Sujeto de la Educación Mariana Karol
Enviado por DiegoRafael22 • 19 de Agosto de 2021 • Biografía • 7.222 Palabras (29 Páginas) • 400 Visitas
Identidades - Sujetos - Subjetividad |
Autora: Mariana Karol
INTRODUCCIÓN |
El objetivo de esta clase es aproximarnos a una serie de conceptualizaciones sobre la constitución subjetiva en el niño. Poder pensar cómo se llega a ser sujeto, cuáles serían las condiciones mínimas y necesarias para que, sobre un montaje biológico, se constituya un sujeto con una subjetividad que le permita representar, simbolizar, comunicar, pensar...
Vamos a partir desde un marco teórico psicoanalítico para ir pensando en los movimientos que permiten el advenimiento de un sujeto con una subjetividad constituida. Dada la complejidad de algunos conceptos sobre los que vamos a trabajar, intentaremos ser lo más claros posibles sin simplificar la trama teórica que estamos trabajando.
Quizás, para algunos de ustedes se trate de conceptos con los que ya están familiarizados, para otros sean conceptos oídos pero no sistematizados, y para otros resulte una terminología que los asuste un poco. Para todos, una recomendación: ante conceptos que necesiten mayor explicación no dejen de consultar el Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalís que es un texto de gran ayuda y solidez teórica. Más modestamente, al final de la clase hay un glosario de algunos conceptos principales que trabajaremos hoy. También pueden consultar más datos en la bibliografía recomendada.
También al final van a encontrar un listado de los conceptos trabajados en esta clase. Esto tiene varios objetivos: dar cuenta del recorrido conceptual realizado, poder volver en mayor profundidad sobre alguno de los conceptos y comprobar todo lo que aprendimos. Y la última cuestión antes de empezar: les voy a dejar una guía de preguntas que servirán como ordenadores para quienes quieran trabajar sobre el texto de una autora que hoy vamos a nombrar mucho y que es Piera Aulagnier.
[pic 1]Trabajaremos sobre las condiciones mínimas y necesarias que permiten la constitución subjetiva de un niño: la función materna, la función paterna y la función del campo social como ordenadores básicos . Siempre que hagamos referencia al ejercicio de las funciones nos referiremos a funciones simbólicas, no biológicas. Esto es muy importante, la biología no garantiza el éxito de la función. |
Profundizaciones: |
SUBIR
Sobre el origen |
Comenzaremos diciendo que no existe un sujeto dado desde los orígenes . El bebé deberá pasar por un complejo proceso para constituir su psiquismo, es decir, para transformarse en un sujeto cognoscente, pensante, etc. Sabemos que resulta una afirmación muy fuerte decir que no existe un sujeto dado desde los orígenes, sobre todo para las madres que le “presuponen” un carácter, un “lugar” y un pensamiento a su bebé. Justamente, toda esta adjudicación de sentido que la madre hace es lo que permitirá que el niño sea. Más adelante veremos esto en profundidad.
[pic 2] Por ahora acordemos que no se nace sujeto, ni pensando, ni hablando, ni representando. |
Nada más indefenso que un recién nacido, más desamparado y más imposibilitado de autoabastecerse en sus necesidades básicas. Sin embargo, la supervivencia del cuerpo biológico no es condición suficiente para las posibilidades de constitución subjetiva. Algo de “otro orden” debe introducirse en ese psiquismo incipiente para que pueda devenir en sujeto. Son muy interesantes los casos relevados por Spitz, de “hospitalismos” y “marasmos”, en los que pone de manifiesto que, aún garantizada la asistencia a la alimentación, por ejemplo por suero, hay niños que no sobreviven o lo hacen con trastornos muy severos.
[pic 3]Por supuesto que la conservación del cuerpo biológico es condición necesaria para la complejización psíquica, pero no es condición suficiente. |
El propio Sptiz hace referencia al estado de prematuración e indefensión del recién nacido, del siguiente modo:
“Una y otra vez nos recuerda Freud que el lactante, durante este período de su vida, está desamparado, siendo incapaz de conservarse vivo por sus propios medios. Todo aquello de que carece el infante, lo compensa y lo proporciona la madre.” |
Esta observación vuelve a hacer hincapié en la imposibilidad estructural del recién nacido de sobrevivir sin la asistencia de Otro. Se trata de Otro peculiar, significativo, y no de cualquier otro; Otro que no garantiza el éxito de su función por el lazo biológico con el bebé, sino por su posicionamiento con respecto al mismo. Este Otro es estructurante para el niño, y mantiene con él una “asimetría radical” como dice Silvia Bleichmar. Hay un adulto con una subjetividad constituida -eso esperamos- frente a un niño aún en constitución.
Es la posibilidad que sobre ese cuerpo biológico se introduzca otro tipo de “energía”, la que obliga a ese psiquismo incipiente a hacer algo con ella, a intentar aliviar la tensión y el displacer que ese exceso de cantidades produce en su interior. Un “interior” que aún no tiene los recursos para ver qué hace con ello. Esta energía tiene que ver con la sexualidad, con la libido y la pulsión. Cuando hablamos de sexualidad, lo hacemos en el sentido psicoanalítico, diferenciándola de la genitalidad y haciendo referencia a un peculiar tipo de energía libidinal que el Otro inscribe en el cachorro y que será condición de posibilidad de constitución. Cuando hablamos de cachorro humano o de infans , como lo define Piera Aulagnier, es para dar cuenta de su posibilidad de devenir sujeto, pero su incapacidad de estar dotado desde el origen, "por la naturaleza" para serlo.
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