Proyecto Innovador
Enviado por gareth05 • 27 de Marzo de 2014 • 2.461 Palabras (10 Páginas) • 549 Visitas
PROMOVIENDO LA ACEPTACIÓN DE EXPERIENCIAS LÍMITE, DESDE
LAS TÉCNICAS PSICOTERAPÉUTICAS HUMANISTAS
Mtra. Belem Medina Pacheco
Mtra. María Inés Gómez del Campo del Paso
Dr. Luis G Velasco Lafarga
Los seres humanos vivimos experiencias que no han sido elegidas por
nosotros mismos, experiencias dolorosas y/o frustrantes, de las que no
tenemos control.
Para que una persona disfrute de una vida plena, es vital que se acepte a sí
misma y admita sus circunstancias de vida, con alegrías, frustraciones, logros,
fracasos, ganancias y pérdidas, que lo lleven a concebirse a sí mismo como un
ser humano finito y limitado, y a la vez, valioso, fuerte y con derecho a ser feliz,
fluyendo con la vida.
Una persona que vive en plenitud es aquella que se acepta incondicionalmente,
que se sabe limitado a la vez que afirma su validez personal. Según Nathaniel
Branden (1993), el arte de ser, es el arte de conocernos, de aceptarnos, de vivir
en armonía con nosotros mismos y de desarrollar, en la práctica, las más altas
posibilidades de nuestra naturaleza.
Aceptarnos significa admitir el hecho de que lo que pensamos, sentimos y
hacemos son expresiones del sí mismo en el momento en que se producen.
Mientras no podamos aceptar el hecho de lo que somos en un determinado
momento de nuestra existencia, mientras no nos permitamos tomar plena
conciencia de la naturaleza de nuestras elecciones y acciones, no podremos
dar cabida a la verdad en nuestra conciencia, no podremos cambiar. Para
aceptar lo que soy, es necesario que contemple mi propia experiencia con una
actitud que se desentienda de los conceptos de aprobación y desaprobación
(Spagnuolo 2002).
La autoaceptación, en esencia, se refiere a una actitud de autovaloración y 2
compromiso con uno mismo que deriva fundamentalmente del hecho de estar
vivo y ser consciente.
Precisamente, una actitud de autoaceptación es lo que todo buen terapeuta se
propone y desea despertar incluso en la persona que presente la más baja
autoestima. Esta actitud puede llevar a una persona a enfrentarse con lo que
sea que tema encontrar dentro de sí, sin caer en el odio hacia sí misma, ni
repudiar el valor de su persona, ni renunciar a la voluntad de vivir.
Este artículo muestra las técnicas terapéuticas llevadas a cabo durante un
taller cuyo objetivo fue acompañar a las personas en un momento de
limitación existencial.
Iniciamos con la aplicación de un cuestionario abierto que titulamos:
“Recordando mis experiencias”, que tenía como objetivo que los participantes
identificarán sus situaciones límite, los participantes encontraron fácilmente las
experiencias dolorosas que han tenido a lo largo de su vida, como conflictos
con sus padres, hermanos, relaciones de pareja. Sin embargo, a la mayoría de
ellos les fue difícil diferenciarlas de las experiencias límite, que son aquellas
donde ellos no tienen influencia directamente y que los enfrenta a lo finito de su
existencia, (Jaspers, 1990) después de la explicación al respecto, los
participantes reconsideraron sus experiencias y las compartieron con el grupo,
algunas fueron:
Estoy enfermo de cáncer, en proceso de tratamiento y no sé exactamente que
va a pasar conmigo, como me voy a poner
Mi mamá tiene diabetes, lo que para mi es muy doloroso pues cada vez ella
está más deteriorada
Tengo una discapacidad, no puedo mover mi brazo y mi pierna la arrastro.
Mis papas se llevan muy mal, siempre pelean y piensan divorciarse.
Mi papá murió hace tiempo, yo estaba chica.
Según Jaspers (1990), las situaciones límite son un atributo permanente de la
existencia, producen sentimientos de impotencia, con una fuerte carga de dolor,
o de culpa, y afectan profundamente la existencia de la persona.
Victor Frankl (1998) explica que las situaciones límite implican una tríada 3
trágica compuesta por:
1 El sufrimiento inevitable: Cuando la persona está en una situación dolorosa
que no puede alterar, será capaz de encontrar sentido si la enfrenta con
valor y dignidad.
2 La culpa: Existe una culpa sana, que puede ser útil para reflexionar acerca
de nuestras actitudes. Puede ayudarnos a aclarar los ideales, y quizás
ayudarnos a captar las actitudes erróneas que hemos tenido y las cosas en
las que hemos fallado. Es muy sano hacerse responsable de la propia vida,
conducta y actitudes. Esto es lo que nos hace libres y responsables. Por
otro lado, vivimos la culpa irracional, ante la cual sólo nos asustamos y
angustiamos.
3 La muerte: Es la manifestación clave de nuestra radical finitud. No es algo
aparte sino una parte necesaria para el sentido total de la vida.
La triada trágica, constituye una dimensión humana ante la cual el ser humano,
de pie, gracias a su libertad, asume una postura frente a la adversidad.
Como podemos ver los ejemplos seleccionados corresponden a lo que se
define como una auténtica experiencia límite.
Posteriormente se realizó un ejercicio de sensibilización Gestalt, en el que los
participantes revivieron su experiencia de situación límite, se les indicó que
recordaran el suceso con la percepción de sus 5 sentidos e identificaran sus
sentimientos al respecto y posteriormente, buscaran un símbolo para
representar su experiencia por medio de un dibujo.
Algunos de los dibujos fueron:
Una madre y su hija tristes.
Un brazo y una pierna encerrados en un círculo
Una tumba con la frase “ante la muerte nada se puede hacer”.
Como podemos ver en estos dibujos, se cumplió con el objetivo de la
sensibilización, la cual es definida por Muñoz (1995) como una técnica
semiestructurada que intenta promover el darse cuenta y la responsabilización;
lo que se pretende con esto es que la persona logre un contacto consigo 4
mismo y con el mundo exterior, con la finalidad de estar alerta a la experiencia
personal, darse cuenta de ella y que esto le genere un descubrimiento propio.
La siguiente técnica terapéutica, consistió en que todos los participantes se
colocaran frente a su dibujo y expresaran sus aprendizajes, algunos
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