Psicologia integrativa en violencia de género

Este módulo, dedicado a la psicoterapia integrativa en violencia de género, desde mi punto de vista ha resultado el más interesante hasta el momento, al resaltar cuestiones que, no por sabidas, hay que olvidar,; así, quiero destacar la importancia de lo social en la violencia de género, la relevancia del sistema educacional, la existencia aún vigente en muchos casos del paradigma del patriarcado y todo lo que ello conlleva.

Tendemos muchas veces a olvidar el resaltar, quizá por supuestamente sabido, todo lo relativo a la importancia del modelo educacional, en el que se transmiten socialmente una serie de valores que subyacen a la violencia de género, como es la preponderancia masculina; el que esto vuelva a tratarse en este módulo, unido al interesante artículo publicado en el País que es el último documento del módulo, en el que se recoge una reflexión de un psicólogo penitenciario, me ha hecho reflexionar al respecto.

En el artículo de prensa, el psicólogo entrevistado enuncia que el hecho de que las condiciones sociales estén cambiando hacia un sistema aparentemente mucho más libre hace que aquellos hombres con un sistema educativo y de valores machista y que son inseguros, recurran al maltrato como manera de garantizarse un no abandono por parte de su pareja, ya que, en el pasado, el mero hecho de estar casado parecía blindar la pertenencia, no existiendo la posibilidad de que una mujer rompiese una relación y, por tanto, no existiendo el miedo a que se tambalease un sistema de creencias y poder.

Esto, que puede parecer intrascendente, me ha parecido que alumbra algo que socialmente no se entiende, y que es que la violencia de género parezca crecer: en conversaciones de cafetería se tiende a escuchar que es que antes no se oía o que ahora se denuncia mucho, pero efectivamente el choque entre una educación basada en valores machistas, unido a la inseguridad y a que la sociedad haya avanzado y ya los matrimonios no sean garantía de continuidad y “para siempres”, constituye un caldo de cultivo que no hay que desatender puesto que, unidas estas variables, es un caldo de cultivo absoluto para que se sigan produciendo casos de violencia machista, aún más que en épocas pasadas.

Así, esto me da pie para incidir en la importancia de la prevención y en la necesidad de sistemas educativos y de valores que garanticen la educación en igualdad, pilar fundamental para acabar con esta tremenda lacra social.

El formato del módulo me ha resultado ameno y aclaratorio, centrando muy bien los principales paradigmas psicológicos y ofreciendo una visión panorámica clara, explicando las técnicas básicas de cada uno de los enfoques y mostrar donde incidir desde cada principal escuela en su aplicación al tema que nos ocupa, lo que nos dota de herramientas que aplicar, según el caso, pudiendo esto redundar en un repertorio más amplio de recursos según las necesidades concretas. Esto me lleva a referirme al modelo de la psicoterapia integrativa propuesto, que, desde mi punto de vista, al integrar  paradigmas diversos, contempla un abanico más amplio de modelos y herramientas, de técnicas y aplicaciones, lo que, sin duda, enriquecerá al profesional y con ello al cliente.

La practicidad de los materiales facilitados, con explicación de técnicas de manera muy sencilla y con ejemplos, creo que hace que sin duda nos planteemos la necesidad de seguir indagando en cada una de las teorías y sus puestas en práctica, no desdeñando ninguna y teniendo que tener formación suficiente como para poder aplicar en cada intervención aquello que más se adecue a las necesidades de la persona. Se aporta además material  sobre cuestiones que incitan a profundizar, como es el tema del uso de la hipnosis en casos de estrés postraumático, ya que todo aquello que mejore el índice de mejoría o éxito en la terapia ha de ser siempre bienvenido.

Personalmente este módulo me deja ganas de seguir formándome en Gestalt (quizá porque de los paradigmas expuestos es el que más desconozco y ya llevo tiempo con interés en él) Dentro de que, obviamente, el módulo dada su extensión no puede ahondar de manera clara en cada una de las terapias que se plantean, sí aporta documentación que deja una idea clara de los principios, técnicas y fundamentos básicos de cada una de ellas, aportando una idea global que incita al mayor descubrimiento de aquellas que intuyamos puedan sernos útiles. De esta teoría me quedo, por ejemplo, con la idea de que la persona cuenta con los recursos necesarios para ser feliz, cuestión estrechamente ligada a la de terapeuta como acompañante en el proceso de descubrimiento personal de aquel que requiere sus servicios: independientemente de la adscripción a una u otra corriente, cada vez tengo más claro que el protagonista de cualquier terapia es quien es, y que los profesionales tenemos que recordárnoslo a diario para no acabar siendo excesivamente directivos enfrentando la terapia desde nuestra visión del mundo y olvidando, en cierta medida los condicionantes, características y realidades de quien hace uso de nuestros servicios.

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