Prejuicios En La Familia
Enviado por marle29 • 12 de Julio de 2012 • 556 Palabras (3 Páginas) • 7.124 Visitas
El chivo expiatorio prejuicios en la familia
A lo largo de la vida nos encontramos con comportamientos y personalidades diversas a las que estamos acostumbrados, así que cuando vemos o escuchamos algo que no es normal o agradable para uno mismo o lo que creemos no es correcto de acuerdo a nuestra educación o principios nos escandalizamos y tendemos a prejuzgar, etiquetar y atacar sin argumento alguno.
En este punto nos tomamos el trabajo de opinar, discutir o juzgar algo que para nosotros es simplemente diferente y casi siempre buscamos información de familiares, amigos o conocidos creando un juicio en común; una conclusión general con el grupo o la persona que discutimos. De este modo empezamos a atacar a una persona sin saber el daño psicológico que le estamos causando, así es como lo convertimos en un chivo expiatorio y centro de ataque de las personas que coinciden con mi forma de pensar.
Pero qué pasa si esto se presenta dentro de una relación más fuerte y entrañable como lo es la familia este tipo de fenómeno, es interesante como de acuerdo a los intereses, en este caso de un núcleo tan cerrado como lo es el familiar también se presentan estos prejuicios, hacia algún miembro en particular por diferencias aún más pequeñas a pesar de que en teoría se tienen los mismos principios y educación, entonces aquí es cuando el individuo atacado es más vulnerable y el convertirse en el “chivo expiatorio” tiene un mayor daño psicológico.
Sin embargo, para la familia es vital que exista un "chivo expiatorio" al cual deberá de convertírsele en el depositario de las proyecciones, profecías, temores, frustraciones, responsabilidades y compromisos no asumidos, así como del resto de la "basura" que los demás miembros de la familia tengan necesidad de tirar.
El miembro de la familia que juega el papel de "chivo expiatorio" está sujeto al control de los demás integrantes de la misma, quienes manejan un patrón de comunicación verbal y conductual siempre contradictorio. El miembro de la familia que ha sido elegido como depositario de las carencias psíquicas de los demás suele ser un sujeto al que se le tiene sometido y por lo tanto, es objeto de un sinfín de formas de explotación y maltrato (no forzosamente físico). Existe una correspondencia biunívoca entre las conductas de sometimiento por parte del sujeto que ha sido atrapado en la telaraña familiar y el maltrato y la explotación por parte de los demás miembros de la familia, quienes siempre se sitúan en una posición periférica. En realidad, están demasiado comprometidos en no comprometerse.
Entonces es donde se vuelve primordial el papel del psicólogo ya que muchas veces se puede convertir en el “curandero” o “doctor” si es que no llega a existir uno en la familia, para que el daño psicológico en el “chivo expiatorio” en el que han convertido algún miembro de esta
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