PERSONALIDAD Y ADMINISTRACION DEL TIEMPO
Enviado por edgarornelasf • 18 de Junio de 2012 • Tesis • 392 Palabras (2 Páginas) • 2.124 Visitas
UNIDAD 3: PERSONALIDAD Y ADMINISTRACION DEL TIEMPO .
OBJETIVO: El uso del tiempo: reflejo de la personalidad. Tiempo y valores humanos.
Subtemas :
3.1 Diferentes aplicaciones del tiempo
3.2 Diferentes roles de género y el tiempo
3.3 Cultura
3.4 Actitudes y valores
Cuando hablamos de la necesidad de administrar el tiempo, en realidad lo que deseamos manejar son los acontecimientos que suceden y que le dan sentido al cumplimiento de nuestros objetivos. En este ciclo de la administración del tiempo consideramos tres aspectos básicos:1. Los Principios de la administración del tiempo2. Inventario del tiempo
PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO
Toda administración implica la personalidad del administrador máxime cuando setrata del tiempo, que no es algo externo a la persona. Por eso: “Administrar el tiempo es administrar la vida; malgastar el tiempo es malgastar la vida.” La administración del tiempo no puede ser sino un reflejo de la personalidad: “Dime cómo gastas tu tiempo y te diré quién eres” Entre los principios generales más importantes que consideramos tenemos:
1.El buen uso del Tiempo exige planear igualmente nuestro futuro mediato(objetivos a largo plazo) y nuestro futuro inmediato (objetivos a mediano y corto plazo).
Las tareas que cualquier persona afronta no tienen la misma importancia. El tiempo disponible les debe ser asignado en orden de prioridades.
Como nadie tiene el control absoluto de todas las circunstancias y factores, toda programación del tiempo personal debe ser flexible para poder adaptar sea los improvistos.
En muchas ocasiones se crea una tensión entre lo urgente y lo importante. La tiranía de lo urgente hace postergar los objetivos más importantes alargo plazo, olvidar las prioridades y responder en exceso a los problemas, como si todos fueran crisis. Hay problemas que tienden a solucionarse por sí solos. El saber identificar los y dejarlos de lado, redunda en un ahorro de tiempo y de energía. El hábito de posponer decisiones y acciones es un modo común de perder no sólo tiempo, sino muchas oportunidades valiosas de todo género. Los plazos definidos fuerzan en forma adecuada la acción. El imponerse a sí mismo fecha límite facilita la autodisciplina y la toma de decisiones y de este modo favorece la eficiencia. Agrupar tareas similares formando bloques evita confusiones, elimina repeticiones y de este modo favorece la eficiencia.Tener los propios objetivos vitales por escrito y revisarlos periódicamente ayuda a mantener la orientación y así economizar tiempo y energía
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