TEORIA QUEER
Enviado por karlmontesinos • 3 de Julio de 2013 • 881 Palabras (4 Páginas) • 565 Visitas
Introducción
La literatura es en realidad una actividad muy valiosa en el desarrollo de las personas o de la sociedad en general, en todas las etapas de nuestra vida. Desafortunadamente, la estadística muestra que en nuestro país esta actividad es muy reducida ya que la lectura no resulta atractiva para la mayoría de las personas y simplemente prefieren mirar la televisión o jugar con el video juegos.
Lo primero que debe estar presente, es que la literatura es un hábito que debe inculcarse desde la infancia y de esa manera a través de los años esos niños continuaran leyendo por voluntad propia.
La literatura infantil contribuye al desarrollo cognitivo, tanto en su aspecto perceptivo como de la memoria; es un medio extraordinario para fomentar vínculos afectivos; ofrece modelos de conducta positivos y negativos; puede favorecer el desarrollo ético a través de la identificación con determinados personajes de los cuentos, y sirve para eliminar tensiones y superar miedos y problemas emocionales.
La vida es la fuente de la literatura infantil, de ahí que las historias de ciertos cuentos o chascarrillos acercan a los infantes al mundo de los adultos. En este sentido, los niños aficionados a la literatura infantil desde edades tempranas suelen ser buenos lectores durante toda su vida.
Las ilustraciones en los libros de literatura infantil motivan el aprendizaje de la lectoescritura, y es, además, un componente fundamental para el desarrollo de las habilidades lingüísticas infantiles.
La literatura es un aprendizaje, fuente de experiencias emociones y afectos que se incorpora a nuestro comportamiento, fortalece nuestra personalidad.
En la adolescencia, la literatura mantiene su valor. No se debe olvidar que los libros son la memoria de la humanidad y el archivo más grande que existe de las ideas y emociones humanas. Por eso, la literatura es imprescindible para la maduración personal e intelectual de los jóvenes.
En esta etapa de la vida, es cuando se consolida el hábito de la lectura y donde las personas comienzan a desarrollar el sentido crítico. Los textos permiten conocer otras formas de pensar, en un proceso dialéctico que termina por forjar la propia identidad del adolescente.
Los adultos y los ancianos tampoco deben descartar a la literatura. Aunque no se trata de algo utilitario, la literatura nunca deja de ser productiva. Genera conocimientos y promueve la reflexión, logrando que uno se piense a sí mismo y se plantee su relación con los demás.
La lectura implica poner en juego la atención, la capacidad de concentración, liberar la mente de otras preocupaciones y sumergirse en un mundo de desarrollo de la imaginación, de despertar la capacidad de fantasía para trasladarse a otros tiempos y a otros lugares; de envolverse en tramas que transforman y
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