Transcripcion adolescencia otero

TEORICO DEL 6/10

AUDIO 1

Usina, una matriz donde se van dando marcas que tienen que ver con el maternar, el poder paternar, el poder ejercer funciones de parentalidad.

La genealogía es el nidito donde se van construyendo emblemas familiares.

El proceso de historización como una puesta en memoria del tiempo vivido en la infancia, en los procesos adolescentes historizar implica poner en memoria y en historia el tiempo vivido, el pasado e la infancia. Hay que hacer un trabajo elaborativo del tiempo vivido para poder investir el tiempo nuevo, el tiempo futuro.

El Yo necesita tener un anclaje, un punto de referencia con la genealogía, un punto de pertenencia. El crecimiento del adolescente se va dando en las transformaciones corporales, en las formas de representar el psiquismo, en la actividad psíquica. Así como el cuerpo crece, el psiquismo se produce.

Los procesos de historización implican un trabajo de recordar, elaborar y simbolizar, entendiendo que aquello que se perdió es parte del pasado, y parte de uno, de la historia. En los procesos adolescentes lo histórico cobra un lugar relevante, porque implica articularse a ese tiempo divino (articulación del Yo al tiempo pasado, del que se puede ir y volver). No se puede investir un nuevo tiempo sin un anclaje, una ligadura, con el tiempo vivido. El Yo necesita estar articulado.

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El proceso de desasimiento se plantea como “dejar atrás” deseos incestuosos, idealizaciones edípicas, el contacto con las figuras parentales para poder hacer un trabajo de investir y explorar nuevos objetos. El trabajo de nuevo historizante permite ese pasaje del yo ideal en la infancia al ideal del yo, ese encuentro con los propios ideales es lo que le permite al sujeto adolescente investir ese tiempo nuevo, ese tiempo futuro. Los propios ideales están articulados a emblemas culturales, sociales. Ese pasaje promueve el encuentro con el deseo propio. No se puede atravesar un deseo como propio si no se atraviesa el proceso de historización, es con dolor. La caída de los ideales infantiles permite el investimento de nuevos ideales, si no está esa caída, ese derrumbe, esa perdida, ese duelo, ese dolor, no se puede investir lo nuevo. No hay ruptura, hay una concatenación, una articulación entre un proceso y otro.

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Historización se piensa como posibilidad de crear nuevos sentidos, nuevas perspectivas. Y asumir la muerte, en término simbólico, del cuerpo infantil, de las figuras parentales que representaban ideales significativos que conllevan el renacimiento de otros nuevos momentos. Es necesario que aparezca la muerte para que pueda parecer el renacer (no es desvitalización o depresión, sino como proceso saludable y esperable en el entretiempo).

AUDIO 2: Este pasaje de la historización se lo considera como un modo de acontecimiento porque el asumir el propio deseo implica salir del momento traumático puberal, salir con un trabajo elaborativo.

AUDIO 3: Un trabajo de investigar la historia, un trabajo de conectar con los orígenes, un trabajo de elaborar el duelo por la pérdida del cuerpo infantil, y uno de investir nuevos objetos en un tiempo ligado a la alteridad y al encuentro con el deseo propio.

AUDIO 4: El trabajo de duelo tiene 3 perspectivas: aceptación de la ausencia (acepta que algo se ha perdido, lo ausente es el objeto perdido en términos saludables), la asunción de la castración (límite del deseo, que no todo puede ser alcanzable por el mismo que impone la realidad y el cuerpo) y el trabajo de simbolización.

Para alcanzar y atravesar el proceso de historización ayudan a poder elaborar la pérdida del objeto en términos del objeto familiar conocido, el cuerpo de la infancia. El termino de castraciones simbolígenas (Dolto) hace referencia a esas pequeñas perdidas que se van dando a lo largo de la vida.

Para hacer un trabajo de duelo historizante de un modo saludable tengo que recordar lo vivido, no escindirlo ni apartarlo sino tenerlo  presente en la memoria. La memoria (Aulagnier) está ligado a representaciones de afecto. Simbolizar la ausencia e internalizar esas pequeñas marcas del vínculo con el objeto (el modo en que se fue vinculando el sujeto con el objeto) Para desasirme, para partir, para que el barco salga del puerto familiar conocido, tuvo que haber confrontación, enojo, oposición a los mandatos familiares y reparación con ternura. Debe aparecer el odio y la ternura como proceso integrador.

AUDIO 5: Las marcas del vínculo con el objeto, el encuentro del yo con el nuevo tiempo, la historia, la dimensión de futuro, están cargados de una dimensión  de afecto. El sujeto trata a los nuevos objetos que aparezcan a lo largo de la vida teniendo una matriz afectiva ya implícita que viene desde la infancia, esa carga afectiva, el modo de vincularse con otros, el modo de investir.

AUDIO 6: Estas marcas teóricas van enlazadas a sensaciones que los autores nos dejan, y de esa manera uno arma un contenido teórico para la vida clínica.

Genealogía se parte de la familia como generadora de múltiples funciones que van estructurando el devenir del niño y luego adolescente. Esa familia es proveedora de distintas funciones que hacen a la constitución de procesos de subjetivación. Sin familia, sin un grupo de anclaje no se puede subsistir psíquicamente, no se puede subsistir afectivamente. La familia guarda, en su interior, representaciones inconscientes que dan cuenta del armado de una estructura simbólica (la genealogía, el origen).

AUUDIO 7: El antepasado es una historia que le permite al yo articularse a un mundo que lo provee de investimento libidinal. Por eso se dice que la genealogía es una estructura simbólica que le da sentido al Yo (que el sujeto crece y cambia, que la adolescencia es una turbulencia), le da una entidad a ese sujeto que va transformándose (frase del audio 8)

AUDIO 9: El discurso materno, Aulagnier da lugar a la madre y que la cátedra extiende a las funciones parentales. La madre es vocera de la genealogía, que es portavoz de representaciones inconscientes, que le permite darle sentido al niño (le dona sentido, dice Piera). Implanta, con su crianza, historia propia y de los antepasados. Y para Piera el enunciado, las voces del discurso materno, son elementos constitutivos del Yo en la infancia. El Yo se constituye en la infancia a partir de los enunciados parentales. Madres y padres establecen límites y normas, (AUDIO 10) un contenido que proveen un marco de representación y le dan un armado psíquico. Si un niño no recibe enunciados queda en un lugar de desamparo.

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