Pseudopsicología: Explorando Los Mitos De La Autoayuda

Introducción

Los libros, CD’s, test y demás material de autoayuda, en la mayoría de los casos, resulta completamente obsoleto y sin embargo la gran mayoría de la sociedad consume dichos materiales. Resulta bastante graciosa la idea de que una serie de palabras, o más parecieran, una serie de reglas a seguir, da “esperanza” de tener una vida satisfactoria y ser, por lo tanto, seres perfectos.

Los mensajes ocultos y bien intencionados que da al público la misma sociedad sobre la ropa, zapatos y accesorios de temporada, mejor llamada moda; sobre alimentos, bebidas y soluciones “alternas” para bajar de peso, hacen en conjunto una buena autoestima y por tanto encajar como un ciudadano de 10 y ser un ejemplo a seguir, aunque en ocasiones se necesita algo extra para subir el autoestima del ser humano.

Todos, quiero pensar, hemos en alguna ocasión leído en alguna revista o visto en la televisión sobre, los ya famosos hoy en día, reality show donde un grupo de personas compite por un premio especifico, ya sea por fama o por dinero. Dentro de este grupo de realyties se pueden mencionar El Factor X, The Voice, 100 Latinos Dijeron, entre otros donde los dos primeros son enfocados a las habilidades artísticas de los participantes y la última va enfocada a las habilidades verbales, por ejemplo, quizá si fulanito hubiese creído más en el mismo habría cantado mejor, o si fulanita hubiese sido más rápida al contestar habrían ganado el millón, cuando en realidad lo más importante no es el premio ni el dinero, sino el crecimiento personal.

Hoy en día hay un sinfín de materiales para la autoayuda y seguro habremos escuchado de algún libro o disco, en mi opinión, estos libros son más como reglas a seguir para moldear a la gente de acuerdo a una categoría, el autor menciona test de personalidad, lo podemos ver en test pequeños de revistas y solo nos dan, la mayoría, dos opciones, bueno o malo; arriba o abajo; 1 o 2, poniendo en la mayoría de las veces dos opciones contrarias.

La mente humana es demasiado compleja, a mi parecer, puede compararse con el espacio y la infinidad de cosas que habitan en él, es enorme y nadie sabe con exactitud lo que hay más allá de lo que podemos ver, o de lo que nos han hecho creer. Dicen que “cada cabeza es un mundo”, y no todos los mundos son iguales, quizá parecidos pero no iguales. Hasta la fecha no se ha sabido de alguien que pueda desenmarañar los aspectos que conforman el pensamiento exacto del ser humano y sería casi imposible hacerlo.

En la actualidad la mayoría de los problemas tanto personales como sociales son vinculados con la baja autoestima, en ocasiones se puede atribuir también el hecho del maltrato psicológico y físico. Los niños son más susceptibles a la baja autoestima por maltrato, es difícil pensar que las personas que sufren de este tipo de abuso (físico y mental) tengan en el futuro un buen auto concepto.

Tener una baja autoestima es malo, y tener una autoestima sumamente elevada es también malo. Hay una delgada línea entre la alta autoestima y el narcisismo, los que gozan de una alta autoestima son más proclives a ser narcisistas.

Es un tanto increíble la conclusión a la que llego Roy Baumeister en sus experimentos sobre la alta autoestima revelo que los sujetos con perfiles egoístas eran más propensos a responder de una manera violenta al sentirse amenazados a comparación con los que sufren baja autoestima, por lo tanto la autoestima alta, y no la baja, es una causa importante de la agresividad. La baja autoestima en si no es la culpable de todos tus problemas, un adolescente con alta autoestima no por el hecho de tenerla (alta autoestima), significa que NO beberá, se drogara, fumara o tendrá relaciones sexuales precoces. Sin embargo algunas adicciones empiezan por la baja autoestima.

La baja autoestima no es el único problema sino que también la represión de las emociones es malo. Freud decía en su modelo hidráulico de la psique que las emociones guardadas se iban acumulando en bolsitas de presión y al llenarse estas bolsitas explotaban por tantas emociones acumuladas y se manifestaban en lo que conocemos como síntomas neuróticos. Para la cura de estos síntomas Freud buscaba producir una catarsis, una explosión de emociones controlada.

Como decía Hipócrates, el cuerpo no es el único que se enferma sino también la mente, y si la mente está enferma el cuerpo también lo estará. La represión de las emociones trae consigo no solo síntomas neuróticos, sino también problemas físicos, como el estrés crónico es nocivo para el sistema inmunológico, infecciones, artritis reumatoide e incluso algunos tipos de cáncer.

Aunque en algunos estudios se mostró que las personas que no mostraban sus sentimientos eran menos propensas a sufrir síndrome de estrés postraumático, el 11 de septiembre de 2001, un equipo de investigadores de Buffalo pidió a las personas que escribieras sobre lo que les había hecho sentir el ataque y destrucción de las Torres Gemelas, algunas personas respondieron e incluso mandaron cartas extensas sobre la tragedia y de cómo se sentían al respecto, y se mostró que las personas que no escribieron sobre el suceso vivían bastante bien a comparación de las que escribieron y mostraron sus emociones pues sufrieron estrés postraumático. Quizá sea el hecho de que no les afecto tanto a nivel emocional la tragedia o simplemente tienen un buen manejo de sus emociones. Esto significa que expresar nuestras emociones, en especial la ira, no reduce la tendencia a la agresividad, sino al contrario, es más grave.

Las expresiones de las emociones son una manera de condicionar la manera en la que vivimos, si una persona es expuesta a un dolor constante y esta tiene un gesto positivo no sentirá el mismo dolor al de una persona que muestra un gesto negativo. Sin embargo nosotros podemos adecuar la intensidad de la emoción conforme a la situación, esto lo hacemos estemos conscientes o no de ello.

De las emociones pasamos a la inteligencia emocional, la inteligencia emocional es en sí un conjunto de habilidades, que nos permiten demostrar de una manera adecuada y bien definida nuestras emociones y a la vez, entender las emociones de los que nos rodean para poder actuar de una manera adecuada antes ciertas situaciones. Las aptitudes emocionales son dos veces más importantes que los conocimientos o la experiencia convencionales, sin embargo, no se ha podido demostrar que la inteligencia emocional te haga avanzar en el mundo de manera ventajosa.

Habrán muchas personas que razonen con imágenes incluso con palabras, pero, hay un grupo específico que razona y recibe la información a través de las emociones y es así como interactúa.

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