Psicologia Deportiva

TEMA SESIÓN DE CLASE 1

UNIDAD 1. Definición del fútbol y de la psicología del deporte (Pág. 1)

Entrecruzamientos. ¿Amor no correspondido? La diferencia con otras disciplinas. La psicología del partido de fútbol. ¿Quién es un psicólogo deportivo?La psicología del futbolista. El rol psicológico del entrenador. Inclusión del especialista en el fútbol. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Desde dónde? Características de la cultura de este deporte  códigos, prejuicios y resistencias. Ejemplos.

UNIDAD 2. Secreto profesional y ética (Pág. 26)

Qué se puede decir y que no. La necesidad de un rol pendular que no traicione a ninguna de las partes. Desde dónde se trabaja. Qué se busca. En qué el rol es necesario y no imprescindible. Modos de ingreso aconsejables. Marco teórico-referencial. La intervención propiamente dicha en la motivación, la concentración, la auto-confianza, la inserción grupal y el control de presiones. El poder de modificar conductas. Características de la relación triangular Entrenador-Psicólogo del deporte-deportista. Planificación del trabajo psicológico con la dirección del entrenador. Cuándo, dónde y cómo contactarse con los futbolistas.

UNIDAD 3. Diferencias entre Fútbol infantil (escuelas), Fútbol amateur y Fútbol profesional: 3 ámbitos de inserción (Pág. 43)

Placer lúdico (ludus), deporte recreativo, deporte escolar y deporte competitivo. Escuelas de iniciación deportiva. Escuelitas de fútbol. Los beneficios de jugar en equipo en la primera infancia. La internalización de reglas. Las necesidades de los adolescentes. El perfil exacto del formador.

DESARROLLO TEMAS

Psicología Aplicada al Fútbol

UNIDAD 1: DEFINICIÓN DEL FÚTBOL Y DE LA PSICOLOGÍA DEL DEPORTE

1. Entrecruzamientos. ¿Amor no correspondido?

2. ¿Qué es un Psicólogo? ¿Qué es un Psicólogo Clínico? La diferencia con otras disciplinas psi.

3. ¿Quién es un psicólogo deportivo? El rol psicológico del entrenador.

4. Inclusión del especialista en el fútbol. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Desde dónde?

5. Características de la cultura de este deporte: códigos, prejuicios y resistencias. Ejemplos.

Definición del fútbol y de la psicología del deporte

1. Entrecruzamientos. ¿Amor no correspondido?

El fútbol es probablemente el deporte más bello, el único capaz de combinar (como quien prepara un sabroso plato) ingredientes tales como el arte, la estética, la solidaridad y la emoción (entre otros), y además hay algo que debemos subrayar: es el único deporte que se juega con los pies exclusivamente.

Si nos referimos al fútbol y el lugar que ocupa en el plano social, es una pasión que se multiplica. Como bien lo definió Alberto Ure (director de teatro): es la única religión sin ateos del año 2000.

Pero, ¿qué es el fútbol? ¿Una religión? ¿Una pasión convertida en negocio? ¿Un juego?

Una respuesta posible: es el deporte elegido por más seres humanos en el mundo. Para jugarlo, ir a disfrutarlo a las canchas, seguirlo por televisión o sencillamente leerlo.

Hay un viejo dicho que establece: “Si no quieres discutir, no hables de religión, fútbol ni política”. El fútbol es materia opinable y no descubro nada al decirlo.

La gente opina sobre el juego, los periodistas opinan sobre el juego, los jugadores (únicos protagonistas verdaderos) opinan sobre el juego y también los técnicos opinan sobre el juego.

El fútbol es un juego que se ha super-profesionalizado. Y como todo deporte super-profesionalizado se ha transformado (no desnaturalizado) en un nuevo producto, una nueva mercancía.

Es imposible creer que un jugador profesional disfruta plenamente del juego. Esto es: sentir satisfacción “infantil”, placer lúdico como en la plaza con los amigos o en los campeonatos amateur o de barrio. En la alta competencia el placer está acotado. Y bien sabemos que la presión excesiva en las competencias produce rupturas del equilibrio y bienestar psicológico tanto en el fútbol profesional como en el amateur (que es alta competencia).

Antes, jugaba por el honor, a lo sumo por la medalla, otras veces por la gaseosa.

Hoy, hay que aceptarlo, el jugador profesional juega por una institución, por fama, por dinero, por una transferencia al exterior, por un buen puntaje en todos los medios deportivos...

Así como cualquier espectador que observa a un equipo que juega bien al fútbol y piensa “¡Qué lindo y qué fácil y sencillo es el fútbol bien jugado!”, cuando la pelota corre con precisión y justeza de un jugador a otro, cuando es un fútbol asociado, pulido, donde los jugadores desarrollan sus habilidades, cuando la pelota va y viene, cuando los toques tienen destinatario, cuando la pelota es bien tratada.

Pero tal vez estemos de acuerdo en que la otra cara de la moneda de tanta sencillez, es la complejidad.

Y el fútbol es complejo...

“Para cada cosa hay un especialista”, reza una propaganda de un banco. No hay nadie que pueda saberlo todo. Y hacen falta especialistas. Léase médico, preparador físico, kinesiólogo, utilero (ya ganados), y léase nutricionista, fisiólogo, psicólogo deportivo, entrenador de arqueros, informador de rivales, experto en estadística deportiva.

En los juegos FIFA de las computadoras que juegan nuestros hijos aparece la figura del psicólogo deportivo. Esto es: se elige equipo, entrenador y psicólogo deportivo. Más se le paga al que más rápido recupera la moral de los futbolistas. El concepto es clarísimo: nuestra misión es recuperar la moral. Y en ese juego, respondiendo a tendencias actuales, aparecemos en un rol importante que muchas veces nuestros compañeros de trabajo, pueden encargarse de empequeñecer... y ya entenderemos los porqués.

El Psicólogo del Deporte nunca debe comprometerse con la victoria, pero sí debe garantizar el bienestar psicológico de los deportistas.

Sabemos que el psicoanálisis ortodoxo no termina de funcionar eficazmente en el fútbol. Es una terapia profunda que apunta a sujetos con determinada estructura social y de conocimientos. Y en el fútbol no hay tiempo, hay otro encuadre, otro sujeto, otras necesidades y muchas veces debemos intervenir nosotros psicopedagógicamente, prestándole las palabras al futbolista. Eso no quita que esta teoría, si bien no es desde donde intervenimos, no nos aporte muchas cosas muy importantes a nuestro trabajo como la importancia de la subjetividad, el 2 más 2 no es 4, el valor de la palabra, la necesidad de la escucha, la lectura de vínculos institucionales, etc. Pero quien quiere intervenir desde allí y no se especializa

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