Teorías Del Aprendizake
Enviado por Toskus88 • 12 de Marzo de 2015 • 3.205 Palabras (13 Páginas) • 218 Visitas
DIMENSIONES
La formación integral es un estilo educativo que pretende no solo instruir a los estudiantes con los saberes específicos de las ciencias sino, también, ofrecerles los elementos necesarios para que crezcan como personas buscando desarrollar todas sus características, condiciones y potencialidades
La formación integral sirve, entonces, para orientar procesos que busquen lograr, fundamentalmente, la realización plena del hombre y de la mujer, desde de lo que a cada uno de ellos les corresponde y es propio de su vocación personal. También, contribuye al mejoramiento de la calidad de vida del entorno social.
Cómo reconocer personas auditivas, visuales y kinestésicas
En estos días me hicieron una pregunta muy interesante que no podía limitarse a un sólo parrafo: ¿es posible identificar a las personas visuales, auditivas y cinéticas a través del lenguaje corporal? Veamos unos cuantos tips al respecto:
- Un mito generalizado es que una persona que “toque mucho” a los demás es kinestésica, pero esto no es necesariamente cierto, porque la diferencia promedio de kinésicos y visuales que tienen esta característica es apenas de un 3% a favor de los primeros. Lo que sí caracteriza a un kinestésico es que se perturba menos con la proximidad de otras personas. ¡Pruébalo!, si crees que una persona es kinestésica, trata de acercarte a hablarle un poco más de lo que te resulte cómodo. Si la persona permanece impasible y sigue viéndote a los ojos sin retroceder, de seguro tiene esta característica.
– Una persona visual, al iniciar una conversación telefónica, se “desconecta” del mundo. Si alguien que está hablando por celular parece distraído o “lelo” en exceso (o inclusive no reacciona a estímulos externos, como tratar de llamar su atención) es un indicio de que NO es auditiva; tiene que hacer un esfuerzo mayor para procesar la información sónica.
- Las personas kinésicas son especialmente sensibles a ruidos fuertes. Pueden sentir molestia o incomodidad en ambientes con música muy alta. Esto no ocurre con visuales y auditivas.
– Para distinguir una persona visual de una auditiva, háblale desde el lado. Mientras más se preocupe por voltear a mirarte, estará más parcializada a su sistema visual.
– Está demostrado que las personas auditivas tienden a tener mejor dicción y poseen cualidades para una oratoria eficaz. Una persona que sse desnvuelve bien hablando en público tiene marcadas cualidades en este aspecto.
- En cuanto a la gestualidad, los auditivos poseen los gestos más sencillos y sutiles; los visuales se expresan con un poco más de soltura y los kinestésicos prácticamente hablan con las manos.
No es fácil reconocer a primera vista la cualidad visual, kinestésica o auditiva de los demás. Pero practicando, puedes incluso determinar si una sonrisa es auténtica o saber por qué no debes expresarte con las manos ocupadas.
1. Miras al interior de un restaurante para intentar ver los platos que los clientes tienen en sus mesas.
2. Te fijas en los sonidos, en si el lugar es tranquilo o ruidoso.
3. Olfateas el aire para percibir el olor que desprenden sus platos.
Dependiendo de la respuesta a esta pregunta podríamos empezar a descubrir si eres una persona visual, auditiva o kinestésica. No, no se trata de distintitas religiones, sino, según la PNL, del principal sistema que utilizamos para representar la información que nos llega del exterior.
La Programación Neurolingüística (PNL) estudia nuestros patrones mentales, cómo codificamos y descodificamos la realidad que percibimos. Por tanto, conocer estos patrones constituye una gran herramienta para establcer una comunicación eficaz. Cuando hablamos de personas visuales, auditivas o kinestésicas, nos referimos al sistema de representación por el cual tenemos preferencia. Esto no significa que no utilicemos los otros dos, de hecho, todos somos capaces de usarlos todos y de cambiar de uno a otro. Pero ello requiere entrenamiento.
Pero veamos en qué consisten los tres sistemas:
Las personas visuales observan, la estética y apariencia de las cosas les resultan muy importantes, suelen ser metódicas y ordenadas, usando los colores para clasificar los objetos. Suelen hablar deprisa, porque las imágenes pasan por su mente a una gran velocidad.
Las personas auditivas hablan más despacio, se toman su tiempo para elegir palabras. No les suele gustar el ruido y suelen asociar ideas y música. Saben escuchar y les gusta conversar.
Y las personas kinestésicas se guían por las emociones y sentimientos, necesitan el contacto físico y no le dan importancia al orden y a los detalles. Sus recuerdos se basan en sensaciones y no en imágenes ni palabras.
Ahora bien, ¿dónde radica la importancia de conocer y saber detectar el principal canal que utiliza una persona? Imaginemos que intentamos comunicarnos con alguien por teléfono y, mientras, esta misma persona intenta comunicarse con nosotros por radio. La comunicación no fluye porque utilizamos distintos canales.
Por tanto, si detectamos el patrón de nuestro interlocutor, comprenderemos mucho mejor el mensaje y, si nos adaptamos a éste, nuestro mensaje será percibido con mucha más claridad. Adaptarse al canal de nuestro interlocutor nos ayuda a establecer una conexión mayor.
Veamos un ejemplo relacionado con la gestión de redes sociales. Tres clientes enfadados con nuestra tienda online publican comentarios en nuestra página en Facebook:
1. Me sentí fatal cuando comprobé que el portátil que les compré no funcionaba. Siento que me han tomado el pelo y me siento decepcionado.
2. Cuando abrí la caja y vi que el portátil no funcionaba no me lo podía creer. Además, se lo pedí rojo y me lo enviaron negro. He tomado las medidas oportunas al respecto.
3. Me gustaría recibir una explicación por su parte sobre el incidente con el portátil que les compré. En su página web leí que ustedes ofrecen todas las garantías. ¿Cómo van a solucionar el problema?
¿En qué canal se comunica cada uno de los tres? El primero es principalmente kinestésico, el segundo, visual y el tercero, auditivo. De esta manera, podríamos elaborar una respuesta distinta para cada uno. Aunque, lógicamente, nos disculparemos y ofreceremos una solucción a los tres, al kinestésico le ofreceríamos una respuesta mediante un lenguaje emocional. Al cliente visual, una respuesta mucho más oficializada, estéticamente ordenada y cuidando los detalles. Y, finalmente, al cliente auditivo le ofreceríamos una respuesta básicamente explicativa.
Evidentemente, no se trata de magia, pero adaptar el lenguaje al de nuestro interlocutor nos ayudará a establecer un
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