Psicología Pre-científica, Experimental y Conductismo

A diferencia de Wilhelm Wundt, quien se dedicó a analizar las sensaciones (tales como los sabores, las experiencias visuales  y las dimensiones sensoriales de la audición) de manera introspectiva en su laboratorio experimental, John Watson, quien dio inicio a la escuela “Behaviorista” (de  behavior: conducta), desde otro posicionamiento plantea que lo único posible de ser estudiado por la ciencia es lo que puede observarse y lo único realmente observable y registrable  en los sujetos es la conducta:

“El conductista pregunta: ¿Por qué no hacer lo que podemos observar el verdadero campo de la psicología? Limitémonos a lo observable, y formulemos leyes sólo relativas a estas cosas. Ahora bien: ¿qué es lo que podemos observar? Podemos observar la conducta —lo que el organismo hace o dice. Y apresurémonos a señalar que hablar es hacer, esto es, comportarse. El hablar explícito o con nosotros mismos (pensar) representa un tipo de conducta exactamente tan objetiva como el béisbol” (Watson,J. 1984)

Podemos sostener que los postulados principales de la corriente conductista son:

• Ante determinados estímulos que son de carácter innato, los sujetos responden automáticamente con algún tipo de respuesta:

• Toda conducta que el sujeto realiza es una respuesta a un estímulo, de ahí que, hay que averiguar cuál fue el estímulo que provocó la respuesta.
• Esta conexión entre estímulos y respuestas (algunos son innatos y la mayoría aprendidos) es el objeto de estudio  del Conductismo ya que, precisamente, el objetivo de las teorías conexionistas es explicar cómo se produce la conexión.  

Los estímulos que se producen de manera innata se denominan estímulos innatos (E.i) y las respuestas que producen: respuestas incondicionadas (R.i).

Este es el caso de la conexión entre un ruido fuerte (E.i) ,por ejemplo un trueno y el miedo (Ri), el cual puede constatarse por reacciones visibles como los gestos y palidez del sujeto.

Cabe destacar que hay estímulos que por sí solos no producen innatamente ninguna reacción, éstos son llamados neutros (E.n) por ejemplo una pelota.

En una situación dada puede suceder que en un aula se encuentren algunas personas desarrollando una actividad y de un momento a otro  su tranquilidad se vea interrumpida por un ruido repentino y atemorizante: asombro, miedo, desconcierto invaden a todos, algunos hasta sudan y otros tiemblan queriendo correr aunque se sientan paralizados. Después de algunos minutos siguen sin entender qué sucedió pero intentan volver a su actividad, al cabo de unos minutos la situación se repite y al mismo tiempo aparece picando una pelota, al principio nadie asemejará semejante ruido con una pelota pero al repetirse la situación una o dos veces más la asociación resulta inevitable. De ahí que, la pelota que era un estímulo neutro (E.n) pasa a ser un estímulo condicionado (E.c) y ese miedo que ahora sienten aquellas personas al ver a la pelota (aunque ya no se presente acompañada del ruido) pasa a ser una respuesta condicionada. (R.c) He aquí el “condicionamiento clásico”.

El experimento que realizó Iván Pavlov con su perro y el que hizo Watson con un bebé llamado Albert, son claros ejemplos.

Cabe destacar que ese miedo aprendido entonces por condicionamiento se puede des- condicionar buscando la forma de romper esa asociación.

Burrhus Frederic  Skinner fue otro psicólogo americano dentro de esta corriente postuló lo que llegó a conocerse como el condicionamiento operante, sostuvo que otro tipo de conductas son operantes, es decir, son emitidas por el sujeto para intentar modificar una situación.

Hay estímulos que favorecen la frecuencia de ciertas respuestas, a éstos Skinner los llamó “Reforzadores”.

Después de hacer varios experimentos con ratas y palomas,  postuló la existencia  de:

Reforzadores positivos: aquellos que buscan aumentar la frecuencia de una conducta como por ejemplo un premio. Es el caso ,por ejemplo, de una maestra que no da tarea los viernes si de lunes a jueves sus estudiantes la llevan a clase realizada.  

Reforzadores negativos:  aquellos que buscan disminuir la frecuencia de una conducta como por ejemplo un castigo. Es el caso, por ejemplo, de una mamá que prohíbe por un determinado tiempo asistir a su hijo adolescente a reuniones con amigos por incumplir la hora estipulada de regreso a casa.