Psicología, amores que matan

CUESTIONARIO

• ¿Cree usted que su vida sería más soportable con una relación de pareja que sin ella?
• ¿Siente que su vida no tiene sentido sin una relación amorosa?
• ¿Se encuentra en una relación amorosa disfuncional que no puede terminar?
• ¿Es incapaz de dejar de ver a esa persona que es destructiva para usted?
• ¿Cuántas veces ha tratado de controlarse para no ver a esa persona que no le conviene... y termina viéndola otra vez?
• ¿Siente que esa relación afecta en forma negativa otras partes de su vida, como su trabajo y familia?
• ¿Encuentra que repite esta adicción al amor o patrón negativo de conducta, en otras relaciones que ha tenido antes? 

Concentro mi atención en:

1. Resolver todos tus problemas, aliviar tu dolor, protegerte, manipularte para que hagas lo que yo quiero.
2. Mi autoestima aumenta resolviendo tus problemas y aliviando tu dolor.
3. Mis hobbies y mis intereses los dejo a un lado y me concentro en compartir los tuyos.
4. Tu ropa, tu apariencia personal y tu comportamiento los determinan mis deseos porque yo siento que tú eres un reflejo de mi propia persona.
5. No estoy consciente de mis propios sentimientos sino de los tuyos.
6. No sé lo que quiero pero te pregunto a ti lo que tú quieres. Si no lo puedo saber me lo imagino.
7. Los sueños que tengo para mi futuro están entrelazados con los tuyos.
8. Mi temor al rechazo determina lo que digo o hago.
9. Mi temor a experimentar tu ira determina lo que digo o hago.
10. Doy para sentirme seguro (a) en nuestra relación.
11. El círculo de mis amistades se hace más pequeño cuando me relaciono contigo.
12. Dejo a un lado mis valores para poder unirme a ti.
13. Doy más valor a tu opinión y tu modo de hacer las cosas que a los míos.
14. La calidad de mi vida está relacionada con la calidad de la tuya.

Amores que matan

Muy pocas relaciones comienzan de otro modo que no sea amabilidad y dulzura. Al principio, todo es una "luna de miel", por lo que es difícil precisar con qué tipo de persona estamos  saliendo. Ambos nos mostramos precavidos, tratando dar la mejor imagen, lo que creemos agradará al otro. A esto le sumamos la fase de idealización que se presenta en todo inicio de relación romántica.

Una relación amorosa puede se maravillosa con la persona adecuada. Pero una relación con la persona equivocada puede dar lugar a años de dolor, daño emocional y psicológico. Una pareja adulta toxica puede dañarnos a nosotros, a nuestros seres queridos e incluso al modo en que interpretaremos el amor y la relación de pareja en el futuro.

Existe una gran variedad de malas elecciones con las que podemos encontrarnos, la mayoría de ellas fáciles de identificar y evitar. Todos sabemos identificar personas que parecen trastornadas o abusivas y no las elegimos como parejas. Sin embargo, algunas personas son mejores que otras para ocultar sus alteraciones de personalidad y conducta. Además buscamos cubrir de forma inconsciente nuestras carencias emocionales, originadas generalmente en la infancia,  con la pareja, por lo que vamos a interpretar de manera equivocada la personalidad del otro, de modo que aparentemente pueda cubrirlas, sin embargo paradójicamente elegimos personas igualmente incapacitadas para hacerlo.

Los amores que matan se dan entre personas codependientes

La Codependencia es un tipo de adicción. El término adicción procede de la palabra latina "addicere" que se refiere una forma de pago de deudas que ofrecía el derecho civil romano, por medio de la cual el deudor insolvente quedaba como esclavo del acreedor. Y la palabra adicto del latín “addictus” que quiere decir heredado. Después de la guerra los romanos regalaban esclavos a los soldados que habían peleado bien, esos esclavos eran conocidos como “addictus”, por lo que adicto  se traduce como esclavo.

Las personas codependientes son adictas a otras personas, a situaciones y hasta a cosas. Por lo que en la medida de su adicción a su pareja son esclavas de ellas. Si la codependencia no se atiende va aumentando cada día.

Los  sentimientos, pensamientos y acciones del codependiente dependen de los pensamientos, sentimientos y acciones de otras personas. Se olvidan de sí mismas y viven a través del otro.

La Adicción al Amor es como todas las adicciones solapada y engañosa, esta adicción es hasta estimulada, porque "amar demasiado" se ha propuesto como algo loable, que se promociona en muchas sociedades y religiones. Pero, la misma palabra "demasiado", ya vislumbra su negatividad y patología. “Querer demasiado es malquerer”.

La adicción al amor se refleja en las ganas de enamorarse y de ser amada que puede tener una persona y así reforzar su autoestima buscando cubrir carencias emocionales que vienen desde su infancia.

La persona codependiente piensa que no puede vivir sin su pareja, se funde con ella hasta el punto de llegar a perder su propia identidad y vive para ella en vez de vivir su propia vida. Piensa que lo que siente es un amor inmenso, una pasión maravillosa, pero no es amor, sino dependencia y adicción. Se enamora de repente, como en un flechazo, confundiendo su deseo con el amor, piensa que tiene delante a la persona ideal.

No son conscientes de que darlo todo por la otra persona supone una negación de si mismo y de los propios deseos y necesidades. El codependiente se deja a sí mismo completamente de lado para anteponer siempre a su pareja. Y de lado ha de quedar también todo sentimiento negativo. La rabia, el dolor, el sufrimiento...; todo esto lo percibe como una amenaza terrible porque podría llevarle a perder lo que más ama, lo que es toda su vida y todo su mundo: su gran amor, su sueño de ser valorada y protegida, de tener una familia. Por lo que hace todo lo posible por mantener la paz, negando el conflicto y la confrontación, sin darse cuenta de que negar el conflicto supone negar la intimidad. Ya que no podemos tener una relación íntima con alguien con quien no podemos discutir un problema o algo que nos hace enfadar. No hay manera de resolver un conflicto si una de las partes prefiere ignorarlo y la relación sólo puede darse a un nivel superficial.

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