Psicologia Del Mexicano

A lo largo del tiempo siempre se ha buscado encontrar las diferencias ideológicas que existen entre mexicanos y estadounidenses. Para esto se han necesitado de años de estudio, de horas-hombre y de diferentes métodos e instrumentos de medida psicológica que han ayudado al acercamiento de dicho objetivo. Contamos con una apropiada base analítica que nos permite conocer tanto nuestra cultura como la cultura estadounidense. Estos datos nos permiten comparar las dos diferentes ideologías en estudio, además de los momentos y los sucesos que han marcado la diferencia entre estas formas de pensamiento.

A decir de Díaz “en la cultura mexicana el estilo de confrontación de problemas tiende a ser auto modificativo o pasivo” hecho que se repite en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida. Esta comprobado que los mexicanos tendemos a internalizar nuestras emociones, incluyendo el “respeto”. Por ejemplo, si las situaciones son desfavorables, los mexicanos nos cambiamos a nosotros mismos para sentirnos mejor, lo suponemos como una mejor opción antes que cambiar nuestro entorno. Esta práctica resulta ambivalente, ya que se podría traducir en una falta de valor para afrontar el desafío.

La a conducta de abnegación de las mujeres, específicamente cuando se convierten en madres. Es una de las premisas socioculturales más importantes del mexicano encontrándose asociada a las buenas maneras, a la cortesía pero también a la sumisión o dependencia. Desde nuestra perspectiva, se trata de una premisa arrastrada desde tiempos anteriores a la conquista. En tal caso, la sumisión se puede observar en los presentes obsequiados a los primeros conquistadores.

En suma, la abnegación se definiría como el sacrificio del placer propio por complacer a los demás. Poco a poco la hemos hecho parte fundamental de nuestra vida; la abnegación de la madre en la familia, se ha vuelto parte inherente de nuestra sociedad, ¿Cómo lo identificamos? Viendo en la forma que la mayoría de las veces antepone su placer por el bienestar primero de su esposo y después de los hijos.

Por otra parte, el respeto en México se asocia más a partir del amor, del cariño, de la internalización de sentimientos (psicológicamente hablando) sin importar tanto si la persona se ha ganado dicha consideración. En nuestro país una persona respeta a otra en base a las emociones y no tanto al rango, posición social o estatus que aquella se haya ganado por el trabajo o esfuerzo.

En México solemos respetar a los ancianos, a los niños y a las mujeres simplemente por el hecho de ser quienes son. Valoramos al anciano por la experiencia le da conocimiento y sabiduría. A la mujer porque su condición de género y por cierta rigidez cultural. Al infante por la representación del amor que se le puede tener en el hogar.

.

En México es más importante la cooperación que la competencia, lo cual es derivado de una cultura de incertidumbre. En este caso, preferimos cooperar laboralmente y ganar que competir para posiblemente perder. De este modo fomentamos el colectivismo en lugar del individualismo, olvidándonos de la competencia y de sus probables beneficios (superación personal, necesidad de actualización en conocimientos, actitud honesta).

En relación con las emociones, sigue siendo obvia la tendencia de los mexicanos para darle más importancia a lo interno y automodificable, que a lo externo y que no siempre depende de nosotros para modificarse. Así emociones como la vergüenza, la devoción y la simpatía se ven más activos en los ojos de los mexicanos

Los mexicanos nos guiamos por los aspectos internos del gusto o necesidad que tenemos de quedar bien con los demás para sentirnos bien con nosotros mismos. Entendido de este modo, el poder se vuelve un instrumento

...