TIPOLOGIAS SEGUN ADLER Y JUNG
Enviado por MCJODA • 2 de Octubre de 2012 • 1.278 Palabras (6 Páginas) • 11.904 Visitas
TIPOLOGIAS SEGÚN ADLER Y JUNG
Las tipologías de Adler y Jung, son tipologías psíquicas que están derivadas de las tipologías humanas.
Para Jung el concepto de persona, no significa más que una máscara que el hombre presenta a la sociedad en la que se desenvuelve. Jung toma como base dos dimensiones opuestas: extroversión e introversión. Y afirma que el temperamento extrovertido está centrado en el mundo, es espontáneo y abierto; mientras que el introvertido está centrado en su yo, en su intimidad, es cerrado, impenetrable y se repliega fácilmente sobre sí mismo.
Adler se interesa por el funcionamiento del sistema nervioso y crea la psicología individual, según la cual se debe ver a la persona como un todo y no como varias partes, también cree en la aptitud del individuo para hacerse cargo de su destino y la importancia de la sociedad.
Muy importante para Adler fue el tema de la inferioridad, la separó en tres tipos y sus posibles compensaciones, además del complejo de inferioridad, que es más grave y se puede compensar con el complejo de superioridad. Separó cuatro tipos psicológicos dependiendo de la energía de la persona, el mejor es el tipo socialmente útil, donde la energía y el interés social están equilibrados; ésta última separación de Adler será de la que se hable en este trabajo.
El hombre desde su nacimiento busca el poder como principal motivación de su vida
La empatía es la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otro y compartir sus sentimientos, normalmente de pena.
ALFRED ADLER
Inferioridad
Bueno, así que aquí estamos; siendo “empujados” a desarrollar una vida plena, a lograr una perfección absoluta; hacia a la auto-actualización. Y sin embargo, algunos de nosotros, los “fallidos”, terminamos terriblemente insatisfechos, malamente imperfectos y muy lejos de la auto-actualización. Y todo ello porque carecemos de interés social, o mejor, porque estamos muy interesados en nosotros mismos. ¿Y qué es lo que hace que estemos tan autocentrados?
Adler responde que es una cuestión de estar sobresaturados por nuestra inferioridad. Si nos estamos manejando bien, si nos sentimos competentes, nos podemos permitir pensar en los demás. Pero si la vida nos está quitando lo mejor de nosotros, entonces nuestra atención se vuelve cada vez más focalizada hacia nosotros mismos.
Obviamente, cualquiera sufre de inferioridad de una forma u otra. Por ejemplo, Adler empieza su trabajo teórico hablando de la inferioridad de órgano, lo cual no es más que el hecho de que cada uno de nosotros tiene partes débiles y fuertes con respecto a la anatomía o la fisiología. Algunos de nosotros nacemos con soplos cardíacos, o desarrollamos problemas de corazón tempranamente en la vida. Otros tienen pulmones o riñones débiles, o problemas hepáticos en la infancia. Algunos otros padecemos de tartamudeo o ceceo. Otros presentan diabetes o asma o polio. Están también aquellos con ojos débiles, o con dificultades de audición o una pobre masa muscular. Algunos otros tienen la tendencia innata a ser fuertes y grandes; otros a ser delgaduchos. Algunos de nosotros somos retardados; otros somos deformes. Algunos son impresionantemente altos y otros terriblemente bajos, y así sucesivamente.
Adler señaló que muchas personas responden a estas inferioridades orgánicas con una compensación. De alguna manera se sobreponen a sus deficiencias: el órgano inferior puede fortalecerse e incluso volverse más fuerte que los otros; u otros órganos pueden super desarrollarse para asumir la función del inferior; o la persona puede compensar psicológicamente el problema orgánico desarrollando ciertas destrezas o incluso ciertos tipos de personalidad. Existen, como todos ustedes saben, muchos ejemplos de personas que logran llegar a ser grandes figuras cuando incluso no soñaban que podían hacerlo. (Tomemos como ejemplo muy conocido el caso de Stephen Hopkins. N.T.).
No obstante, por desgracia, existen también personas que no pueden lidiar con sus dificultades, y viven vidas de displacer crónico. Me
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