TRABAJO COLABORATIVO 2 PSICODIAGNOSTICO DE LA PERSONALIDAD
Enviado por mimire • 8 de Abril de 2013 • 2.188 Palabras (9 Páginas) • 1.329 Visitas
APORTES TRABAJO COLABORATIVO 2
PSICODIAGNOSTICO DE LA PERSONALIDAD
TUTORA
YULI PAULINE CARDENAS
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA (UNAD)
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTE Y HUMANIDADES
PROGRAMA: PSICOLOGIA
2012
ELABOREN UN ENSAYO DIALÉCTICO DE LOS CONCEPTOS DE ANORMALIDAD Y NORMALIDAD
Normalidad: “Calidad ó condición de normal”.
Norma: “nombre latino de la constelación de la regla”
Normal:
“conforme a la regla, a la norma. Dícese de lo que por su acomodación a la naturaleza ó al uso ó por su frecuencia, no produce extrañeza.
Anormal: Dícese de lo que accidentalmente se halla fuera de su natural estado ó de las condiciones que le son inherentes.
Tomaremos las dos definiciones anteriores como la tesis del problema en cuestión.
Antítesis: Considerando lo anormal simplemente como aquello que esta fuera de lo ideal ó como aquello que se desvía de la norma ó se aparta de la regla formal; se plantea el problema del entorno socio cultural sobre el cual se establece algo como norma, ó normal. Esta antítesis coincide en el primer punto con la tesis; donde está la diferencia es precisamente en que no considero algo como “normal” simplemente por la frecuencia de un comportamiento en el caso de los seres humanos ó un fenómeno en tratándose de la naturaleza.
Es decir el punto central de nuestra antítesis radica en el hecho que la repetición constante ó con cierta frecuencia de un comportamiento no implica que sea “normal”, por el solo hecho que dicha frecuencia repetitiva del mismo lo convierta en costumbre a la cual se habitúe una población ó un colectivo de seres humanos. Esta misma apreciación se puede revertir para aplicarla en el análisis de fenómenos naturales que implican como actores principales a los animales u otros actores de la naturaleza; por ejemplo también podrían ser objeto de estudio a considerar lo que es “normal” ó “anormal” en fenómenos inanimados de la naturaleza como una reacción química ó la explosión de una estrella roja en el espacio exterior.
La pregunta central es: a que se debe que clasifiquemos un fenómeno natural ó social como “normal” ó “anormal”?
Considero que dentro de mi perspectiva, la respuesta está en la naturaleza misma de los fenómenos; es decir en el orden natural mismo de las cosas ya creadas y que están fuera del control humano.
El ser humano “inventa” objetos, procedimientos e interacciones sociales; nos declaramos creadores con capacidades asombrosas, pero en realidad somos simples re-creadores ó imitadores de la naturaleza
y su fenomenología. Intentamos continuamente seguir el orden natural de las cosas, ó en algunos casos rompemos ese mismo orden natural para re-crear, tal vez dándole nuevos usos ó combinaciones a los factores que encontramos en la creación natural.
Todos nuestros “inventos” por más brillantes que nos parezcan son meras imitaciones ó recombinaciones del orden natural ya planteado en la existencia misma del universo desde aquel primer momento cosmogónico que llamamos “el big bang”.
Infinidad de inventos humanos no son más que replicas de la naturaleza con algunas modificaciones; a manera de ejemplo podríamos mencionar el radar que imita a las ondas sonoras emitidas por los murciélagos, ó el sonar que es un mecanismo parecido usado por algunos peces en el mar. Los ejemplos son infinitos y tardaríamos años en recopilar toda la información científica para exponer extensivamente este argumento, en lo referente a la imitación que de la naturaleza hace el hombre para sus inventos.
Existe pues en resumen un orden natural de las cosas, que puede ser violado por el ser humano generando un estado “anormal” ó fuera de orden, caótico y que por la frecuencia de la aplicación de la nueva fenomenología pueda ser considerado como costumbre, siendo aceptado con el transcurrir del tiempo como algo “normal” a pesar de estar alejado de la norma ó regla fundamental que lo regía inicialmente.
Ahora bien, aplicando esta argumentación a la problemática de las relaciones humanas encontramos encrucijadas bastante interesantes y complejas.
Es evidente la diferenciación cultural de los comportamientos en los diversos grupos ó culturas humanas. Es aquí donde radica en realidad la cuestión fundamental.
Lo que para algunas culturas resulta perfectamente habitual ó normal, para otras representa una aberración social. Por ejemplo es un hecho cotidiano y aceptado en algunos países de la África Subsahariana primitiva el hecho de mutilar a las mujeres desde su niñez ó adolescencia cortándoles el clítoris de sus órganos genitales. En cualquier país moderno del
mundo en el cual se viva una democracia y se respeten los derechos fundamentales de las mujeres esto es considerado como un crimen imperdonable y sería castigado con encarcelamiento para los responsables de esta mutilación.
Antiguamente en todas las civilizaciones del mundo era normal el sacrifico humano para apaciguar la ira de los dioses ó para obtener favores de los mismos. En la mayoría de las religiones antiguas era considerado un honor que las mujeres de la comunidad tuvieran la obligación de servir en los templos de adoración como prostitutas sagradas al servicio de los clanes sacerdotales, y de todos los hombres con los que los iluminados decidieran que ellas debían complacer. Todo esto con la excusa de exaltar a los dioses mediante ritos de fertilidad que por medio de orgías estimularan los ciclos naturales de las cosechas para garantizar el alimento de la tribu, clan ó población.
Aún hoy en algunos rincones del mundo es considerado normal la comercialización y explotación de esclavos, la trata de blancas y aún peor la venta de los propios hijos para la extirpación de órganos que se venden al mejor postor.
Entonces, volvemos a la raíz del problema: se considera algo como normal ó se debe aceptar una conducta por más repulsiva que sea y por más contraria al orden natural de las cosas y al más elemental sentido común tan solo porque es aceptada por un grupo ó colectivo humano?
Personalmente creo que no! Considero que hay un orden natural, así no se hable de la existencia de un Dios en el universo hay una fuerza ordenadora, una causa primera de todas las cosas que hasta el científico más ateo no puede negar. En palabras de a centavo
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