Propuesta de Acción Psicosocial a caso de Grado Séptimo Institución Educativa

Propuesta de Acción Psicosocial a caso de Grado Séptimo Institución Educativa

Hallazgos y análisis del caso:

El caso se encuentra en la Institución Educativa Júpiter, colegio de carácter privado en el cual se están presentando comportamientos incorrectos entre los estudiantes, especialmente los alumnos del grado séptimo. Este grado se encuentra dividido en 3 grupos de 35 estudiantes cada grupo, lo que nos indica que estamos hablando de 105 alumnos aproximadamente que están implicados en esta problemática.

Identificación de información relevante sobre la problemática

Se han detectado episodios de agresión verbal y físicas entre los mismos estudiantes como burlas, sarcasmos, golpes y empujones.

Dentro de las formas de maltrato se destacan el maltrato verbal ejercido mediante los apodos, maltrato y violencia entre iguales, el rechazo o exclusión social y las amenazas físicas entre otras.

Otra forma de maltrato que se ha podido identificar es a través de las redes sociales, el 14% afirman haber recibido intimidación; se conoció el caso de una estudiante que desertó de la institución por cuenta de acoso escolar a través de Facebook

Como resultado de la problemática, estos estudiantes se muestran muy inseguros, y se niegan a ofrecer cualquier clase de comentario o información acerca de esta situación, y se muestran asociales. Dentro de estos estudiantes hay también quienes se encuentran desatentos, ensimismados y con poca participación en clase, pero igualmente tienden a responder y ser impulsivos ante cualquier señal de agresión o de confrontación.

Se destaca además que la actitud de los estudiantes que tienen antecedentes en estos eventos de agresión y acoso, tiende a ser muy desafiante. Un ejemplo es la actitud de uno de estos estudiantes de 13 años que afirma: “Que le hace pensar a usted que con una orientación sobre la no violencia vamos a cambiar de actitud, si no han podido ni nuestros papás, ni los profesores, mucho menos usted”.

Medidas adoptadas por la Institución

Los docentes han establecido diálogo con los alumnos de estos eventos de agresión, y al considerar lo grave del caso se ha convocado un encuentro entre coordinación de convivencia y los padres de los estudiantes relacionados. Sin embargo, las conductas aun continúan.

Se aplicó una encuesta a manera de recolección de datos a la población estudiantil y de padres de familia y se evidencia que mas de la mitad de los estudiantes afirma que se vive una situación de violencia dentro de la institución y un poco menos de la mitad afirma haber sido victimas de maltrato verbal en la institución.

Asimismo, en un panorama muy general se evidencia que los padres y/o cuidadores de estos alumnos tienen poca participación dentro de los procesos formativos de sus hijos y un interés muy bajo en participar en la solución a la problemática, encontrándose que el 12% de los padres solo lo sospechan, el 48% afirman que no exixte, concordando con el mismo porcentaje de alumnos que también afirman que no existen estas situaciones violentas dentro de la institución educativa. El restante 8% de estos padres no se han enterado por enterados del caso.

De igual manera se encuentra que en general los padres de estos alumnos asisten de manera escasa a las reuniones convocadas por la institución, y cuando lo hacen, solo va uno de los dos papás. Asimismo las convocatorias a “Escuela de Padres” tienen poca receptividad, sobre todo, los padres cuyos hijos son reportados por los maestros como conflictivos y/o que presentan bajo rendimiento académico.

Factor de relevancia al caso

Dentro de la información relevante en cuanto a estos antecedentes, podemos mencionar que como factor de incidencia al caso se encuentra la manifestación de conductas agresivas y maltrato físico ejercido por los padres y los cuidadores. En este caso particular , los alumnos tienden a responsabilizar a la familia de situaciones de maltrato.

Fundamentos conceptuales aportados al caso

Desde la teoría del Aprendizaje Social de Bandura, (1973), podemos abordar el caso teniendo en cuenta que la agresión tiene muchos determinantes y diversos propósitos. En la valoración de este caso, intervienen los procesos de clasificación social influenciados por factores como el sexo, la edad, el nivel socio-económico y la procedencia característica de los actores del caso, donde aun si las personas aprende conductas agresivas, el medio sociocultural jugará un papel determinante en su ejecución o no.

Según el autor, es aquí donde podemos reconocer tres fuentes principales del modelado de la conducta agresiva: Estas son las influencias familiares, las influencias subculturales, y el modelamiento simbólico.

Las influencias familiares son las que mayor repercusión tienen en la vida de las personas, por su disponibilidad de modelos y por las carencias que pueden ocasionar. Se destaca el modelamiento simbólico a través de la televisión, ya que los patrones de respuesta trasmitidos gráfica o verbalmente, pueden aprenderse a través de la observación de una manera tan eficaz como aquellos presentados mediante demostraciones sociales. La conducta agresiva está controlada en gran medida por sus consecuencias, por lo que si alteramos los efectos que produce, puede ser modificada. Según Bandura en este enfoque se rechaza abiertamente la concepción innatista de la agresividad humana, pues traslada

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