N. Kisnerman
Enviado por eliusilva • 7 de Enero de 2012 • 2.415 Palabras (10 Páginas) • 396 Visitas
Introducción
En 1965, se reunieron un grupo de trabajadores sociales que llevaron a cabo lo que ellos denominaron “re conceptualización”, con lo que determinaban que las crisis (de carácter ambiguo e incierto), son en sí mismas, el motor de los cambios que se producen en la sociedad. Esta “re conceptualización”, a su vez, les hizo ver desde un punto de vista crítico la realidad socioeconómica, cultural y política.
Así, con esta visión, volvieron a la tarea del tratamiento social, se instauró un cierto orden social basado en la razón y la tecnología, en el que el hombre quedaba reducido a su conciencia (“pienso, luego existo”, descartes), lo que llevó a divisar dos tipos de sociedad: por un lado la sociedad del orden, la conformidad, el equilibrio y por otro la sociedad del desorden.
Esto, llevó a los trabajadores sociales a determinar a su vez, que ese caos y esa división que se producían en la sociedad, eran causa de las actuaciones de las personas y que ese cambio del que ellos hablaban, dependía directamente de ellos.
Podemos determinar que el paradigma principal al que se refiere n. Kisnerman es el positivismo, y en concreto al estructuralismo radical o revolucionarios, pues para estos, la sociedad está determinada por la organización económica, y evoluciona a través de los conflictos y las crisis; desde este, se tiene en cuenta al sujeto para restablecer su situación. Al igual que en el libro este paradigma hace una crítica constante al capitalismo.
Capítulo. I
Al principio en su libro, n. Kisnerman, se refiere al trabajo social, como el proceso que se fue creando a través de las relaciones sociales, entre capital y trabajo como respuesta a los sectores implicados en esta relación ( reformadores sociales y reconceptualizadores), evolucionando con el paso del tiempo e implicando al resto de los sectores de la sociedad.
Para comprender mejor el libro hay que diferenciar lo que se entiende por asistencia social, servicio social y trabajo social:
La asistencia social se define como una acción puntual que tiende a acabar con las emergencias sociales y que trabaja para las personas con necesidades materiales. Sin embargo, el servicio social, es una acción más técnica que la anterior, aunque también se encarga de atender las necesidades inmediatas; este persigue el reconocimiento de los derechos sociales de las personas para que el estado se encargue de atenderlos, el profesional es un mero solucionador de problemas. Es más individual.
Tanto la asistencia social como los servicios sociales, consideran a las personas como meros objetos, dando lugar a la dependencia y por tanto a la exclusión social.
El trabajo social, sin embargo trabaja con las personas y para las personas, poniendo interés en la realidad donde se produce el problema, su perspectiva es comunitaria y más global y entiende que la necesidad de atender las urgencias de la pobreza debe ser realizada como una acción de apoyo y prevención en un proyecto mayor, más integral.
El autor, habla de Juan Luis vives como el precursor del trabajo social, el cual influido por Tomás moro, fue construyendo un pensamiento crítico, basado desde un punto profundamente cristiano, de una cultura que solo se limitaba a satisfacer las necesidades de la minoría y abrió el camino para una asistencia personalizada, basada en el todo de las personas.
Cuando la revolución industrial y el movimiento feminista surgen, el trabajo social aparece como respuesta a ciertas situaciones de la sociedad dadas por la convergencia entre ambos movimientos sociales.
Con mary e. Richmond, influenciada por el positivismo y el pragmatismo se abre una nueva etapa para el trabajo social. A ella debemos la teoría de fundamentación del trabajo social y la primera propuesta científica centrada en la investigación (diagnóstico y tratamiento) señaló la necesidad de crear una escuela para formar trabajadores sociales y consideró al hombre como el resultado de sus interacciones sociales, siendo la familia el lugar más apropiado para estas.
El funcionalismo, siguió avanzando progresivamente, pero sin abandonar su visión individualista de la persona, sin cuestionar el sistema social, ni los conflictos que en él se producían.
La visión desarrollada por algunos trabajadores sociales hizo que se hicieran importantes aportaciones para la psiquiatría, como el concepto de caso psicosocial, por considerar que los factores causales de los problemas individuales están mas allá de la persona. La influencia del psicoanálisis destacó el efecto que producen las relaciones familiares en el desarrollo del niño; así muchos trabajadores sociales se dedicaron a la orientación de niños, utilizando para ello entrevistas individuales.
Desde comienzos del s. Xx, las primeras instituciones empezaron a utilizar el grupo como ayuda para las personas, con este fin se formaron a personas a las cuales se las denominó voluntarios sociales o visitadores amigables que llevaban a cabo una acción guiada, optimista y que utilizaban todo lo que les parecía que estaba bien de las diferentes teorías. Aunque el primero en poner en práctica el trabajo con grupos fue Juan Luis vives, basado en la experiencia y en la observación (empirismo), pero con un mismo fin, mejorar la sociedad.
En este siglo, el trabajo social tenía que desprenderse de la base que tenía desde el punto de vista religioso, para comenzar a ver la realidad como un todo y ver el trabajo comunitario con otra perspectiva.
Con el enfoque eco sistémico, (surgió para tratar los fenómenos psicosociales considerando sus variables complejas y comprendiendo las diferentes interacciones entre ellas) el trabajo social está redefiniendo sus objetivos constantemente y hace que este se adapte a la realidad existente en cada momento. Carol Meyer definió los puntos básicos de apoyo de este: la realidad, el desarrollo metodológico del trabajo social y el ambiente sobre el que se actúa. Desde este enfoque se consideró que la práctica del trabajo social es una acción con la gente y el caso un sistema.
Capítulo II
En este capítulo se reflexiona sobre los paradigmas que dan lugar al trabajo social, la crisis de estos y la irrupción del construccionismo en el que nos centramos.
La actuación del trabajo social se basa en diferentes paradigmas, que son los distintos conceptos básicos que dan lugar a las teorías, sus valores, problemas y procedimientos que permiten concretarla y orientar y ordenar nuestro pensamiento para hacer interpretaciones o lecturas de una realidad concreta. A continuación hablaremos de los dos paradigmas más consolidados de las ciencias sociales: neopositivismo y materialismo dialéctico.
El neopositivismo, surgió para diferenciar el positivismo surgido
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