Necesidades Sociales

Necesidades Sociales

Necesidades psicológicas adquiridas: las necesidades y las cuasinecesidades sociales.

Las cuasinecesidades son anhelos y deseos de inducción situacional que en realidad no son necesidades auténticas en el mismo sentido en el que lo son las necesidades Fisiológicas, Psicológicas y sociales. Se les denominan Cuasinecesidades porque de alguna forma se le asemejan a las necesidades verdaderas. Afectan a la cognición, la emoción y la conducta. Las cuasinecesidades se originan a partir de las demandas y presiones situacionales. Siempre que una persona las satisface esta se desvanece. Estos deseos y anhelos son inducidos de manera situacional que surgen de un contexto psicológico de tensión y urgencia por satisfacer alguna demanda ambiental.

Los seres humanos adquieren las necesidades sociales a través de la experiencia, el desarrollo y la socialización y estas son más perdurables. Una vez adquiridas, las necesidades sociales surgen y activan el potencial emocional y conductual ante la aparición de los incentivos satisfactores de la necesidad. No obstante, además las personas también aprenden a anticipar la emergencia de incentivos pertinentes a la necesidad, así las personas obtienen y dependen del conocimiento personal acerca de sus necesidades sociales, a fin de gravitar hacia ambientes capaces de activar y satisfacer las mismas.

El incentivo activador de la necesidad para cada una de las cuatro necesidades sociales son las siguientes: para el Logro, hacer algo bien para demostrar la competencia personal; para la afiliación, la oportunidad para satisfacer a otros y obtener su aprobación; para la intimidad, una relación cálida y segura; y para el poder, tener influencia sobre los demás.

La necesidad del logro es el deseo de tener un buen desempeño en cuanto a un estándar de excelencia. Motiva a las personas a buscar “Éxitos en competiciones con un estándar de excelencia” Cuando se enfrentan estándares de excelencia, las personas muestran distintas reacciones emocionales. Los individuos con altas necesidades de logro generalmente responden con emociones (p. ej. Esperanza) y conductas orientadas a la aproximación, mientras que las personas con una baja necesidad de logro o alto temor al fracaso por lo general responden con emociones como ansiedad y conductas orientadas a la evitación. Por ende las personas con una elevada necesidad de logro eligen tareas moderadamente difíciles. Se involucran rápidamente en tareas relacionadas con el logro, hacen un mayor esfuerzo y tienen un mejor desempeño en tareas de dificultad moderada, persisten frente a la dificultad y el fracaso y asumen una responsabilidad personal por sus éxitos y fracasos. El modelo de la dinámica de la acción agrega que cualquier corriente de conductas continuas está determinado no solo por la necesidad de logro y el temor al fracaso, sino también por la conducta de logro en sí misma.

Algunas formas de pensar están más relacionadas con el logro que otras incluyendo, percepciones de capacidad elevada, orientación al dominio, altas expectativas de éxito, fuerte valoración de logro, estilo de atribución optimista.

Existen dos enfoques teóricos que dominan nuestra comprensión de la motivación de logro: el clásico y el contemporáneo. La visión clásica es el modelo de Atkinson de conducta de logro, que incluye el modelo de dinámica de la acción. La visión contemporánea es un enfoque cognitivo que se centra en las metas que las personas adoptan en situaciones de logro.

Según el modelo clásico de logro de Atkinson, la aproximación frente a la evitación conductual es función multiplicativa de la necesidad de logro del individuo, de la probabilidad de éxito y del incentivo de éxito. La teoría de Atkinson incluye cuatro variables: Conducta de logro y sus tres factores de predicción: necesidad de logro, probabilidad

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