Sobre los estados depresivos en los adultos mayores

Sobre los estados depresivos en los adultos mayores (Título temporal)

La pretensión de este ensayo es hablar de la depresión, debido a que es uno de los temas sobre los que más se ha puesto atención en lo relacionado a salud mental, pues es uno de los trastornos del estado de ánimo que brillan en la cúspide estadística sobre causas de muerte en nuestra generación, solo por detrás de la diabetes y enfermedades cardiacas, afecta a diversas poblaciones, una de ellas, y las que más vulnerabilidad tienden a este padecimiento son los adultos mayores, a su vez, es una de las poblaciones más ignoradas por el sector en torno a este trastorno. El adulto mayor tiene mayor morbilidad con padecimientos tanto físicos como mentales, que disparan en gran medida la dependencia, depresión y demencia, haciendo más alta la tasa de suicidios en estos. Considerando que las cifras indican que la población adolescente es la que más tiene a destacar, si se toma en cuenta la población total de adultos mayores estos tienden a quitarse la vida mucho más, como se menciona a continuación “los jóvenes (entre 15 y 29 años) siguen siendo el grupo poblacional con mayor número de suicidios: dos mil 403, en 2013. Sin embargo, si se contempla la población existente en los distintos rangos de edad (es decir, el suicidio por cada 100 mil habitantes), los ancianos se quitan la vida más frecuentemente (tasa de 9.2) que los jóvenes (8.9)”. ("Aumenta el suicidio de ancianos: INEGI - ComunicaCampeche.com", 2019). Dicho lo anterior, en el siguiente trabajo se abordará los factores asociados, probables cambios en dinámicas familiares y sociales que pueden incidir en la presencia de depresión en adultos mayores, así como incitar a la reflexión sobre la importancia de tener iniciativas hacia este sector muchas veces olvidado.

Según la OMS “La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración” ("Depresión", 2019). Si bien la depresión ha sido comúnmente relacionada a la propuesta teórica del déficit serotoninérgico predominando un enfoque biologicista a la causa de este trastorno, en este trabajo se optará por una propuesta contextual que ha sido respaldada y que como mínimo resulta igual de efectiva que el tratamiento con fármacos sin los posibles efectos secundarios de estos, aportando a la filosofía de la desmedicalización teniendo una mayor tasa de éxito y con prevención de recaídas, la propuesta viene de la Activación conductual o comúnmente abreviada AC, como se menciona a continuación AC se basa en una premisa simple:

Sin importar cómo se genere la depresión, una de sus características principales es la inacción, la falta de actividad, que a su vez lleva a que el estado de ánimo y los pensamientos empeoren (y a menudo añade culpa a la tristeza ya existente), lo cual a su vez dificulta la acción ("Activación conductual: Un tratamiento simple y eficaz para la depresión", 2019).

