Parcial domiciliario adolescencia
Enviado por Candela Gentile • 25 de Junio de 2019 • Examen • 2.220 Palabras (9 Páginas) • 127 Visitas
Consigna
Señala A. Grassi: “El hallazgo de objeto no es sin el pasado historizado, no es sin la reinterpretación de la historia infantil, no es sin su construcción, sin su ligadura con la genealogía” (Texto: Metamorfosis de la pubertad)
Basándose en los conceptos que aparecen en la frase anterior explique esa salida exogámica heterofamiliar lograda desde la construcción del cuerpo adolescente que entramado en lo infantil puede investir en el futuro.
Palabras clave: Entretiempo puberal adolescente juventud- creación de objeto- exploración- historizacion-doble trabajo de historizacion- transmisión.
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo explicar de qué manera se logra la salida exogámica heterofamiliar, en relación a la investigación histórica familiar y las transformaciones que esto conlleva, teniendo en cuenta los procesos psíquicos específicos que se dan en el entretiempo de la sexuacion, en el marco del paradigma de la complejidad y en particular de la teoría psicoanalítica, que van a permitir en el sujeto ese pasaje desde el grupo familiar hacia lo extrafamiliar. Desde esta perspectiva, el adolescente es considerado un ser en devenir, en constante transformación, cuyo psiquismo es como un sistema abierto, en permanente intercambio con su entorno.
Se utilizaran como marco teórico diversos escritos e ideas de autores propuestos por la cátedra II de Psicología Evolutiva Adolescencia, tales como, Aulagnier, Grassi, Freud, Waserman, Pujet, Kaes, entre otros.
También, a modo de articulación, se utilizará la película “Coco” para relacionarla con el concepto de transmisión e historizacion. Y la canción “Fluorescent Adolescent” que evidencia características de la pubertad.
Desarrollo
Tomando la teoría psicoanalítica de Freud, que planteaba una sexualidad humana bifásica, es decir, que se constituía en dos tiempos: la sexualidad infantil que devenía en sexualidad adulta, Bleichmar (2007) va a introducir, en contraposición, que la sexualidad humana no es una sola sexualidad en dos tiempos, sino que son dos sexualidades diferentes: una sexualidad infantil pregenital que es implantada por el adulto, desgranada de los cuidados precoces; y una sexualidad madura o definitiva de primacía genital que se establece a partir de la maduración de los mismos.
A esta idea, Grassi (2010) introduce la idea de un trabajo de frontera entre la sexualidad infantil y la adulta, un entretiempo de la sexuacion al que llama entretiempo puberal-adolescente-juventud, tres trabajos psíquicos diferenciables que actúan articuladamente, se trata de una puesta en crisis, recambio de la identidad infantil y metabolización de los cambios físicos y psíquicos que advienen con el comienzo de la pubertad, donde el cuerpo es sentido como ajeno o extraño. Todos estos cambios y transformaciones del cuerpo (erógeno) puberal-adolescente, llevan implícita una profunda remodelación de las distintas instancias que componen el aparato psíquico y de los principios que regulan su funcionamiento. Para llevar a cabo la metabolización de aquellos elementos correspondientes a la metamorfosis puberal, es necesario que se pongan en funcionamiento ciertos procesos que tienen lugar en este entretiempo: lo puberal y lo adolescente.
Lo puberal-adolescente propiamente dicho son dos procesos complementarios pero diferentes a la vez: mientras lo puberal actúa activando la interpretación de la sexualidad infantil a partir de la sexualidad genital, creando representaciones incestuosas y presionando sobre la barrera del incesto, lo adolescente trata de elaborar este material puberal con el fin de desexualizar las representaciones incestuosas. Lo puberal es una fuerza antiseparadora, busca repetir toda experiencia de complementariedad zona objeto, donde el objeto es externo al sujeto, hay que buscarlo; mientras que lo adolescente es fuerza reparadora, promueve la búsqueda de lo nuevo y, mediante los procesos de elaboración, sublimación e idealización, atenúa la sensación puberal. Esto se relaciona con una estrofa de la canción “Fluorescent Adolescent”, donde el cantante se refiere a una chica que ha dejado atrás aquellas conductas propias de la pubertad, donde las pulsiones estaban más descontroladas y se satisfacían por la corriente sensual, ahora en la adolescencia predomina la corriente tierna: “Cambiando todas las noches traviesas por amabilidad”
Retomando, las metamorfosis de la pubertad aparecen como un exceso de energía sexual a ligar, conocido como trauma puberal, que impulsa al adolescente la salida al mundo para reconocerse a sí mismo, para conocer todo aquello novedoso que se presenta. La relevancia está en que en esta salida al mundo a explorar, se intentara lo que conocemos por “hallazgo de objeto” diferente a sí, ya que el autoerotismo ya no es suficiente, ni tampoco son aceptables los objetos incestuosos de la infancia.
Por lo tanto uno de los trabajos psíquicos necesarios en los procesos adolescentes, es el momento del pasaje del vínculo familiar al vínculo social, de la endogamia a la exogamia que obliga al adolescente a realizar un trabajo de exploración de un mundo desconocido en el cual tendrán lugar el proyecto identificatorio y un doble trabajo de historizacion. Permitiendo que, a pesar del carácter disruptivo del trauma puberal, el sujeto adolescente pueda establecer una continuidad en su historia, en su desarrollo.
La frase dada en la consigna se puede explicar a partir que en el psicoanálisis existen dos caminos para el hallazgo de objeto: en primer lugar el que se realiza por apuntalamiento en los modelos en la temprana infancia y en segundo lugar el narcisista, donde el objeto es el objeto perdido de la sexualidad infantil. Ante esta idea, Grassi propone que debe existir una mixtura de ambos, dándose una búsqueda inconsciente de lo antiguo en lo inédito, impulsado por lo novedoso e inscripción de lo nuevo. El cuerpo puberal, con sus reorganizaciones y neo organizaciones, requiere de nuevas inscripciones y nuevos circuitos pulsionales. Le urge el hallazgo de objeto exterior a si, en simultaneo con que el objeto exterior no reduplique un rencuentro ya producido, sino que inscriba como acontecimiento que diferencie lo que está investido por el niño y la familia, de lo que deviene nuevo y que esta invistiendo como obra propia, por fuera del cuerpo y lo familiar. Se reencontraran en el objeto rasgos de aquellos bocetos de infancia pero hallazgo es fundamentalmente nueva inscripción e inscripción de lo nuevo.
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