Psicologia
Enviado por cachupin • 15 de Mayo de 2015 • 1.825 Palabras (8 Páginas) • 211 Visitas
4. ORGANIZAR LOS CONTENIDOS DEL INFORME
Como documentos científicos que son, los IPC deben estructurarse de forma lógica y apropiada a sus fines. Aunque no existen disposiciones legales específicas a este respecto, numerosos autores han sugerido diferentes organizaciones de los contenidos de un informe, más o menos similares o complementarias, que han servido de base para la elaboración de los mismos desde hace años (Sundberg, 1976; Maloney y Ward, 1976; Pelechano, 1976; Nay, 1979; Ávila et al., 1992; Fernández Ballesteros, 1992; Martorell, 1985).
Recientemente, las GAP aportan una serie de puntos básicos a incluir en los informes psicológicos que, fundamentalmente, se pueden resumir en: el nombre del autor, del cliente y del sujeto a quién se presentará o enviará, las fuentes de información, instrumentos, procedimientos y tests utilizados, los pasos y procedimientos utilizados para responder a las demandas del cliente, un resumen con las conclusiones más importantes y una serie de recomendaciones apropiadas. Asimismo, las GAP destacan la importancia de estructurar los datos siguiendo criterios psicológicos y colocarlos en la parte de resultados que necesariamente debe incluirse en el informe, donde, además, debe reflejarse el peso dado a la información obtenida, los datos en que se basan las afirmaciones realizadas, las inconsistencias encontradas y la valoración con respecto a las demandas del cliente (Tabla 4).
5. DESCRIBIR LOS INSTRUMENTOS EMPLEADOS Y FACILITAR LA COMPRENSIÓN DE LOS DATOS
Los tests psicológicos y todo lo relacionado con ellos, como la construcción, adaptación, traducción, distribución o aplicación, ha sido, sin duda, uno de los aspectos relacionados con la evaluación psicológica, que más normas, principios, estándares y guías ha generado a lo largo del tiempo (APA, 1999, Muñiz y otros, 2001, Hambleton, 2001, Bartran, 2001).
Aunque existen algunas consideraciones generales a tener en cuenta para el correcto uso de los tests en el proceso de evaluación - que aquí recogemos como punto de partida, como son la obligatoriedad de utilizar siempre medios o procedimientos suficientemente contrastados, instrumentos cuya validez y fiabilidad haya sido debidamente establecida y medidas y tests actualizados - las normas y guías para la inclusión de estos aspectos en el informe psicológico no son demasiado numerosas. Algunas de ellas, provienen de los estándares establecidos por la APA para la interpretación y comunicación de los resultados de los tests, como son las recomendaciones de no interpretar los tests de forma aislada, sino basándose en múltiples tipos de tests convergentes y datos colaterales y en una comprensible fundamentación normativa, empírica y teórica, teniendo en cuenta las limitaciones de dichos tests y explicando de manera adecuada cualquier información suplementaria que minimice las posibles interpretaciones erróneas de los datos (Tabla 5).
6. INCLUIR EL PROCESO DE EVALUACIÓN, LAS HIPÓTESIS FORMULADAS Y JUSTIFICAR LAS CONCLUSIONES
Tanto el Código Ético de la APA, como los Estándares de aplicación de las pruebas psicológicas y las GAP, destacan la importancia, que en el IPC, debe adjudicarse a la correcta descripción de los distintos pasos del proceso de evaluación y a la forma en que deben plantearse las conclusiones. Teniendo en cuenta que el informe es un documento científico, la presentación de datos técnicos deberá facilitar el contraste de los resultados por otros psicólogos y, para que esto sea así, el profesional que realiza el informe debe seguir una serie de requisitos en cuanto a la forma en que se presentan los resultados. El proceso de evaluación debe ser lo suficientemente explícito como para que pueda ser reproducido y valorado, así como para que pueda quedar constancia del mismo. De esta manera, las conclusiones, reflejadas en el informe, que deberán ser justificadas en relación con las demandas del cliente, responderán a las hipótesis planteadas de antemano y se basarán en las opiniones recogidas y en la información y técnicas suficientes para sostener sus descubrimientos. Debe hacerse explícito, además, el nivel de confianza depositado en cada una de las conclusiones, justificando la relación existente entre las conclusiones y los datos, teniendo en cuenta la información contradictoria.
Es importante señalar que la integración de los datos debe ser adecuada, suficiente y de utilidad para responder a las demandas del cliente, por lo que es conveniente indicar cualquier limitación significativa de las interpretaciones. Finalmente, el informe recogerá, de forma implícita o explícita, el juicio o valoración clínica que el Psicólogo hace del cliente. El lector puede dirigirse a la obra de Antonio Godoy (1996) para una reflexión respecto a las garantías y alcance de los juicios clínicos (Tabla 6).
7. CUIDAR EL ESTILO
Al redactar el informe, o informar verbalmente de los resultados de una evaluación, el Psicólogo debe considerar unos ciertos requerimientos de estilo que ayuden a entender mejor la información que se quiere transmitir. Este tipo de requerimientos han sido abordados con cierto detalle por el Código Deontológico del Psicólogo, los Estándares de aplicación de los tests de la APA, las GAP y, muy especialmente, por el Manual de Publicación de la APA que, aunque originariamente se refiere a la publicación de textos científicos, se ajusta perfectamente a nuestras necesidades. Considerando que en última instancia todo informe clínico es un documento científico, la redacción tendrá en cuenta las peculiaridades de este tipo de documentos y deberá: utilizar un lenguaje comprensible para el receptor, ser claro y racional, huyendo de artificios, emplear palabras y oraciones breves, evitar el empleo de jerga, palabrería y redundancia, utilizar un estilo preciso y claro, ayudarse de esquemas que identifiquen y organicen las ideas principales, evitar malas interpretaciones, etiquetas y ambigüedades en cuanto a la identidad sexual y
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