PRACTICA PSICOLOGIA DEL CONFLICTO SOCIAL

Introducción

El caso de Iván no ha sido un caso cualquiera, sino que ha marcado un hito, también en el Derecho Penal.

Iván Robaina, un joven de 19 años residente en la capital Gran Canaria, tenía un futuro prometedor por delante. Hasta que en la madrugada del 7 de diciembre del 2008 una discusión en las proximidades de una discoteca, en la calle 29 de Abril, en la capital derivó en una paliza que le costó la vida, habiendo 4 detenidos.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía tratan de esclarecer qué sucedió con exactitud a las 4.05 horas del domingo cuando Iván se encontraba con unos amigos en plena calle, cerca de la discoteca Paraninfo. En ese lugar, según los primeros datos, se origina una discusión con un grupo procedente en su mayoría de Lomo Los Frailes, jóvenes con antecedentes policiales que aprovechan la noche y la madrugada para intimidar a sus víctimas y reclamarles dinero. "No son ladrones en el sentido estricto", "sino gente que en tono amenazador te pide dinero a cambio de vigilarte el coche o simplemente de no darte la lata". 

La noticia del fallecimiento de Iván causó gran impacto entre sus amigos y los conocidos de su familia, que intentan  sobreponerse a tan trágico suceso. No es el primer incidente grave en esta zona de ocio, la duda es cuándo tendrá lugar el siguiente y si no se tomarán medidas preventivas. 

De esta forma se genera una gran alarma social ya que se empiezan a interpretar como una cuestión de orden público, surgiendo los miedos dando lugar a una sociedad marcada por la inseguridad.

        Análisis del contenido

Teniendo en cuenta que la despolitización se basa en restar o quitar carácter o voluntad política a alguien o a un hecho, consideramos que se sí ha despolitizado en el caso de Iván Robaina. ¿Por qué? Porque nos estamos enfrentando a un problema social que exige la toma de decisiones políticas difíciles, esta dificultad se da en base a dos puntos. En primer lugar, la dificultad que presenta en sí la elaboración de una solución global que erradique el problema y, en segundo lugar, la dificultad que puede surgir al llevar a cabo la propuesta por la posible oposición del electorado o de otros grupos organizados e influyentes, contando, por supuesto, con el resto de los partidos políticos. El problema es despolitizado siendo desviado hacia expertos que lleven a cabo un análisis técnico y objetivo del mismo y que terminen proponiendo una posible solución, por lo que el problema pasa de ser político a ser técnico. Esto permite al gobierno a no hacer nada, en un primer momento, respecto al problema, a decir que se está buscando una solución y a la vez, ocuparse de mantener la estructura de poder y proporcionar una respuesta manteniéndose firme en la base de sus políticas generales.

        Por otro lado, los expertos hacia los que desvían el problema se sostienen en investigaciones, subvencionadas por el Gobierno, de carácter remedial, centrándose directamente en la población afectada por el problema en lugar de comparar con aquellas que no lo están, dando lugar a un estudio asentado en los efectos del problema más bien que de las causas que lo producen.

        La despolitización depende de la orientación ideológica del partido que gobierna, centrándose en dos tipos de idea generales, la ideología democrática social y la liberal conservadora.

        Siendo los que más despolitizan los políticos porque quieren evadir el problema que recae directamente sobre ellos, ya que a pesar de que se necesita una atención multidisciplinar y desde diferentes factores, el conflicto en sí necesita de una solución planteada desde el punto de vista político. Lo difícil es ponerse a trabajar en una medida real para solventarlo, lo fácil es despolitizarlo y achacar el problema a otros cargos supuestamente desvinculados de la acción política.

Son varias las categorías de actores sociales que intervienen en una u otra fase del ciclo vital de los problemas sociales: activistas políticos y lobbyists, emprendedores morales, científicos o investigadores, columnistas y comentaristas de los medios de comunicación de masas, y profesionales de la asistencia, los cuales desempeñan un papel importante en la percepción e interpretación del problema, así como en los métodos de intervención, definiendo el problema de distintos modos.

Los activistas políticos identifican un determinado fenómeno o condición social como un problema social, tratando de que el público en general y los gobiernos en particular lo perciban como tal problema; mientras el rol de los lobbyist es más especializado, pues tratan de convencer a los legisladores para que presenten y voten determinadas medidas legislativas en relación con el problema social.  Si los activistas políticos logran convencer a los ciudadanos de que el problema que les preocupa contiene algún tipo de peligro real o potencial para la sociedad, entonces es probable que los lobbyists obtengan una respuesta positiva de la sociedad y de los gobiernos. Interesándose de esta manera, en problemas que, por lo general, van a exigir decisiones políticas. Es decir, para ellos el problema se encuentra claramente en la esfera política, lo cual disminuye la probabilidad de que sea convertido en problema personal (de individuos o de grupos) y de que sea despolitizado.

Los emprendedores morales constan de dos rasgos distintivos: en primer lugar, piensan que el fenómeno que ellos perciben como problema social pone en peligro la fibra moral de la sociedad, el sistema de valores morales, el respeto a la ley o el orden social. Ello implica que la campaña que ponen en marcha estos actores sociales tiene esencialmente un objetivo moral: se trata de combatir las fuerzas del mal, de reconducir a los descarriados al redil de los valores morales tradicionales, de reforzar o afianzar aquello que está en peligro. En segundo lugar, tienden a localizar el problema en ciertas estructuras sociales o grupos de población; las acciones de los emprendedores morales están claramente centradas en tales estructuras o grupos según cuál sea el problema.

Los científicos o investigadores sociales realizan investigaciones sobre problemas sociales proporcionando el conocimiento y los datos necesarios para diseñar políticas y programas de intervención que tengan probabilidad de éxito, siendo esta una actividad fundamental.

Los Columnistas de los diarios y comentaristas de los medios de comunicación desempeñan un papel importante y poderoso en la identificación de problemas sociales y en el llamamiento a la atención de la gente sobre esos problemas. Es decir, identificar un problema es también crear un problema. Por lo general, la presentación de cuestiones como problemas sociales por parte de los medios de comunicación es mucho más eficaz para convencer a la gente de la necesidad de hacer algo que la investigación académica y la difusión en congresos o publicaciones científicas, debido a su amplia difusión, lo llamativo que pueden ser los títulos y cabeceras, el empleo de palabras y términos que los lectores y espectadores pueden entender, el efecto de personajes públicos y expertos cuando hablan de problemas sociales o el impacto de dar a conocer los resultados de encuestas de opinión.

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