Trabajo practico Análisis
Enviado por piki tiki • 16 de Abril de 2018 • Trabajo • 4.378 Palabras (18 Páginas) • 246 Visitas
Instituto de Formación Técnica N° 171
“Gabriela Mistral”
DIDACTICA Y CURRÍCULUM
TRABAJO PRÁCTICO N°3
CONDUCTISMO DE SKINNER
ALUMNO:
-Diego Yañez.
TRABAJO PRÁCTICO N°3
CONDUCTISMO DE SKINNER
Instituto de Formación Técnica N° 171
“Gabriela Mistral”
Carrera: Psicopedagogía
Espacio: PEDAGOGÍA.
Profesora: Daiana de Leon.
Ciclo lectivo: 2015
Alumno: Diego Yañez.
El conductismo y la teoría de skinner
1. Explique las ideas centrales de la teoría del aprendizaje de skinner, que fundamentan su teoría de la enseñanza (recurra a los teóricos para completar aspectos no relacionados en los textos).
1- El termino “mente”, es casi una mala palabra dentro de las distintas corrientes de la psicología conductista (rama de la psicología, originariamente relacionada con la fisiología). Esa imposibilidad de probar científicamente, un concepto tan subjetivo, planteaba cuestiones mas relacionadas con el dualismo ontológico, propio de ciertos arcaicismos filosóficos muy lejanos al pragmatismo conductista. Sin embargo, aunque Skinner declamaba que su inspiración era la “ley del efecto” de Thorndike. Es imposible negar las bases de las técnicas de Condicionamiento, como una forma de aprendizaje asociativo, cuyo origen se remonta a los principios que Aristóteles proclamó en la Ley de Contigüidad.
LEY DE CONTIGÜIDAD
“Cuando dos sucesos suelen acontecer a la vez, cada vez que aparece uno, viene el otro a la mente. De este modo, el condicionamiento tiene lugar cuando un estímulo que no generaba una respuesta, termina siendo vinculado con otro estimulo que, en cambio, ya producía tal respuesta. Así el primer estímulo, finalmente, comienza a desarrollar la misma respuesta”
Esta pequeña aclaración me suena fundamental, al momento de profundizar en uno de los grandes pilares del conductismo.
No me siento cómodo con Skinner. No me resulta un autor “fácil”. No por su lectura (que no esta desprovista de algunos tecnicismos), es bastante digerible. Sin embargo, la potencialidad y contundencia de sus conclusiones (y del conductismo en general), enciende algunas luces rojas en lo que me gusta llamar; mi E.P.V.E. (escalímetro personal de vulnerabilidad ética).
A riesgo de parecer contradictorio, voy a intentar justificar el “éxito” de las técnicas conductistas aplicadas a la educación durante décadas. Para eso debemos situarnos en el contexto histórico-geográfico donde estas técnicas cobraron mayor preponderancia.
EL CLIMA DE POSGUERRA
Los Estados Unidos de Norte América de principios de los años 50s, se impusieron definitivamente como la “otra” mayor potencia militar del siglo XX. La bomba atómica, y su exitosa participación militar en la segunda guerra mundial confirmaron esto. Sin embargo, el panorama político, social y económico, aunque prometedor, era muy inestable.
Los inminentes conflictos raciales en defensa de los derechos civiles, la avanzada comunista, y la imperiosa necesidad de reactivar la economía “no militar”, se sumaban a la necesidad de responder a las necesidades de los soldados recientemente retornados de la guerra.
Las secuelas psicológicas, y la explosión demográfica resultante, una vez finalizado el conflicto, derivaron en un incremento sustancial de las necesidades básicas del tejido social, desde lo habitacional, comercial y educativo, como nunca se había visto en ese país.
La respuesta a estas demandas debía ser practica, rápida, económica, y en los posible “bonita”.
Conceptos como Producción Industrializada, Producción en Masa, Producción en Serie y, el no menos fundamental paradigma de la OBSOLESCENCIA PROGRAMADA, trascendieron su nicho, y avasallaron prácticamente con todo lo establecido.
La Sociedad Prefabricada
Cuando, hace algunos años decidí construir mi propia casa. Contemplé la posibilidad de evitarme los dolores de cabeza derivados de la incertidumbre generada por el fluctuante precio de los materiales, los retrasos propios de una obra “tradicional”, el acopio de materiales, los permisos municipales, gastos de arquitecto, y un sinnúmero de etc.(s) interminables.
En ese entonces consideré muy seriamente comprar una vivienda del tipo “Americana” (una prefabricada), y aunque al final terminé descartando ese sistema constructivo, me llamo mucho la atención el mote “Americana”.
Y que tiene que ver una prefabricada con Skinner?
Bastante, este sistema constructivo se hizo famoso en los EEUU de posguerra, y fue parte de un plan mayor, que contemplaba el acomodamiento rápido y sutilmente estratificado de una sociedad en crecimiento.
Viviendas triple “B” (buenas, bonitas y baratas), con un periodo de caducidad u obsolescencia establecido para los soldados y sus familias,.
Automóviles, electrodomésticos, ropa, esparcimiento y hasta la educación misma seguirían este patrón, perfectamente diseñado para tapar los horrores de la guerra y la pujante avanzada comunista, con comida chatarra, docentes “operarios”, y emotivas películas de Walt Disney.
Como dato curioso, parece que don Walt te echaba a patadas de su maravilloso mundo de colores, si te pescaba con una corbata o pañuelo rojos, y encima te denunciaba al comité de asuntos anti-americanos.
Hay otro hecho que no debemos olvidar. La impensada transformación de un trozo calcinado en el desierto de Nevada, antiguamente conocido por los escorpiones y una importante cantidad de mafiosos “congelados”, sembrando el lugar. Hoy llamado LAS VEGAS, y quizá el lugar con mayor cantidad de casinos agrupados en un mismo sitio, en todo el mundo.
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