Potenciar La Razon
Enviado por luckybay15 • 17 de Octubre de 2012 • 1.160 Palabras (5 Páginas) • 375 Visitas
Potenciar la razón Fernando Savater En primer lugar quiero agradecer las palabras de presentación de Emiliano Martínez, fruto de la amistad más que de la exactitud. En segundo lugar, quiero expresar que estoy encantado de cerrar este ciclo de charlas, tan comentado y tan brillante por la importancia del resto de los ponentes. Voy a intentar hacer una reflexión que desembocará en hablar finalmente de filosofía, pero no quisiera que empezara desde el principio hablando de filosofía. Es decir, yo creo que la educación es, entre otras cosas, pero muy principalmente, educación para la razón: educación es formar seres humanos, y los seres humanos somos ante todo seres racionales. La razón no es una disposición meramente automática, sino un logro social, posibilitado por unas capacidades naturales, evolutivas, etc. De modo que me gustaría empezar hablando de la importancia de potenciar la razón por medio de la educación, y luego finalmente decir unas palabras de la filosofía como una disciplina racional que obviamente tiene su puesto en cualquier plan de estudios, y no un puesto tan central o único como a veces, con un poco de delirio o entusiasmo gremial, queremos los filósofos. pero creo que, en cualquier caso, tiene un papel importante para dar una cierta unidad de sentido a muchas de las cosas que forman un curriculum, un plan de estudios. La razón –repito– no es simplemente una especie de dispositivo automático. La razón está en buena medida basada en el confrontamiento con los demás, es decir, razonar es una disposición natural basada, o para nosotros fundada, en el uso de la palabra, en el uso del lenguaje; y el uso del lenguaje es lo que nos obliga a interiorizar nuestro papel social. El lenguaje es sociedad interiorizada, y es curioso que algunos filósofos y otras personas a lo largo de los siglos se hayan preguntado (por ejemplo, el “pienso, luego existo” de Descartes en el famoso comienzo del Discurso del Método, que también recoge en sus Meditaciones): ¿Estoy aquí?, dudo de todo, ¿Estaré solo en el mundo?, ¿Existe este mundo?, ¿Es todo una ficción inventada por un dios maligno?.
De hecho, la postura solipsista, es decir, la postura de los pensadores que han dudado de la existencia de cualquier cosa y de cualquier otro ser humano salvo de ellos
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mismos, a pesar de que es una teoría bastante peregrina por decirlo de algún modo, ha sido muy refrendada y ha tenido muchos seguidores. Bertrand Russell cuenta que una vez recibió una carta de un solipsista que decía: “considero el solipsismo tan obvio y tan probado racionalmente que me extraña que no haya más gente solipsista”. Realmente es verdad que el primer argumento que hay contra ese solipsismo, o contra formas menos chuscas de considerarnos de alguna forma como caídos de no se sabe dónde, es precisamente el hecho de que somos seres lingüísticos. Somos seres lingüísticos y manejamos un lenguaje que no hemos inventado, del que no somos dueños, cuyos registros no están en nuestra mano. El uso de nuestra razón está condicionado por esa función precisamente del propio lenguaje. Por lo tanto, en la educación de lo que se puede tratar, de lo que se debe tratar, es de desarrollar lo que es una capacidad en principio casi inevitable de la vida en sociedady de la vida en común, es decir, todos tenemos que razonar permanentemente para poder sobrevivir. El elemento racional está en todos nuestros comportamientos, está formando parte de nuestros más mínimos funcionamientos mentales. Si alguien nos dice que ha comido
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