Propuestas Educativas (Síntesis)

En educación no se puede copiar nada, porque todo asume un significado preciso y específico únicamente en la relación de ese maestro con esos alumnos, en ese ambiente social en ese momento histórico.

Hoy en día los programas y revistas deben centrar la mirada en las necesidades de los niños, para ello el maestro debe cambiar la enseñanza tradicionalista por constructivista, donde el docente de manera constante busque los momentos que mantienen abiertos al problema, prepare el material de confrontación y se apoye en los libros en los cuales verifique y profundice la enseñanza, donde el maestro sienta placer por lo que está haciendo porque su esfuerzo y dedicación se ve reflejado en el trabajo de los alumnos.

Los niños quieren escuelas donde les exijan seriedad, agrado al juego, los acepten, los respeten como persona que saben y que saben conocer, los respeten hasta el punto de dar lo mejor de ellos, llevando los problemas al mayor grado de profundidad posible. Para ello las escuelas deben ser serias y agradables al grado de infundir sin alineación, sin desgarramiento, con entusiasmo, la necesidad del gusto, el placer de leer, de escribir, de comprender lógicamente la realidad, etc.; pero no será la escuela fácil y banal del dictado, la tabla, el dibujo copiado que ata al chico al banco, lo obliga al silencio, suspende a todos los que no pueden seguirla. Tampoco será la escuela cariñosa 'hecha de impulsos, besos, flores y regalos.

Los alumnos dentro del aula son un grupo heterogéneo, se puede visualizar desde el más trabajador hasta el más pasivo, por ello es conveniente educar por cooperación, es decir, optar por una sociedad cuyos miembros se ayuden mutuamente, se confronten uno con otro, se unan para saber y para hacer más, y se respeten; donde nadie se crea dueño de una verdad única, donde todos busquen juntos, así se lograra un ambiente de trabajo productivo.

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