Terapia Catartica
Enviado por ginapinedatorres • 15 de Marzo de 2012 • 1.947 Palabras (8 Páginas) • 956 Visitas
1 La terapia catártica o método catártico consiste en que el efecto terapéutico buscado es una purga, una descarga adecuada de los efectos patógenos. La cura permite al sujeto evocar e incluso revivir los acontecimientos traumáticos a los que se hallan ligados dichos afectos, y lograr la descarga de éstos por las vías normales, como el llanto.
Fue el primero utilizado por Freud y básicamente consistía en aplicar la hipnosis. Éste método le enseñó que:
Las alteraciones somáticas (corporales) de la enfermedad son consecuencia de influencias psíquicas.
Se basa en la exploración del inconsciente a través de la asociación libre. A diferencia de los métodos que se basan en ejercicios, entrenamiento o aprendizaje (como las técnicas conductuales) o de las explicaciones en el plano cognitivo, el psicoanálisis se cuenta entre las técnicas de descubrimiento o develación que intentan que el paciente logre una comprensión profunda de las circunstancias (generalmente inconscientes) que han dado origen a sus afecciones, o son la causa de sus sufrimientos o malestares psíquicos. Aunque frecuentemente se asocia esto a la introspección, constituye un malentendido esperar como objetivo esencial de la terapia psicoanalítica una comprensión racional acerca de las relaciones causales. Se trata más bien de lograr una reestructuración de más amplio alcance de la personalidad, muy especialmente de la vida afectiva y particularmente en aquellas áreas que contribuyen y mantienen la formación de síntomas, o de formas defensivas que causan daño o malestar. El psicoanálisis moderno se caracteriza por el pluralismo teórico, metódico y terapéutico
2. Se denominara aparato psíquico, al sistema de integración de la vida de relación que adopta el individuo a su medio y que asegura su autonomía. Es decir, a la organización de todos los elementos del psiquismo, de todas las fuerzas de la vida psíquica de forma integrada para mediatizar el organismo con su medio.
Freud define el aparato psíquico de una manera equiparable a los aparatos ópticos en donde lo más importante no son los estímulos perceptivos, si no la interpretación que el aparato óptico hace de ellos; de esta forma intenta hacer inteligible la complicación del funcionamiento psíquico, dividiendo este funcionamiento y atribuyendo cada función particular a una parte constitutiva del aparato.
A lo largo de su obra, Freud irá construyendo teorías acerca del funcionamiento del psiquismo.
Primera Tópica del Aparato Psíquico
En 1915, Freud propone la presencia de tres instancias psíquicas:
1. Sistema Conciente
2. Sistema Preconciente
3. Sistema Inconciente
Sistema Conciente. Freud no se esfuerza demasiado por caracterizar la conciencia, dado que la adecua a lo que los filósofos y el mismísimo "saber popular" consideran al respecto. "Cuando se habla de conciencia, todo el mundo sabe inmediatamente, por experiencia, de qué se trata." La conciencia está asociada a la percepción y cumple una función selectiva, recibiendo y filtrando los estímulos provenientes tanto del mundo exterior como del interior. De toda la información que se ofrece a nuestra percepción, somos concientes momentáneamente de ciertos elementos y de otros no.
Sistema Preconciente. Es una instancia cuyos contenidos no están en la conciencia pero son susceptibles de acceder a ella. Por ejemplo, mientras escribo este texto alguien me interrumpe y me pregunta cuál es mi ópera favorita. Accederán a mi conciencia contenidos que hasta hace un momento no estaban en ella, aparecerán nombres de ópera, la representación de la música, de alguna puesta que haya visto y contestaré "La Flauta Mágica". Todo lo referente a esta ópera de Mozart no estaba en mi conciencia mientras estaba escribiendo sobre Psicoanálisis, pero ante la pregunta, está información pasa, sin problemas, a la conciencia.
Sistema Inconciente. Constituye el gran descubrimiento freudiano. El inconciente es un sistema psíquico cuyos contenidos no tienen acceso a la conciencia, al menos no fácilmente, porque han sido reprimidos y encuentran una resistencia cada vez que intentan acceder a la conciencia. Estos contenidos inconcientes son representantes de las pulsiones que tienen vedado el acceso al sistema preconciente – conciente.
Lo que intenta el psicoanálisis es hacer conciente lo inconciente a partir de la palabra mediante el ya descripto método de "asociación libre" y la interpretación.
Se utiliza el término "tópica" para indicar que estos sistemas son "lugares virtuales", es decir, producto de una conceptualización espacial que carece de cualquier tipo de vinculación anatómica. El inconciente no está ubicado en ninguna parte de nuestra fisiología; es un espacio virtual.
Segunda Tópica Freudiana
En 1923, en su obra "El Yo y el Ello", Freud expone su segunda hipótesis estrctural acerca del psiquismo, en la cual presenta también tres instancias:
1. El Ello
2. El Súper-Yo
3. El Yo
El Ello. Constituye el polo pasional de la personalidad. Contiene las pulsiones inconscientes, en parte innatas y en parte reprimidas. El Ello es totalmente inconsciente.
El Súper-Yo. Se forma por la interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales. Su tarea es comparable a la de un juez respecto al yo. Son funciones del Súper-Yo la conciencia moral, la autobservación y la formación de ideales. El Súper-Yo es el asiento de los valores, la discriminación entre lo que está bien y lo que está mal. Es, por ende, una instancia netamente cultural y tiene "partes" concientes, preconcientes e inconcientes.
El Yo. El núcleo del Yo se asocia al sistema percepción-conciencia, pero no se limita a eso, dado que Freud adjudica al Yo la tarea defensiva de la represión; y la represión es inconciente.
Tal como señalan Laplanche y Pontalis en su "Diccionario de Psicoanálisis", el Yo "se encuentra en una relación de dependencia, tanto respecto a las reivindicaciones del Ello como a los imperativos del Súper-Yo y a las exigencias de la realidad". Si bien es una instancia que se exhibe como mediadora y como representante de los intereses de la totalidad de la persona, Freud puntualiza que la autonomía del Yo es ficticia.
Los desarrollos freudianos son harto complejos y extensos. El presente
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