PADRES Y DESARROLLO DE LOS HIJOS: PRÁCTICAS DE CRIANZA.

Nombre: Makole Piare Alcayaga Flores.
Carrera: Psicología.

Ensayo de diagnóstico.

miércoles, 16 de marzo de 2016

PADRES Y DESARROLLO DE LOS HIJOS: PRÁCTICAS DE CRIANZA.

Las prácticas de crianza que utilizan los padres se relacionan con los problemas de conducta de los hijos. Así, los padres ponen en práctica estrategias como los estilos educativos, practicas de crianza y de socialización, a la hora de inculcar valores, normas y por sobre todo regular la conducta de sus hijos. Pero, ¿Qué estilo de crianza podría favorecer el desarrollo del niño?

En primer lugar, los estilos de socialización, se basan principalmente en los niveles de comunicación existente entre padres e hijos. En efecto, si prevalece la comprensión y el acercamiento, los padres obtendrán una buena comunicación con sus hijos y conllevará a una ideal conducta, por el contrario, si se impone una relación y comunicación nula con el afecto negativo y castigos físicos, implicará problemas de atención, problemas externos y claramente problemas de conducta y agresividad. Por consecuente, los factores determinan los estilos de crianza, hay que tener en cuenta la eficacia de los diversos tipos de disciplina y para comprender mejor las terminologías, en psicología los estilos de educación se dividieron en: democrático, autoritario, permisivo e indiferente.

El estilo autoritario, se basa principalmente en un alto control de exigencias y con un bajo nivel de diálogo. Lo que predomina es la obediencia, la autoridad y el uso frecuente del castigo y medidas disciplinarias. Los padres influyen, controlan, evalúan el comportamiento y las actitudes de sus hijos. El hecho de que los padres sean dominantes y autoritarios, predice que el/la niño(a) padezca de ansiedad, depresión, conducta delictiva y problemas internos.

El estilo permisivo, se caracteriza principalmente por tener un bajo nivel de control, pero con un nivel alto de comunicación, precisamente por el afecto y el dejar hacer. No exigen responsabilidades, al contrario permiten al niño se autoorganizarse. En consecuencia los niños tienden a ser inseguros, tener bajo rendimiento académico, baja tolerancia a la frustración, cambios frecuentes de humor, bajo autocontrol e inmaduros para su edad.

El estilo indiferente es utilizado cuando los padres rechazan o son negligentes, se implican muy poco en la crianza de sus hijos, hay una ausencia de comunicación y nula sensibilidad hacia las necesidades de los niños. Por lo tanto, los niños frecuentemente tienen una baja autoestima, no acatan ninguna norma, tienen una escasa empatía, no son sensibles a las emociones de los demás, son vulnerables a los conflictos sociales y personales.

Por último, el estilo democrático representa a los progenitores con niveles altos de comunicación, afecto, control y exigencias de madurez. Son padres afectuosos, refuerzan el comportamiento, marcan límites pero también ofrecen orientaciones a sus hijos, están dispuestos a escuchar sus ideas y llegar a acuerdos con ellos. En efecto, los niños tienen una mayor empatía y generosidad con los demás, su autoestima es ideal, son buenos competentes, tienen control de impulsos negativos, un buen rendimiento académico, sentido de responsabilidad y excelente comunicación y confianza con sus padres.

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