Tolerancia A La Frustración
Enviado por • 11 de Noviembre de 2014 • 454 Palabras (2 Páginas) • 1.642 Visitas
TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
La frustración es aquella situación donde el niño, adolescente o adulto no va a obtener lo que quiere con la inmediatez y en el momento que lo desea. Dependiendo de la intensidad de la frustración y nuestras características personales, reaccionaremos con molestia, ansiedad, depresión, angustia, enojo, etc. El problema surge no en la frustración en sí, sino en cómo reaccionamos ante ella. El tener niveles bajos de tolerancia a la frustración no nos permitirá enfrentarnos con éxito a la vida.
Tolerar la frustración implica el saber como enfrentar los problemas y limitaciones que tenemos a lo largo de la vida, sin darle importancia a las molestias o incomodidades que nos causan. Tolerar la frustración es una habilidad que se desarrolla. No podemos evitar la frustración, pero si podemos aprender a manejarla y a superarla.
Generalmente en la infancia es donde aprendemos a tolerar la frustración. Cuando un niño es muy pequeño, cree que el mundo gira a su alrededor y por lo tanto se merece todo lo que pide en el momento en que lo pide. No sabe esperar, porque no tiene el concepto de tiempo, ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás. Por eso, cualquier límite o cualquier cosa que le niegan, lo siente como algo injusto y terrible. Esto se debe a que no presenta aún las herramientas para eliminar, disminuir o tolerar su malestar. Si los padres o las demás personas que están a su cargo le dan siempre lo que pide y en el momento en que lo hace, no aprende a "soportar" la molestia que le provoca la espera o la negación de sus deseos y esta característica la tendrá hasta la vida adulta.
La poca tolerancia a la frustración va a provocar que ante cualquier eventualidad o incomodidad que el niño o adolescente se desmotive, abandone las actividades q realizaba, etc. perdiendo poco a poco el interés de las cosas que le generan incomodidad, fastidio o molestia dado que no quiere experimentar dichas emociones.
La frustración es parte de la vida y es inevitable. Para ello necesitamos tener paciencia, algo que debemos enseñarle a nuestros niños desde pequeños para que posteriormente al enfrentar una situación que le genere frustración sepa como reaccionar de forma adecuada sin optar por el abandono o desconcertarse emocionalmente.
Hay que recordarles siempre que el mundo no gira a su alrededor ni alrededor de sus gustos y deseos y que no pasará nada malo cuando no obtengan lo que quieren. Además siempre habrá algo que se pueda hacer al respecto en vez de enojarse o quejarse. Esto es importante recordárselo constantemente a nuestros niños y adolescentes para que lo aprendan y lo tengan siempre en cuenta.
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