QUERIDA AMIGA

QUERIDA AMIGA

Hace tiempo no tenemos la oportunidad de hablar y compartir, debido a las múltiples ocupaciones que nos absorben a las dos, bueno un poco más a mí que a ti, por eso hoy quiero que sepas lo mucho que te quiero y te extraño. Hoy quiero contarte que estoy muy contenta en mi primer cuatrimestre de la especialización, he aprendido mucho y me he reencontrado conmigo misma, a través de del enriquecimiento temático en el que se basa la especialización de Educación y Orientación Familiar que he logrado poner en práctica en la realización de mi trabajo pedagógico.

También te cuento que mi corazón se regocija al ver la grandeza de Dios en mi vida, me cobija su bendición en todas las áreas mi ser y la sanidad interior la siento al recordar esos episodios dolorosos que martillaban mi alma y ya no me duele, solo hacen parte de los recuerdos y capítulos cerrados donde el perdón salió a flote, aunque ha sido lo más difícil y perdonarme a sí misma es una batalla que libré victoriosamente.

Muchas veces me atemoriza la imagen que los demás perciben de mi, pues muchas veces siento una responsabilidad muy grande, cuando hacen comentarios sobre mi desempeño laboral y los aportes que hago para que logren superar sus dificultades y eso también me ha traído problemas, ya que siento que despierto celos profesionales por quienes no han tenido reconocimiento suficiente de su labor aclarando que no por ello lo que hacen deja de ser importante.

Cada mañana coloco en las manos de Dios mí que hacer, pues me gusta lo que hago y quiero aprender a realizar mi quehacer con excelencia sin dañar a nadie, pero también sin permitir que mis colegas afecten el proceso de formación de estos pequeños que llegan a nuestras manos con tantos problemas de orden físico, económico, social y emocional.

Nada fácil, pero no imposible…

Te quiero.

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