Redaccion y narrita escrita
Enviado por Gersus Montilla • 22 de Febrero de 2024 • Ensayo • 1.804 Palabras (8 Páginas) • 39 Visitas
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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGIA
AUTOBIOGRAFÍA
Docente: Autor:
Villanueva Serrano, Sadra Margarita Gerardo Montilla
Redaccion y narrita escrita CI: 31.776.350
Seccion: 2M
San diego, febrero del 2024
Soy Gerardo Montilla, nací el 16 de julio del 2006, para ser exactos a las 2:30 p.m. en Naguanagua, Estado Carabobo y desde el primer latido de mi corazón, supe que mi vida sería una aventura única y llena de experiencias inolvidables. En un mundo lleno de incertidumbre y oportunidades, nací con un propósito claro: escribir mi propia historia, llena de momentos inmemoriales, lecciones aprendidas y sueños cumplidos. Mi vida ha sido un viaje lleno de altibajos, alegrías y desafíos. Cada experiencia ha moldeado quien soy hoy en día y en medio de la adversidad, decidí escribir mi propia historia con coraje y determinación, en cada párrafo se encuentra un pedacito de mi alma y de mis sueños.
Empecemos desde el inicio, desde muy pequeño fui un niño inquieto con una creatividad única, siempre buscaba la manera de resaltar y darme a notar. Mis padres Juan Montilla y Leonor Cardozo han sido maravillosos, padres ejemplares que siempre pensaban en la felicidad de sus hijos. Pero sin embargo siempre sentí una ausencia, sentía que no estaban por eso la mayor parte de mi infancia y adolescencia la intentaba pasar con mi abuela materna, Janeth Trespalacios (persona quien considero mi madre) esta mujer es mi mayor fuente de inspiración y superación diaria. Siempre estuvo para mí en todos los momentos más importantes, su partida ha sido uno de los golpes más duros en mi vida, pero claro esto es algo de lo que les hablare más adelante.
Así mismo con lo mencionado anteriormente, fui un niño muy extrovertido y estudioso, al cumplir 5 años, mis padres decidieron mudarse para que mi hermano y yo tuviésemos una vida mucho más cómoda, ¡wow! Casa nueva, exprese de una manera muy feliz, el día de la mudanza mientras íbamos en el carro faltando poco por llegar, vi por la ventana a lo lejos una pequeña escuela con muchos niños y tenía un parque, y le hice saber a mis papas que quería estudiar allí, pocos días después de la mudanza mi madre fue a conseguirme cupo en aquella pequeña escuela de la que no paraba de hablar, sin embargo no fue tarea fácil ya que el año escolar había iniciado, pero una madre siempre hace todo por ver a sus hijos felices, y logro conseguirme cupo, empecé en tercer nivel, recuerdo mi primer día, que nervioso estaba, llego el día que tanto espere. Mi primer día de escuela, recuerdo lo increíble que era mi maestra, una persona super dulce.
¡Wow! Ya estoy en segundo grado, ¡que emoción! a los meses de haber iniciado clases, citan a mis padres a una reunión con la directora de la institución, “que nervios, yo no me he portado mal, lo juro” fueron las palabras que le exprese a mi hermano mayor, mientras nos dirigíamos al colegio iba rezando de que no fuese algo malo, sin embargo, no sabía que me estaba dirigiendo a escuchar una de las mejores noticias que he recibido. Me iban a adelantar de año, ¡que felicidad! Ahora si estaré con personas de mí misma edad fue lo primero que exprese, a la semana me cambian de salón, “ahora estoy con los de tercero, ojalá nos llevemos bien” fue lo que pensé, hice mi primera amiga, hacíamos todo juntos. Pero no todo fue risas y felicidad, en sexto grado el Bullying llego a mi vida, había un niño que siempre me decía cosas por ser bien portado, tranquilo y que solo me la pasaba con niñas. No obstante a eso, recibí golpes e insultos por parte de él y sus amigos.
Hasta que un día decidí defenderme, comencé a buscar en internet tutoriales de “cómo defenderme” todos eran sobre defensa personal, la violencia no estaba dentro de mis opciones, pero tenía que aprender a defenderme si o si, entonces le pedí ayuda a mi hermano mayor que practicaba Taekwondo, mi hermano me enseño, por consecuente a eso, el día que el chico vino a molestarme me defendí y le rompí la nariz, me llevaron a dirección, era mi primera vez en la oficina de la directora por problemas, llamaron a mis papas y me enseñaron que nada se soluciona con violencia, desde ese día los chicos dejaron de molestarme. Llego el día de mi graduación de sexto grado, estaba muy feliz.
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