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Niños Con Autismo Y Niños Con Asperger


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2013  •  5.353 Palabras (22 Páginas)  •  286 Visitas

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Niños con autismo

Que es:

El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta a ciertas funciones cerebrales. Consiste en una alteración grave y de carácter generalizado que abarca varios ámbitos del desarrollo de las personas: social, comunicativo y de la imaginación. Los síntomas suelen aparecer durante los tres primeros años de existencia, y continúan a través de toda la vida.

Personas con autismo:

Desde una perspectiva psicológica, las personas con autismo tienen dificultades para percibir el mundo de forma compartida. La imagen de aislamiento que transmiten, viene determinada por su incapacidad para entender el entorno y aprender compartiendo experiencias. Sus sistemas perceptivos parecen no estar predeterminados para atender y entender los estímulos sociales y darles a éstos mayor valor que a otros estímulos, como ocurre en un desarrollo normal. Como consecuencia, las personas con trastorno autista tienen serios problemas para entender el comportamiento social, y para imitarlo.

Señales:

Las personas con autismo clásico muestran los siguientes síntomas:

• Graves déficits en la interacción social, en la comunicación y en el lenguaje. Cierta tendencia a aislarse de los demás.

• Imaginación limitada.

• Realización de rituales sin función aparente: movimientos repetitivos, carreras sin rumbo,.

• Resistencia a los cambios en el medio: cambios en el hogar, resistencia a nuevos alimentos, prendas de vestir,.

• Déficits de imitación y juego simbólico: ausencia de juego o presencia de juegos repetitivos, sin componente imaginativo, sin fantasía.

• Trastornos de conducta.

Como se detecta:

La mayoría de niños con autismo no responden a sus nombres y a menudo evitan mirar a otras personas a la cara. Suelen mostrar una aparente indiferencia ante lo que les rodea. Con frecuencia tienen dificultad para interpretar el tono de la voz y las expresiones faciales. Tampoco responden a las emociones de los otros, ni miran de frente en busca de señales. Parecen estar ajenos a los sentimientos de los demás, así como al impacto negativo que su comportamiento pueda ocasionar en el entorno. Es frecuente observar que se abstraen en movimientos repetitivos, tales como mecerse, dar vueltas sobre sí mismos, aletear con las manos, o enrollarse el pelo. En ocasiones estas personas pueden presentar comportamientos autodañinos, como golpearse la cabeza o morderse. Por lo general, suelen comenzar a hablar más tarde que otros niños, o incluso no hablar nunca. Suelen referirse a ellos mismos por sus nombres en tercera persona, en lugar de por “yo” o “a mí”. Algunos hablan con una entonación extraña, sin ritmo o a un volumen inadecuado, y cuando lo hacen suele ser sobre un repertorio limitado de temas, sin tener en cuenta el interés de su interlocutor. A menudo responden anormalmente a los estímulos sensoriales (sonidos, tacto, etc.). Muchas de estas personas presentan una sensibilidad reducida al dolor, o bien alteraciones de comportamiento como el resistirse a ser abrazados.

Grados:

El autismo tiene tantos niveles y rostros como personas lo padecen. No todas las personas con autismo presentan el mismo tipo de síndrome, ni lo sufren en el mismo grado. Los especialistas han determinado UN ESPECTRO AUTISTA para clasificar e incluir sus distintas manifestaciones; así, además del AUTISMO en su forma más clásica o Trastorno de Kanner, existe el llamado Trastorno de Asperger, el Trastorno de Rett, el Trastorno Desintegrativo Infantil, y el Trastorno del Desarrollo no Especificado. Aunque todos pertenecen a la misma familia, y presentan síntomas comunes, se clasifican con criterios diagnósticos diferentes. Además existe un conjunto de trastornos genéticos que cursan entre sus manifestaciones con síntomas autistas, y que junto al grupo anteriormente descrito, actualmente se conocen como TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA.

A quienes afecta:

Los Trastornos del Espectro autista tienen una incidencia de aproximadamente 1 persona por cada 166 nacimientos, y es cuatro veces más frecuentes en varones que en hembras, y ha sido detectado en personas de todas las razas y niveles sociales. La mayoría de las personas con autismo son normales en apariencia, aunque su inteligencia es muy variable: un 75% aproximadamente presentan discapacidad intelectual.

Que lo causa:

Se desconocen las causas reales que provocan el trastorno autista, aunque en la actualidad es aceptado un origen genético (alteraciones cromosómicas) y neurobiológico. Algunos estudios han encontrado anormalidades en ciertas regiones cerebrales, donde las neuronas parecen ser más pequeñas de lo normal y presentar fibras nerviosas subdesarrolladas; o incluso mayor número de neuronas, pero que no se conectan entre si de forma adecuada. Estas anormalidades sugieren que el autismo resulta de una alteración en el desarrollo del cerebro durante el desarrollo fetal.

Que no lo causa:

La creencia inicial de que los hábitos de los padres eran los responsables del trastorno ha sido completamente descartada. En ningún caso el autismo surge debido al comportamiento paterno, al tipo de trato o educación recibido, o al nivel familiar o social al que se pertenece.

Tratamiento:

No existe curación para el autismo. Sus manifestaciones estarán presentes durante toda la vida del paciente. Sin embargo, ello no quiere decir que sea un problema con el que no se pueda hacer nada. Está comprobado que, con un diagnóstico precoz y una terapia especializada y personalizada, se pueden lograr avances significativos en la conducta, la comunicación, la integración social y la autonomía de las personas con autismo. En general, se puede mejorar la calidad de vida de estas personas.

Terapias:

Las terapias que logran una mejora sustancial incluyen intervenciones educativas y biológicas. Los terapeutas trabajan en estrategias de entrenamiento muy estructuradas e individualizadas, para ayudar a desarrollar destrezas sociales y de lenguaje, que deben comenzar lo más precozmente posible, ya que los niños aprenden de forma más rápida y efectiva cuantos más pequeños son. El tratamiento farmacológico puede ser eficaz para controlar las conductas autodañinas u otros trastornos asociados, como la epilepsia, la hiperactividad y déficits atencionales, los trastornos del sueño, etc.

Siempre bajo prescripción médica por parte del médico que haga un seguimiento de su evolución.

Se han probado varios tratamientos para el autismo, algunos han tenido mayor éxito que otros. De los tratamientos con mejores resultados se encuentra el de Modificación de Conducta, es el más aceptado porque tiene la capacidad de mantener bajo control instruccional al niño y lograr

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