ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Psicologia Y El Niño


Enviado por   •  3 de Marzo de 2013  •  2.971 Palabras (12 Páginas)  •  242 Visitas

Página 1 de 12

Área Motriz:

Sigue consolidando su control postural y su equilibrio, puede permanecer sobre un pie unos segundos. Disfruta corriendo, pues es su nueva habilidad, su principal interés está en moverse, podrá subir y bajar las escaleras solo, saltar con ambos pies juntos e incluso dar varios saltos seguidos en su sitio y hacia delante. Finalizando esta etapa habrá mayor coordinación simultánea de brazos y piernas lo que le permitirá pedalear un triciclo.

En el área motora fina, el niño progresará en sus destrezas manuales, podrá ensartar cuentas pequeñas con mayor precisión, desenroscar frascos, abrochar y desabrochar. Tendrá mayor habilidad para coger el lápiz, garabatear y hacer líneas verticales y horizontales.

Área de lenguaje:

Posee un repertorio de palabras que empieza a combinarlas, empezará a construir frases de dos o tres palabras y relatará sus experiencias señalando y nombrando los objetos o personas de su entorno. Progresivamente su lenguaje se hará más completo y fluido lo que le permitirá mantener conversaciones y realizar preguntas.

Área Cognitiva:

En este periodo, el niño ingresa a una etapa preoperacional, utiliza esquemas mentales, lo que le permite nombrar objetos o personas en ausencia de ellas, esto demuestra su capacidad de realizar una imagen mental y de evocarlas de manera verbal. Empieza a usar su imaginación, asociar ideas, puede reconocer colores, formas y tamaños y agrupar objetos en función a estas características.

Área Socio-emocional:

Posee una conducta más sociable, acepta jugar con otros niño en “paralelo”, es decir, le gusta estar en compañía de ellos pero aún no hay una completa interacción. Finalizando este periodo, los niños comienzan tener control de sus esfínteres y avisan para ir al baño. Con respecto a su conducta, ésta es principalmente egocéntrica, reacciona de manera desfavorable y en ocasiones con rebeldía cuando percibe algún cambio o no se le da lo que desea.

Desarrollo sensorial, cognitivo y motor.

En este período el niño irá aprendiendo a utilizar adecuadamente sus sentidos, que le acompañarán en todas sus aventuras, a la hora de explorar el mundo que le rodea. Así, le permitirá asimilar y entender la información que capte por sus sentidos, como diferenciar temperaturas, saber si hace frío o calor. Percibirá nuevas dimensiones como el afecto o el amor.

En el transcurso de este año va construyendo su pensamiento mediante sus acciones e interacciones; realiza imágenes mentales con toda esa información y va avanzando en la expresión oral para contarnos sus experiencias.

Su desarrollo cognoscitivo no es lineal, sabe que tiene que acabar una etapa para pasar a otra y empieza a ser consciente de que las personas y las cosas no desaparecen; comienza a generar ideas sobre ellos y asociarlas entre sí. Será muy curioso, siempre preguntando el porqué de las cosas. Empieza a jugar con la imaginación. Clasifica los objetos por su color y sus formas.

En esta edad el niño tiene mayores destrezas físicas en general, ya se para en pie momentáneamente y camina solo. Consigue mayor capacidad de respuesta en sus movimientos: camina hacia atrás, corre con facilidad, agarra pelotas con los brazos tiesos, sube escalones de tres en tres sin ayuda, salta enérgicamente con los pies juntos, se agacha, se alimenta por sí solo… Muestra mucho interés por jugar a juegos de movimientos que a su vez van entrañando alguna clase de peligro, como montar en triciclo usando los pedales con gran destreza.

Se ven tantos cambios en el niño en estos meses porque el cerebro crece más rápidamente durante los primeros tres años de vida. Cada niño es único y diferente, cada uno aprende a su ritmo; unos más rápido que otros. Muchos tienen problemas ante los cambios repentinos y hay que tratar de darle tiempo para adaptarse a las nuevas personas y lugares. Hablar con él todo el tiempo, incluso antes de que el niño comience a hablar, ayudará en su aprendizaje.

Una buena idea es animar al niño cuando trate de aprender algo, emocionarse cuando esté intentando realizar acciones por sí solo; le hará sentirse bien y le estimulará para continuar aprendiendo mientras juega y se entretiene.

Adquisición del lenguaje

Alrededor de los tres años su lenguaje oral le permite entenderse con los demás con bastante celeridad. Desde que aprende a hablar, lo hará a todas horas, continuamente aunque nadie lo escuche. Pronto requerirá la atención de los demás cuando hable, especialmente la de sus padres; además se enfadará si no le entiendes, ya que él sí entiende bastante bien lo que le dicen.

Es un período muy sensible para la comunicación verbal, el niño incorpora las palabras que va aprendiendo a sus juegos: el mismo juego se convierte en palabras. Se limita a escuchar e imitar para enriquecer su vocabulario. Responde pequeñas preguntas, pone nombres a los miembros de la familia como “Tata”. Le gusta jugar con el teléfono e inventar una conversación con alguien que se supone que está al otro lado del hilo telefónico.

Cada mes incorpora de 6 a 10 palabras a su vocabulario, utiliza mucho algunas como: “dame”, “esa”, “así”, “no”. Dice su nombre si se lo piden.

El mejor modo para fomentar su comunicación verbal es escuchar con cariño sus preguntas y responderlas con respuestas claras y adecuadas a su capacidad de comprensión, para que así desarrolle su inteligencia. En esta etapa el desarrollo del lenguaje y el cognoscitivo están muy ligados.

Modos de Interactuar

El niño necesita ampliar su mundo social, aparte de relacionarse con sus padres o hermanos; necesita el contacto con otros niños. Con niños de su guardería, del parque, sus vecinitos; con ellos comienza a relacionarse, a ser seres sociales que comparten y respetan las normas de los juegos.

A estas edades el niño puede mostrarse terco, recurre a las pataletas y las rabietas para conseguir lo que quiere; la paciencia es el mejor aliado. Quiere sentirse independiente y piensa que él debe ser quien mande, quien tome las decisiones (algunas de ellas). Por ello es bueno que se le proporcione cierto espacio y margen para que tome alguna decisión que otra, dentro de las normas y límites de los padres.

Las normas le orientarán en sus acciones, le darán seguridad y la oportunidad de ir desarrollando poco a poco los criterios de valor; lo que está bien y lo que está mal. Este período requiere una actitud muy cariñosa pero firme.

El juego proporciona al niño la capacidad de tomar sus propias decisiones, como los de planificación y construcción

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (18 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com