Terminología “N.N.”

Desde tiempo atrás, se ha venido hablando de la famosa terminología “N.N.” en ingles “No name” y por otro lado en latin “nomen necio” ; la cual nos indica que estamos frente a una persona sin identificación o no plenamente identificada. Algunos de los registros históricos de esta sigla; se ubica en los campamentos nazis en los cuales abandonaban a los cadáveres de personas y eran desechados como cuerpos no identificables; por otro lado se ubica la contraparte el reconocimiento de personajes como el Rey Luis XV y la Reina María Antonieta por medio del recorrido que hacia una mujer llamada Madame Trusseau por algunos cementerio. Dos hitos importantes que han marcado la historia de esta temática.

Aterrizando en la realidad de nuestro país, diariamente en fosas comunes, bolsas de basura, depósitos, bóvedas de cementerios y, en algunos pueblos, hasta a la interperie, permanecen los cuerpos de miles de personas que aún no han sido plenamente identificados y aparecen desaparecidos en muchas ocasiones por el conflicto armado en Colombia. Y lo peor del caso es que no hay ningún familiar que reclame el cuerpo. En Medellín exactamente, esta etiqueta se popularizo por la criminalidad desatada que se impuso en el año de 2001, donde aparecían sin remedio alguno muchos cuerpos en las morgues.

A raíz de estos hechos que marcan a toda la humanidad a nivel universal y de forma especial en Colombia; se ha hablado de dos leyes que son pilares fundamentales en los lineamientos judiciales que buscan dar solución a tantos “N.N.” que aparecen a diario; la ¬¬¬¬ ley 589 de 2000; la cual precisa que ante un genocidio, desaparición forzada, desplazamiento forzado y tortura se tomaran las medidas correspondientes dependiendo de las circunstancias de agravación punitiva la persona pagara un tiempo determinado de prisión. Todas estas entidades llevan el común denominador: la privatización de la dignidad humana y su libertad, la destrucción parcial o total de un grupo de personas, o la provocación de dolor y sufrimiento graves, ya sean físicos o psíquicos. En esta ley también incurren artículos en los cuales se fija una comisión de búsqueda de personas desaparecidasasí como a su vez un registro nacional de estos. Y el estado en su calidad debe hacer velar por el cumplimiento de esta.

Por otro lado, la ley 38 de 1993 que nos concierne mucho más a nuestro campo odontológico indica que estamos en la obligación de proporcionar y diligenciar una carta dental con fines identificatorios. Con esto el odontólogo está contribuyendo o auxiliando a la justicia en los casos que señale la ley, a través de la descripción de los dientes y el presente estado de la dentadura del sujeto. Esta y la anterior ley van mancomunadas al servicio de la sociedad en el caso de que los cuerpos no identificados, ni reclamados por familiares no tengan resultados favorables.

Es por eso que en la actualidad un

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