pasiones y sentimientos que pueden tomar distintas modalidades dentro del campo artístico.

Podríamos afirmar que la creación artística es una modalidad particular de manifestación de los contenidos transpersonales proyectados al ámbito de la consciencia ordinaria.

Aunque algunos digan que la música es primero que todo y otros digan que no es una necesidad, lo cierto y evidente es que ha estado en un lugar importantísimo en la historia del hombre y del arte.

Una frase que sin duda resume el punto de vista de todos aquellos que han reído y llorado con la música, que han arrullado y bailado con ella, que han encontrado en la música un reflejo de diversos estados de ánimo, es la de Friedrich Nietzsche: “La vida sin música, sería un error”.

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El sonido y la música pueden elevar nuestro espíritu, darnos energía, calmarnos, curar nuestro cuerpo, afectar al intelecto, alterar la química del cuerpo y cambiar nuestra consciencia.

Aprendiendo a usar las ondas invisibles del sonido podemos cambiar nuestra vida y alcanzar el bienestar integral de nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestro espíritu.

La musicoterapia es el tratamiento a través del uso controlado de la música y sus elementos (Munro y Mount, 1978) y se basa en investigaciones sobre su efecto en el ser humano, lo que la ha convertido en una especialización científica. Una de las definiciones que integra una visión holística del ser humano, es la de Diego Shapira, la cual posee el tino de incluir tres aspectos fundamentales de la intervención: prevención, tratamiento y rehabilitación: Epistemológicamente, es una ciencia emergente, un subsistema del conjunto de ciencias y tecnologías de la salud, que tiene como objeto de estudio al ser humano – como unidad biopsicosocial- y su relación con el sonido; y que en su aplicación práctica privilegia la utilización de los denominados discursos no verbales (discursos sonoros y corporales) como herramientas psicoterapéuticas fundamentales, tanto en el área de la prevención, el tratamiento y la rehabilitación (Shapira, 1992).

Even Ruud (1990), psicólogo noruego con formación adquirida en los EE.UU., como musicoterapeuta, en su libro "Caminos de la Musicoterapia", afirma, con referencia al siglo XX, que "...en este final de siglo, la utilización de la música con fines terapéuticos ha aumentado su importancia en la mayor parte del mundo industrializado....así como que la práctica del uso terapéutico de la música nunca estuvo tan difundida y diferenciada.... es reconocida como instrumento valioso, tanto en psicoterapia como en educación especial, así como en algunas áreas de medicina somática..."

Para Edith Lecourt (2010), musicoterapeuta francesa, "...la musicoterapia es la aproximación sensorial sonora con intención terapéutica a cierto número de dificultades psicológicas y patologías mentales..."

Aunque los usos de la terapia musical van más allá del ámbito clínico-terapéutico, ya que ha sido de gran utilidad en educación, en la productividad y las relaciones laborales, entre otros.

La musicoterapeuta argentina Gabriela Wagner (Benenzon, Rolando O.; Hemsy de Gainza, Violeta; Wagner, Gabriela, 2008) nos habla de la "...musicoterapia como recurso

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musical terapéutico no tradicional; se integra a las disciplinas que se ocupan de la prevención, tratamiento y rehabilitación de diversas discapacidades, así como de las consideradas dentro del campo de la salud mental..."

Otra de las áreas en las que la Musicoterapia ha tenido excelentes resultados, es la de la Educación Especial, principalmente en lo relacionado con las personas con diferentes discapacidades.

La Musicoterapia, concebida de modo amplio, se encuentra estrechamente ligada con las ciencias del comportamiento, sin embargo, para formar su estructura teórica conceptual, necesita de un enfoque interdisciplinario, que tenga en cuenta principalmente los conceptos biológicos, psicológicos, educativos y musicales.

En el proceso terapéutico con musicoterapia, se pueden utilizar sonidos, trozos musicales y estructuras rítmicas para lograr diversos resultados terapéuticos directos e indirectos a nivel psicológico, psicomotriz, orgánico y energético y espiritual.

En el marco general de la musicoterapia, existen muchas tendencias, escuelas y direcciones de aplicación. Por ejemplo, la musicoterapia ambiental permite diseñar espacios sonoros amables, acogedores y tranquilizantes en salas hospitalarias y lugares de concentración pública.

La Terapia de Entonación Melódica, fue desarrollada en el hospital de veteranos de Boston, un importante centro de investigación neuropsicológica, para ayudar a recuperar el habla a enfermos que por causas diferentes la han perdido. En el ámbito de la estimulación psicomotriz temprana y dentro de los programas educativos regulares o especiales, se utiliza la musicoterapia como facilitadora del aprendizaje e inductora de la coordinación entre los pensamientos, las emociones y los movimientos.

También podemos encontrar un estilo de musicoterapia más sutil, que utiliza tonos puros, frecuencias particulares que hacen parte de un código específico de información que estimula puntos o zonas del cuerpo físico o del campo

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energético humano para equilibrar funciones orgánicas o psicológicas concretas. Algunas investigaciones han podido demostrar experimentalmente que la música y sus componentes fundamentales como estructura rítmica, escalas y tonos, producen patrones de actividad eléctrica cerebral coherente. Ello se traduce en una mayor eficacia a nivel del funcionamiento del cerebro, no solo como rector de los procesos cognitivos, sino también como regulador de las funciones vegetativas del organismo.

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