Resumen “Cruzando el mediodía” Beatriz Zegers

Resumen “Cruzando el mediodía” Beatriz Zegers

El desarrollo humano es teleológico, se encuentra orientado hacia un fin. Esta se expresa en el hecho de que la personalidad va transformándose de acuerdo con etapas definidas o predeterminadas por la maduración del organismo. La creciente conciencia que el ser humano va logrando en el transcurso de este proceso, le permite trascender su biología e intervenir activamente en la tarea de perfeccionar, por ser inacabado.

Erikson, el desarrollo consiste en una progresiva resolución de conflictos entre la persona y su ambiente, que deberá resolver o hacerlo parcialmente, antes de avanzar a una etapa siguiente. Los desafíos y conflictos en cada etapa conforman las crisis.

¿Qué quiere decir crisis?

Proviene de la raíz latina criba que significa “discernir, separar lo valioso de lo que no lo es”. Por lo tanto, una crisis se puede entender como un momento de decisión. También proviene de krisis de origen griego “mutación grave que sobreviene en una enfermedad para mejoría o empeoramiento. En el pictograma chino se refiere a la vez peligro y oportunidad.

Una crisis es un momento de decisión que otorga a la persona la posibilidad de desarrollar la personalidad, pero, simultáneamente, es un tiempo de riesgo y de vulnerabilidad.

En cada pasaje de un estado del desarrollo al siguiente se observa la necesidad de realizar cambios y ajustes en la escritura defensiva: mecanismos que se usan frente la angustia, conflictos, formas de pensar, etc.  No significa, abandonar lo que ya se había logrado, sino transformarlo en síntesis más maduras, más seguras y estables y que otorguen una mayor protección. En esas innovaciones uno puede llegar a verse inseguro y frágil, pero a la vez es una oportunidad de desarrollo y expansión a conocer nuevas formas de ser. Al superar esos momentos, se va entrando en un periodo mas prolongado y estale que el anterior.

Una crisis no es algo que se padezca o sufra pasivamente, sino que es una situación que desde el yo solicita ser asumida como propia.

Distinguir entre las crisis normativas o que pertenecen propiamente al desarrollo y las derivadas de accidentes o episodios vitales.

Crisis normativas

Son las crisis transicionales, aquellas que ocurren al pasar de un momento a otro del desarrollo. Solicitan cambios en los estilos de vida debido al paso de los años y la demanda que cada edad trae consigo. Proporcionan nuevas oportunidades de realización. Estos tiempos de decisiones y alternativas tomarán la forma de una crisis en la medida que se asumida como tal, que exista plena lucidez o conciencia.

La resolución será exitosa si los cambios conducen a una mayor madurez y bienestar, permitiendo enfrentar de una manera más adecuada las exigencias del nuevo período. Implica avances en el desarrollo y contar con nuevos recursos adaptativos. Si no se producen cambios, la capacidad de resolver los nuevos problemas vitales se habrá reducido; la crisis se habrá resuelto negativamente. Los conflictos aumentan la probabilidad de que aparezcan síntomas (dolor de cabeza, ira, tristeza, etc.) que se configuren una patología, la persona se quede fijo en un periodo, retomar comportamientos de épocas pasadas.

¿Cómo se resuelven estas crisis? Conociéndolas, meditando y analizando las alternativas posibles, recurrir a medios específicos; como la ayuda, el apoyo y psicoterapia.

Crisis o accidentes vitales

Las crisis o accidentes vitales son precipitaciones por situaciones que involucran una perdida, ocurren a destiempo, son inesperadas y repentinas, pues suceden antes o después de lo deseable. Estas crisis o accidentes pueden provocar fuerte estrés y tensión en una persona por cuanto ocurren fuera del orden natural de los hechos de la vida.

El cuidad se expande más allá de la parentalidad

El desarrollo humano llama a que esta atención y custodia se extienda a aquellos que se encuentran en el medio laboral y social.

Erickson, la crisis de la generatividad es una tarea de la adultez madura. Se prepara a partir de la fase anterior, cuya resolución exitosa es el logro de la intimidad y cuya contraparte negativa es el aislamiento. Para Vaillant no es la crisis de la intimidad la que antecede a la crisis de la generatividad, sino que la consolidación de la carrera. Esta consolidación conlleva la capacidad de cuidar el quehacer laboral y velar por uno mismo, implica establecerse y no continuar siendo eternos estudiantes o aprendices involucra, además, el despliegue de los mejores esfuerzos, potencialidades y creatividad.

Generatividad significa asumir una responsabilidad sostenida por el desarrollo y bienestar de los demás, en especial, de los adultos jóvenes. La participación activa de la construcción de la sociedad, haciéndose consultores, guías o mentores de adultos jóvenes. La generatividad va más allá de la tarea de cuidar a los propios hijos. Esto va para desarrollar toda su potencial humanidad resulta imperioso encontrarse con otro, no solo comunicarse, sino que donarse y entregarse, amando y cuidando a los demás.

La tarea tiene su contraparte antipática y se manifiesta cuando no está resuelve. Es el autoabsorción o estancamiento del desarrollo psicológico Estos dedican su ánimo y energías al engrandecimiento de su propia imagen y a la satisfacción personal.

La autoabsorción narcisista, es la persona se ensimisma y busca los aplausos de los demás, al tiempo que devalúa a todos aquellos que no le rinden pleitesía. También puede ocurrir que la atarea de cuidar a otros asume un modo depresivo, la persona se percibe inepta e incompetente para contribuir y ayudar a quienes se inician en la vida adulta.

Ambas comportan un problema de autoestima, el primero se sobrevalora las propias capacidades y no se está dispuesto perder el precioso tiempo personal enseñando y apoyando a otros. El segundo es porque du da de sus capacidades o siente que no tiene dad que entregar y que los otros van a perder su tiempo escuchándolo.

Mentor o tutor

El mentor es la persona que ayuda al adulto joven a desplegar nuevos aspectos de su identidad, contribuye a dar especificidad a la personalidad adulta a través del establecimiento de una identidad laboral.

Se trata de una relación que tiene características afectivas y una figura transicional. Tampoco puede transformarse en un padre o una madre, la actitud paternalista infantiliza.

El ser tutor puede sumir distintas funciones, enseñar y cultivar habilidades, usa de sus influencias para introducirlo en el mundo profesional.

Cuando se es tutor, se es modelo, ya que, a través de la forma de ser y actuar, de las virtudes y logros, de la propia consistencia vital, uno se transforma en alguien a quien se desea imitar y con el cual un adulto joven lega a identificarse en forma parcial, conseguirá individualizarse.

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