No solo hace falta una emoción

                                                No solo hace falta una emoción.

Las emociones dentro de cualquier mensaje, no sirven si no son sinceras.

No estoy en contra de lo expuesto en el texto “Para poder tocar no siempre se necesitan las manos”, lo único que busco es hacer constar que se necesita más que la “preocupación activa por el otro, usando mensajes que demuestren que somos queridos y que se interesan por nosotros” que es lo que en resumidas cuentas habla en texto.

Si bien es la única manera a causa de esta contingencia, el hablar con emociones no siempre es lo que completa a una persona. Pongamos un ejemplo: ¿qué sucede cuando una persona a pesar de estar rodeada de otras se siente sola?, cuando esas personas hablan, escriben, te aconsejan, opinan, etc., lo hacen con mentira, y egoísmo.

Veamos, hablamos de una persona común, sin ningún tipo de enfermedad o trastorno solo un ser humano con sentimientos, que se esfuerza, que vive y deja vivir sin hacer mal a nadie o al menos no intencional, ¿por qué la palabra sin emociones sinceras le afectaría? la respuesta es tan sencilla, por el simple hecho de ser humanos pensantes y con sentimientos.

Contrariamente a la creencia popular, las relaciones a larga distancia pueden funcionar, al menos a esa conclusión parecen llegar algunas investigaciones recientes. En la Universidad de Cornell (EEUU) compararón las relaciones a distancia de varias parejas con parejas que se encontraban geográficamente cerca, y descubrieron que las parejas a distancia, pese a comunicarse con menos frecuencia, decían experimentar una mayor intimidad con su pareja, sintiéndose en consecuencia más cerca de ella emocionalmente. Para poder realizarse esto damos la razón a que es necesaria la comunicación y por ende para esto se requieren emociones sinceras. [1]

Desde el punto de vista personal cada uno de nosotros busca relaciones personales adecuadas a nuestra manera de entender la vida, a nuestra manera de ser y la realidad que cada día vivimos y, al mismo tiempo, necesitamos expresiones de amor, de cariño y, de afecto, y por supuesto, todo esto con emociones sinceras. Obviamente, también podemos sentir afecto en otros aspectos, como puede ser la familia, personas que conozcamos, no de manera usual pero que sí responden a los atractivos necesarios personales para que tengamos esos sentimientos hacia ellas.

Algo que me llamo la atención del texto y es muy cierto por experiencia propia es el siguiente enunciado “En ocasiones podemos compartir sofá y cama con alguien que a pesar de estar físicamente, lo sentimos a miles de kilómetros debido a la frialdad emocional”, más de uno hemos sentido esto y es básicamente lo que quiero demostrar, un mensaje que te “acaricia a la distancia” escrito sin sentir, no es lo mismo que un mensaje de palabras puras que despenden cariño nato y que no se requiere preguntarse así mismo si es verdad porque lo sabes, sabes que esa persona verdaderamente está presente a pesar de la distancia.

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