Trabajo Grupal

Si bien, el implementar una integración tanto social y escolar de las personas con discapacidad, es una atractiva propuesta, para que el desarrollo integral de las personas en base a la diversidad. No obstante, en el plano educativo, específicamente en el área de la educación especial en chile, se rige por decretos específicos para la integración de cada uno de los trastornos, ya sean específicos del desarrollo como generalizados.

En el caso de los trastornos de déficit cognitivo, el decreto n. 87/1990, define que la integración de los niños y niñas con déficit intelectual, en los diversos colegios con proyecto de integración, inclusive colegios especiales, contempla solamente los trastornos cuyo rango sea de moderado a profundo, excluyendo a los trastornos leves o limítrofes. Por lo que, cuando se debe llevar a cabo la derivación de estos alumnos( luego de la aplicación de la psicometría) a algún establecimiento , en el cual pueda ser atendido idealmente por un equipo multiprofesional, surge una problemática, ya que por una parte está el proceso en el cual la familia debe aprende, entender y aceptar el trastorno de su hijo/a y brindarle apoyo, también está la constante lucha porque su hijo/a sea aceptado dentro de un establecimiento o taller laboral respectivamente, ya que dentro de las instituciones educativas regulares, no realizan adecuaciones curriculares y menos evaluaciones diferenciadas para ellos, por lo que la presencia de bajo rendimiento en los diversos subsectores de aprendizajes, es una realidad constante.

Comento esto, porque es muy común. Sin embargo, no hay atención para estos niños dentro del marco legal y menos profesionales dentro de las instituciones escolares. Si bien contamos con una alta gama de decretos que establecen la existencia de la integración escolar de niños, estos son, en cada uno de los trastornos, excluyentes. Tanto en rangos según los diagnósticos, como en cantidad de alumnos asistentes a grupos diferenciales.

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