Super Size me

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Super Size me

Este documental surgió debido a la preocupación del Sobre peso, la mala alimentación y la falta de concientización en las cadenas de comida rápida en Estados Unidos, donde casi 100 millones de americanos, en ese entonces, tenían sobrepeso, y donde era el país con más en sobrepeso del mundo, siendo la obesidad considerada, también en esa época, como la segunda causa más importante de muerte evitable, sólo después del tabaco.

Morgan Spurlock, quien es cineasta y productor, se pone a prueba durante un período de 30 días, donde debe consumir las 3 comidas del día sólo con los alimentos que sirven en el McDonald’s. Y cada vez que le ofrecieran la opción “Super Size” (por eso el nombre de la película) tendría que aceptarlo y realizaría poca actividad física.

Es interesante que en el año 2002 demandaron a McDonald´s, dos chicas porque decían que esta empresa era la responsable de su obesidad.

Es vital resaltar la salud de Spurlock antes de este experimento, donde llevaba una dieta variada, era una persona sana y delgada, con una altura era de 1’90 m. y pesaba 84,5 kg. Pasó una revisión médica con un cardiólogo, un endocrino y un médico de medicina general, donde le dicen que su salud es buena, pues los análisis arrojan resultados de 168 en Colesterol. Además, según su peso y altura, las máximas calorías que necesita son 2500, y si realiza deporte, 3500 calorías. Su IMC (índice de masa corporal) y su tensión arterial son correctos.

Él inicia desayunando cerca de su casa en Manhattan, donde hay mayor proporción y publicidad de McDonald’s en el mundo. La actividad física que realizará durante el experimento es de caminar por día lo mismo que la mayoría de los habitantes, unos 5000 pasos al día.

Durante la película se notó que empezó sufriendo de un deterioro en su salud y aspecto físico, ganando peso a los 5 días desde su inicio. A los 8 días empezó a sufrir en su salud emocional notablemente, con cambios de humor, dolor de cabeza, sentimientos negativos, sentimientos depresivos, así como disfunción sexual y daño al hígado. A los 22 días ya no quería comer más en McDonald’s, pues notaba que aquella mala alimentación le estaba afectando en su vida.

Al consultar con su médico, le recomienda dejar el experimento, ya que podría tener un grave problema de salud.

Tras finalizar los 30 días de experimento, la salud de Morgan se encuentra en un estado crítico, ya que, según expertos, ha ingerido una cantidad similar a 8 años en tan solo 30 días, debilitando gravemente su hígado y corazón, dejándole, además, 11 kg, de sobrepeso con un alto de grasa en su IMC. Emocionalmente se encontraba con autoestima baja, con problemas frecuentes de estado de ánimo.

Este documental es una ventana hacia una realidad no sólo en Estados Unidos, sino también en nuestro país, ya que la obesidad es un problema social que impacta en gran medida al país en general, no sólo a los adultos, sino también a los niños. El no saber qué ingerimos ni las proporciones que debería soportar nuestro cuerpo, provoca fuertes daños a nuestra salud y a la de nuestros familiares.

Sería un error culpar a las cadenas de comida rápida, de refrescos embotellados, o al gobierno, cuando la responsabilidad directa de lo que ingerimos o nuestras hijas e hijos comen es nuestra, pues somos los que decidimos consumir, comprar o preparar.

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