Por lo que con esto en mente se postularan lo que en criterio de la autora del presente trabajo son factores influentes a la prevalencia de un trastorno depresivo. Empezare por considerar que una de las tantas cosas a las que se enfrenta una persona que comienza a envejecer es la de un proceso adaptativo, en el que se ve envuelto con nuevos retos, otros no tan nuevos, pero que cada vez tienen un mayor grado de dificultad. Además una serie de factores biológicos, contextuales y psicológicos determinan en gran medida la forma o calidad de vida de los últimos años. Es aquí donde se puede mencionar que, las nuevas formas de dinamismo familiar, marcados en gran medida por generaciones que rompen con esquemas tradicionales tiene una posible influencia en muchas veces lo que le espera al adulto mayor. Por ejemplo, en generaciones pasadas las familias mexicanas tendían a ser numerosas, muchos hijos y por misma causa muchos nietos, generalmente en casas amplias en donde siempre se generaría interacción, por lo que, al llegar a la vejez, se puede ver aún convivencia, hijos y nietos presentes, por lo que los periodos de soledad a los que se enfrentaban eran menos. Actualmente las nuevas familias se conforman en su mayoría de 1 a 2 hijos en los que, marcados por estilos de vidas demandantes, trabajos de largas jornadas y con el establecimiento de sus propias familias el adulto mayor queda olvidado en casa, a veces solo, ampliando los tiempos en los que se quedan sin interacción, teniendo en este una repercusión anímica. De igual modo en torno al deterioro físico que se va teniendo también genera en los adultos mayores una mayor necesidad de cuidados, que pueden generar alguna dependencia, bien de algún tipo de aparatos, medicamentos, personal de cuidados o algún hijo, debido a esto pueden llegar a experimentar ideas como la de ser una carga para los demás, o sensaciones de inutilidad ya que sienten que no son capaces de valerse por su cuenta, teniendo efectos sobre la estima de los mismo, las limitantes físicas como vemos pueden tener un desencadenante negativo en cómo estos se perciben. Otro aspecto que se puede recalcar y es de suma importancia son las redes de apoyo, generalmente las personas frente a situaciones o dificultades tienden a contar con una red de apoyo conformada por familiares y amigos, en el caso de que los primeros puedan estar ausentes los segundos desempeñan un papel de gran importancia para poder ser potenciadores al poder enfrentar adversidades y en la depresión estos también son parte importante de esto, en el caso de las personas de una edad avanzada es muy común ver como todos sus amigos y compañeros pueden ya no estar muy presentes, por diversas condiciones, o estos lazos se han deteriorado con el tiempo, en mucha ocasiones lo que afecta a los adultos mayores es la perdida de sus contemporáneos que los va llenando de una angustia y preocupación sobre la muerte, la pérdida de estos seres puede ir generando sentimientos de vacío, sobre todo en aquellos que ya no tienen a su cónyuge con vida y han quedado solos, puesto que pierden a última instancia a su compañero de vida y esto tiene un gran impacto sobre los mismo, teniendo en cuenta que todos los demás factores también están presente en una gran mayoría de adultos mayores las situaciones parecen irse poniendo en contracorriente de la salud emocional de esta población, parece que otros componentes también están relacionados, siendo el económico uno de ellos, como bien se menciona: “Las viudas, ancianos aislados, pobres, institucionalizados y sometidos a estrés presentan depresión más frecuentemente (33). La prevalencia es mayor en el área rural que en la urbana (14). Un estudio en Arabia, encontró relación entre depresión y desempleo, divorcio, viudez, soledad y bajo nivel de instrucción (n=7970) (34).” (Obama & Kennedy, 2018). Por lo que, los puntos antes mencionados están estrechamente vinculados con una alta prevalencia de un estado de ánimo deprimido. Algunas actividades como la de no tener un empleo, en el caso de aquellos que estén jubilados puede ser determinante para reforzar los pensamientos de inutilidad que antes se habían mencionados, ya que, esto genera la sensación de no ser productivos, podemos destacar en este punto lo importante que pudiera ser en su momento que empresas como algunos supermercados puedan abrir puertas laborales para poder tener estos una forma de apoyarse económicamente, poder sentirse útiles aún, y en este lapso poder comenzar a conocer a otras personas con las que puedan comenzar a generar lazos nuevos, y reestablecer redes de apoyo, ya que es bien sabido que el realizar actividades de socialización es reconfortante y se suele usar en tratamiento con el uso de habilidades sociales para abordar algunos de los trastornos del estado de ánimo como la depresión. Por lo que tratar de que estas puedan realizar aún ciertas labores teniendo en cuenta su seguridad y capacidad para realizarlas puede tener beneficios, así como la realización de actividad física moderada, según las fortalezas físicas de cada uno. Socialmente se tienden atribuir la inactividad, decaimiento o muchas otras pautas que se suelen manifestar en un estado de ánimo depresivo a algo que es propio de la etapa mayor en la que suelen estar pasando, con comentarios vulgarmente dichos como achaques de la edad, lo cierto es que la vejes realmente no está ligada en ningún momento con este tipo de situaciones, esos comentarios solo pasan por alto u omiten lo que probablemente pudiera ser un problema de salud mental que es muy común en la población mayor.

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