Relación Del Rol Del Psicólogo Con La Ética
Enviado por ivonneandrea • 20 de Noviembre de 2013 • 572 Palabras (3 Páginas) • 360 Visitas
Estas preguntas nos llevan a pensar que el rol del psicólogo estaría pautado éticamente por un énfasis en tratar de realizar una buena praxis, acentuando la escucha del paciente y/o la demanda del que consulta.
Tiene que diseñar una estrategia acorde con esta escucha y la demanda planteada con la utilización de las herramientas y recursos con los que el psicólogo cuenta.
Siendo conciente y autocrítico del saber con que cuenta y el poder que conlleva dicho saber en una relación terapéutica o intervención clínica.
Tratará de utilizar el saber que tiene para luchar contra la reproducción del modelo médico de sometimiento del paciente al poder del saber con que cuenta el técnico, convirtiéndolo en mero objeto pasivo de la intervención.
Sin dejar de ser humano para ser psicólogo ya que esto es imposible. Utilizando lo que me produce transferencialmente un vínculo terapéutico en pro del mismo, trabajándolo también a nivel de las supervisiones y de la terapia personal de cada psicólogo. Ésta sería una postura ética en el quehacer del profesional del ámbito psi.
Si bien los valores morales atraviesan al terapeuta en un contexto sociocultural, el sicólogo tendría que poder ir más allá de éstos valores morales y jerarquizar los aspectos que tengan que ver con una buena praxis que desembocarán en el mejor beneficio del que consulta.
Esto sin caer en el error de pensar que lo que el terapeuta considere que es lo mejor para el que consulta sea efectivamente lo mejor para él. Sino que se trataría de habilitar el espacio de reflexión y generar las condicionantes y posibilidades para que el que consulta pueda apropiarse de su situación y tener la libertad de optar por un camino a seguir.
El terapeuta tendría que poder discernir en qué momento los valores morales están condicionando su trabajo técnico y repercutiendo directamente en una mala praxis y por lo tanto allí estaría fallando éticamente.
Es decir, obrar éticamente bien o de forma ética para el sicólogo no pasa por actuar “moralmente”.
Como lo explicita A. Raggio en su “Por una ética de la intervención. Notas acerca de la dimensión ética de la práctica psicológica”:
“...Es necesario establecer una discriminación entre estas dos dimensiones: la moral, está referida a valores trascendentes, válidos en cualquier espacio – tiempo, la ética, es algo diametralmente opuesto, en tanto lógica de los encuentros y las afecciones, se refiere a los valores inmanentes producidos en el encuentro de los cuerpos. La ética es por ende amoral.”
Una buena praxis se traduciría o sería el resultado del quehacer de un psicólogo con una buena formación o instrucción, con capacidad crítica a todo nivel y con el respeto a lo vinculado con su quehacer terapéutico
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