PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS
Enviado por shinnarelyy • 2 de Diciembre de 2014 • Tesis • 1.356 Palabras (6 Páginas) • 400 Visitas
PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS
En el presente trabajo se abordaron los tres tipos de hipótesis requeridas para cualquier tipo de investigación, las cuales son:
Hi = EL DESINTERÉS Y LA APATÍA EN LOS JOVENES POR LOS ESTUDIOS SE LE ATRIBUYE A PROBLEMAS ECONÓMICOS, FAMILIARES Y EMOCIONALES.
Ho= EL DESINTERÉS Y LA APATÍA EN LOS JOVENES POR LOS ESTUDIOS NO SE LE ATRIBUYE A PROBLEMAS ECONÓMICOS, FAMILIARES Y EMOCIONALES.
Ha= EL DESINTERÉS Y LA APATÍA EN LOS JOVENES POR LOS ESTUDIOS SE LE ATRIBUYE EN POCA MEDIDA A PROBLEMAS ECONÓMICOS, FAMILIARES Y EMOCIONALES.
MARCO TEÓRICO
La juventud es entre otras cosas una construcción histórica en las pautas de comportamiento y modos de expresión por medio de las cuales se comunican entre sus pares, a la vez todos los elementos constituyen la identidad de acuerdo al proceso histórico de la juventud. Así lo señalan las autoras Eli Evangelista y Alejandra León.
“La juventud es una construcción social y cultural. Se desarrolla a través de ejercicios vitales generados en una etapa de la vida humana, delimitada por un lapso cronológico más o menos general, enmarcada por características psicosociales y culturales; orientada a cambios y contrastes, a la heterogeneidad, fuerza, pluralidad, toma de decisiones, responsabilidades, iniciativas de lucha, contradicciones y metas en común.
Por ello, lo juvenil se traduce en los diferentes enfoques, temáticas, objetivos, inquietudes, intereses, expresiones, demandas, visiones, reivindicaciones, identidades, códigos de comunicación, normas, problemáticas, modos y formas de vida que los distintivos y específicos grupos juveniles reconocen como propios”
La realidad juvenil es cambiante de acuerdo al contexto económico, político y social mundial y nacional, los desafíos que tienen que enfrentar se encuentran de acuerdo a dicho contexto.
La aceptación de los adultos a las modas, formas de vida, expresión, inquietudes, identidades e intereses; la oportunidad de ser productivos e independientes, el encontrar su satisfacción personal en un mundo juvenil tan comercializado.
La apatía no es un fenómeno estático para ser estudiado en un gabinete; tiene un destino dinámico: nace, se desarrolla, lleva al desinterés, el desinterés engendra al aburrimiento y éste muestra muchas caras: la pasividad, la inercia, la tristeza e incluso algo muy nuestro: la bronca y desde allí comienza acercarse al otro polo de la apatía: la agresión rebelde. No es muy extraño encontrar sobre todo en adolescentes la alternancia entre apatía, inercia y exasperación en los comportamientos escolares y extra-escolares. Del rechazo pasivo: apatía, inercia, inhibición, ensueño, escape, ausencia, al rechazo activo: agresividad, rebelión.
Algunos especialistas se han referido a una situación como de contagio: la apatía y el aburrimiento se trasmiten de un alumno a otro, de los alumnos a los profesores, de los profesores a los alumnos y la institución contagia a todos.
Todo lo que se ha señalado sobre la apatía en jóvenes, podría ser referido a los docentes y educadores. Es que en algún momento los docentes pasan a ocupar el mismo lugar del alumno en el sistema educativo: el lugar de la desvalorización, la no participación, la marginación en las decisiones, la explotación como trabajador de la educación, la coerción, etc. generando inexorablemente la mutilación afectiva que implica la apatía y que luego es trasmitida (si se puede decir así) al alumno.
La apatía y el desinterés tienen muchas fuentes que los engendran. Para poder comprenderlos hay que tener en cuenta: la historia personal, el ambiente familiar, las motivaciones sociales, las influencias de los medios masivos de incomunicación (¿cuántas horas pasa un chico frente al chupete electrónico de la TV?); los modelos propuestos por la sociedad que padres y maestros refuerzan, la situación socioeconómica y política, la tradición cultural, etc. (un famoso pensador del s. XIX lo expresó diciendo: "Los millones y millones de muertos de nuestra historia pasada, nos oprime el cerebro impidiéndonos pensar")
Sin una percepción totalizadora e integradora y un pensamiento sistémico, casi es imposible tener un panorama medianamente certero de este fenómeno. Nos duele profundamente la comprobación de que la escuela no está adaptada a las necesidades actuales ni los educadores lo suficientemente preparados para enfrentar esta problemática.
Cuanto más valorado y aceptado se sienta el alumno más le ayudará a avanzar en sus aprendizajes. Si el docente
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